Un cuervo apareció en mi sueño
Tan oscuro como la noche
Tan siniestro como las guerras
Me abrazo con sus alas negras
Y me amanto con su teta muerta
De mis entrañas brotaron gusanos
Como del cielo brotan estrellas ciegas
Y me sentí hombre malo
Que se alimenta de sólo fieras.
El cuervo agorero vela mi sueño
Mi alma no se despierta
Navego mundos profanos
De infierno donde los humanos
Se devoran como perros y perras
Donde las flores no miran al cielo
Si no que nacen bajo la tierra
Donde todo muere o se esconde
Donde nada bueno se muestra.
En mi sueño apreció un cuervo
Tan grande como la misma tierra
Donde la vida no vale nada
Y se engulle a las cosas buenas.
Llevo en las sienes clavada
Una corona de espinas verdes y gruesas
Que van creciendo como solo crece la mala hierba
Y en mis manos llevo los llantos
Los milagros no concedidos y todas las penas viejas.
El cuervo salió volando, vuela que te vuela
Me desperté de mi sueño
Pensando que bueno sería dejar malas señas
Cuando de pronto me di cuenta
Que mis sabanas no eran blancas acaso mortaja negra
Y que estaba atrapado profundo… muy debajo de la tierra
El cuervo comió mis ojos y se trago también mi lengua
Y por mucho que grito y grito
no logra brotar el dolor de mi condena.
Por Félix Esteves
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