No importa cuán estrecho sea el camino,
Ni cuan cargada de castigos la sentencia,
Soy el amo de mi destino,
Soy el capitán de mi alma.
William Ernest Henley (1849-1903)
Nelson Mandela murió, más no su
gran legado, el líder sudafricano condujo a la emancipación de Sudáfrica y de
su población negra de la minoría blanca, convirtiéndose en un emblema
internacional de dignidad y paciencia. Gran parte de la vida de Nelson Mandela
estuvo motivada por la búsqueda de la libertad y por ello siendo muy joven fue
llevado a la cárcel, no obstante, su vida en prisión no lo hizo amilanar en su
sueño, ni tampoco lo cargo de odio y resentimiento, su nobleza y entereza lo
ayudaron a sobrevivir, convirtiéndose en el presidente de su país, siendo el
primer mandatario negro elegido de la nación más rica y desarrollada del
continente africano.
Mandela llego al poder, más su
corazón no se engrandeció en vanidad, siempre fue humilde y su gobierno tuvo
como característica la conciliación de ese pueblo dividido en blancos y negros;
el Apartheid que se debilitó enormemente por las políticas del anterior
presidente, Frederik de Klerk, con Mandela dejo de existir, Madiba (como era
conocido también Nelson Mandela) hizo de Sudáfrica un país unido. Mandela, cuando su primer mandato terminó, a
diferencia de muchos de los revolucionarios con éxito, declinó un segundo
mandato y alegremente llamo a nuevas elecciones como lo mandaba la constitución
sudafricana y entregó el poder a su sucesor electo. Si bien el país todavía estaba
roído por la delincuencia, la pobreza, la corrupción y enfermedad, Mandela
entrego una democracia, de las más respetadas en el mundo y una nación en paz.
Muchos no creyeron en Mandela
como presidente, y auguraron un guerra sangrienta en Sudáfrica, donde la
población negra por fin haría venganza contra sus enemigos los blancos, después
que la dominación blanca humillaran
asesinara y torturada sistemáticamente al pueblo negro. Muchos pensaron en un
Mandela vengativo, pero no fue asi, el gobierno que formó Madiba cuando
finalmente obtuvo la oportunidad, y cuando se pensaba que era improbable una
fusión de razas y creencias, organizó un gobierno mixto incluyendo a muchos de sus antiguos opresores.
Como Presidente (1994 a 1999) dedicó
toda su energía a moderar la amargura de su electorado negro y a tranquilizar a
los blancos con los temores de la venganza. Mandela una vez en una entrevista
dada al New York Times en el 2007 donde se le preguntó ¿Cómo mantienes el odio
en jaque? Su respuesta fue:
“El odio nubla la mente. Hay que ser estratégicos.
Los líderes no se pueden permitir el odio.” 1
Pero tal vez las palabras más
conocidas, o tal vez más hermosas dichas por este hombre sabio y que su legado
pertenece al mundo sean aquellas dichas cuando fue condenado a cadena perpetua:
"He luchado contra la
dominación de los blancos y contra la dominación de los negros. He deseado una
democracia ideal y una sociedad libre en que todas las personas vivan en
armonía y con iguales oportunidades. Es un ideal con el cual quiero vivir y
lograr. Pero si fuese necesario, también sería un ideal por el cual estoy
dispuesto a morir". 2
Por Félix Esteves