La memoria de mis errores es una selva
donde se asilaron mis desvaríos
en el cual se escondió toda mi inocencia.
Recorro en mis recuerdos acústicos
los pasajes de mi primera aflición
argumento de mi rencor y mi amargura
Mi viaje se edifica en ella… selva cetrina
donde la esperanza crece bajo tierra
y los frutos nacen secos y sin semillas.
El dolor es una muchedumbre de hormigas
que devoran las pocas hojas que germinan
agigantando mi olvido del bien…
… y lo poco bueno que tenía.
La memoria de mi felicidad es una selva
donde se celebra siempre una bacanal orgia
donde las penas acaban plenas…
… engulléndose mis alegrías.
Por Félix Esteves
Me ha conmovido. Beso.
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