jueves, 11 de junio de 2009

EL VENEZOLANO Y LA PALOMOFOBIA.

En la actualidad he observado una cierta fobia hacia las palomas y en especial en la Ciudad de Caracas, y lo que es peor aún en casi toda Venezuela. Vemos que en la Plaza Bolívar de nuestra capital, como en muchas otras plazas estas hermosas aves han desaparecido o están a punto de desaparecer. Se ha creado además una leyenda urbana, por decirlo así, de que ellas son portadoras de gravísimas enfermedades, peligrosísimas para las personas, que son una plaga, que dañan las estatuas, que ensucian las plazas y los tejares etc., etc., etc. En cierta parte es cierto, casi todos los animales del mundo o por decirlos todos, entre ellos el hombre (el peor y más dañino en toda la historia del planeta) somos portadores de terribles enfermedades, y que las palomitas que constituyen un mal para ciertas esculturas y edificaciones, es también cierto, pero es un mal menor y si queremos verlo desde un punto de vista positivo, eso genera empleo a los restauradores de arte y a los agentes o instituciones encargadas de la limpieza de la ciudad.

Y me pregunto yo ¿Qué hacen los venezolanos cuando viajan a esas grandes ciudades del mundo y visitan esas hermosas plazas como la Plaza de San Marcos en Venecia?, ¿Se esconderán de los terribles monstruos alados? O cuando pasean por Central Park ¿Llevaran una china para así matar a la plaga y salvar el mundo de este nefasto flagelo? Y si pasean por la hermosa Londres y llegan al Museo de Ciencias Naturales o a la National Gallery, me imagino que llamaran a la Guardia Real para que les abra camino hasta la entrada de dichos museos ya que se asustarían de ver tantas aves colombinas cruzar el cielo gris londinense y posarse en los viejos pero bien cuidados techos de las edificaciones ya nombradas.



Nos olvidamos que estas aves nos han acompañado durante toda la historia y no como un mal sino más bien como una fiel compañera, si no me remito a la Biblia en primer lugar: ¿Quién fue quien le aviso a Noé que las aguas habían bajado y que podía desembarcar toda su colección de animales? ¡No fue un perro! Fue una paloma que trajo en el pico una ramita de olivo. ¿Quién representa el espíritu santo? ¡No es un delicado osito! Es una paloma, lean Juan 1: 32. En muchos de los cuentos, canciones o folklore de nuestra tierra aparece la paloma como mensajero de Dios: ¿quien le aviso a María que estaba embarazada y que pariría a Jesús? María no dijo: ¡Me pareció ver un lindo gatito! Fue una linda palomita, léase o escúchese aguinaldo venezolano “Adorar al Niño” del folklore nacional o “Casta Paloma” de Vargas, A.

Si vamos a otras culturas, las palomas simbolizan el amor eterno,  Afrodita las criaba en su templo, como ejemplo de amor, no solo erótico, sino también de amor filial. ¿Cuál es el símbolo de paz por excelencia reconocido en todo el mundo? ¡La paloma! Hay muchos ejemplos de la gracia y bondad de este animalito. Por eso yo seguiré alimentado las palomas en las plazas, en mi ventana y donde las vea y el que me diga algo o me refute mi acción, simplemente le pintare una paloma.

Por Félix Esteves

1 comentario: