Se escucho un golpe fuerte y seco. Todos los vecinos se asomaron por la ventana a ver que había ocurrido, un vecino se había lanzado al vacío, inmediatamente fueron cayendo todos uno a uno, llenando de muerte el frío pavimento. El único testigo de la increíble tragedia desgraciadamente era ciego, pero a raíz de su desesperado comportamiento por averiguar de donde provenían todos los sonidos de los cuerpos al caer, quedo sordo.
Por Félix Esteves
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