viernes, 12 de junio de 2009

BEATRIZ LOPEZ OSORNIO: La Realidad Inventada


En la poesía de Beatriz López Osornio podemos conseguir tres lugares comunes: la construcción de una “ficción verdadera” o lo “real aparente” a través de la exploración de la realidad, la estética kantiana y por último el conflicto de apetencia –aversión hacia la vida. En la primera, ella despoja y libera las cosas y hechos reales de sus percances y accidentes, los libera del tiempo y del espacio, apresando otras zonas u otras características de la real para hacerlos suyo, así vemos que en la poesía de temática judía ella elabora un mundo interno y muy personal de lo que es el sentimiento del “ser judío” (sin ser la escritora de esa religión y de esa raza), nos hace ver la realidad a través de su mundo interno que no es más que la ficción de sentirse algo o alguien sacado de una vida o hecho real, sin embargo esa ficción fundamentalizada a veces supera la realidad.
Con respecto a la estética kantiana Beatriz López Osornio no encuentra en la vida real un mundo preexistente que sea transparente y penetrable a su explicación racional, ella entonces crea lo conocido, lo representado a través de toda sensación o experiencia posible, ya la verdad no existe sino en su interioridad. Ella (Poeta-tierra)no gira alrededor de lo real (realidad-sol), ahora lo real gira alrededor del Poeta-sol, Poeta que de lo anterior despliega la realidad conocible, ella desde su interioridad proyecta el espacio y tiempo de los objetos de nuestra experiencia, entonces podemos deducir que la estética de la poesía de Beatriz López Osornio no nace de la observación pura o de las sensaciones insustanciales de los elementos sino de la interioridad de la poeta y la luz o la sombra que ella proyecta sobre la vida.
Al hablar del conflicto apetencia-aversión hacia la vida es porque vemos en cada uno de sus poemas o en casi todos, un grito desesperado por la vida, una exaltación a la sobrevivencia de los seres animados y los inertes, pero siempre tomados de la mano o bailando con la muerte, en este sentido hay una dualidad, un juego casi morboso y pizarnikiano de ver y sentir la realidad. Algunas veces da la impresión que sus poemas son escritos en trances donde ella se pelea con la vida por morir o estando ya casi muerta o desfallecida lucha por sobrevivir.
Por Félix Esteves

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