El 2 de Noviembre la ministra de Asuntos Exteriores de España, Trinidad Jiménez afirmo que en Venezuela no existen “presos políticos”, porque supuestamente las organizaciones internacionales han catalogado que en el país no se han encarcelado a nadie por motivos de índole político. Me imagino que la señora Trinidad montada desde su pedestal es incapaz de ver más allá de las declaraciones o las catalogaciones que emiten los organismos internacionales, por eso le perdono su ignorancia o lo que pudiera ser peor su terrible ceguera, por eso me atrevo a invitarla a Venezuela, yo le ofrezco mi humilde morada.
Se que desde mi apartamento podrá ella conocer la realidad que atraviesa el pueblo “socialista” y Bolivariano de Venezuela, me prometo a buscarla al aeropuerto y todo, eso sí, ya no será en nuestro auto, porque el domingo 17 de noviembre de este año fuí despojado de mi vehículo violentamente y a fuerza de armas que parecían sacadas de la guerra del Medio Oriente, pero que importa yo la busco en camioneta y así conocerá el transporte público y paseara por las calles de la avenida Sucre y El Silencio y verá que se sentirá más segura que en su propio país, ya que solamente en nuestra capital solo matan de 20 a 50 personas a la semana.
Me imagino que llegara cansada, y tendrá hambre, la convidare a que me acompañe a realizar el mercado, le daré en efectivo el sueldo mínimo de los venezolanos y que ella confiadamente introduzca en el carrito todo lo que le apetece comer, quizás a ella con su convicción socialista logre alargar los billetes, cosa que es imposible para los venezolanos.
Después mientras subimos a mi apartamento, en silencio estaré rezando desesperadamente tratando de invocar a Santa Bárbara Bendita para que no se vaya el agua en la ciudad, y que además no llueva sobre Caracas, ¿por qué se imaginan ustedes lo hermoso que se ponen las calles de la capital venezolana con sus riachuelos, cascadas y océanos? A lo mejor comprende porque Américo Vespucio le puso a nuestro país “La pequeña Venecia”.
Esperando que todo salga de las mil maravillas - aunque me imagino que ella estará acostumbrada a cualquier desavenencia o contrariedad, pues fue la esposa de un diplomático en África, y me imagino que ella tomaba el té con las demás damas del cuerpo diplomático mientras desde su terraza veían los horrores y pobrezas de los “negritos”, calculo que de allí le vino el gusto por teñirse el cabello de rubio tal vez para sentirse más a fin al pueblo - entonces iremos en Metro (Subterráneo) sin antes darle unos útiles consejos y lecciones para que no la roben en las escaleras eléctricas (si es que funcionan) o en los vagones del tren, a visitar a cada uno de los que ella niega que sean “presos políticos” como la juez María Lourdes Afiuni, a los comisarios Iván Simonovis y Lázaro Forero, a José Sánchez, ex jefe de seguridad ciudadana de la Gobernación de Zulia, y Biaggio Pilieri, ex alcalde del municipio Bruzual de Yaracuy, y tantos otros venezolanos que viven detrás de las rejas injustamente. Eso sí antes le enviare el video de “La Reina del Arroz con Pollo” que circula por Youtube para que se emocione y vea lo feliz que se vive en las cárceles de Venezuela y en especial aquellos que siendo inocentes tienen que afrontarlas y vivir dentro de ellas.
Señora Trinidad Jiménez, si esto le llega a Usted, en verdad mi casa esta a la orden.
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