viernes, 30 de noviembre de 2012

PALESTINA E ISRAEL. El Nuevo status de Palestina, Hamás y las Negociaciones de Paz con Israel.


El día de ayer, 29 de noviembre de 2012, la ONU otorgó el reconocimiento de Palestina como un Estado no miembro observador, otorgándoles una victoria  al Presidente Mahmud Abbas y a su pueblo palestino, después que había sido debilitado por los recientes ocho días de enfrentamientos en Gaza. Los grandes perdedores fueron por supuesto Israel y Estados Unidos, si bien podemos decir que el pueblo palestino merece este nombramiento y la paz como todos los pueblos del mundo, este “éxito” viene también a reforzar al terrorismo de Hamás y pone más tensa la delgada línea roja entre la gran división de poder ya existente entre los dos bandos y por lo tanto la paz en el Cercano Oriente, y que por supuesto también repercute en todo el mundo.
 
Tal vez muchos piensen que este nuevo panorama refuerce o consolide a Abbas como líder político frente la creciente influencia de Hamás, que ha ganado popularidad en los territorios palestinos y en todo el mundo árabe - gracias en gran parte a sus ataques con cohetes contra el pueblo de Israel. Pero en la práctica, sin embargo, Abbas probablemente tendrá que ahogar las esperanzas de paz, pues los fundamentalistas de Hamas de seguro se crecerán con el éxito del pueblo palestino y volverán a sus tareas terroristas y el Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu, quien esta en temporada de elecciones, tomará represalias económicas e imposiciones fiscales que debiliten a Abbas, dejando a los islamistas de Hamás sin moderado rival de impugnar su reclamación como líder del pueblo palestino. Como sabemos desde hace tiempo la Autoridad Palestina ya está en crisis, apenas puede pagar a sus empleados y ha estado luchando contra las protestas desde que la guerra de Gaza comenzó; Abbas ha amenazado en repetidas ocasiones en renunciar.
 
Abbas es reconocido internacionalmente como el principal líder palestino elegido, aunque ha sido opacado en la región por el más radical de los movimientos palestinos e islámicos del Cercano Oriente Hamás. Ojalá que después de esta victoria en la ONU, crezca suficientemente su credibilidad entre su gente y pueda hacer las concesiones necesarias para la paz. Ahora Obama y Netanyahu tendrían que ser  prudentes y apoyarlo y tratar de darle forma mientras toma el centro de atención fuera de Gaza y así culminar en conjunto con Hamas.
 
Si Mahmud Abbas pierde fuerza y Hamás se consolida como poder político y como autoridad del pueblo palestino, Israel se enfrentará a un Estado Islámico constituido no solo por los palestinos sino también por los árabes que apoyan a Hamás y que superaran a los israelitas en número, y que es justamente lo que quiere Hamas y sus patrocinadores iraníes.
 
Por otra parte el nuevo status de Palestina podría facilitar perseguir a Israel en los foros internacionales legales, pero no quedó claro qué efecto tendría en la consecución de lo que ambas partes dicen que quieren - una solución de dos estados. Sin embargo, el voto ofreció un escaparate de una extraordinaria alineación internacional de apoyo a los palestinos y constituyó un logro profundamente simbólico para su causa, hace aún más peso al llegar en el 65 aniversario de la votación de la Asamblea General, que dividió el antiguo mandato británico de Palestina en dos estados, uno judío y el otro árabe - una vez que Israel considera el sello internacional de aprobación de su nacimiento.
 
La cuenta en la que 138 miembros votaron a favor, 9 no y 41  se abstuvieron, se llevó a cabo después de un discurso de Abbas ante la Asamblea General, en el que pidió una “última oportunidad” para salvar la solución de dos estados en medio de una ventana estrechamiento de oportunidades. Pero Ron Prosor, el embajador israelí ante la ONU, dijo antes de la votación que la resolución de Naciones Unidas no haría nada para hacer avanzar el proceso de paz:

“The truth is that Israel wants peace, and the Palestinians are avoiding peace.
Those who are supporting the resolution today are not advancing peace. They are undermining peace. 
The UN was founded to advance the cause of peace. Today the Palestinians are turning their back on peace. Don't let history record that today the UN helped them along on their march of folly.” (1)

 
Palestina se convierte en Estado  No Miembro Observador  poco después de ocho días del asalto militar israelí contra Gaza, pero este asalto no fue gratuito, el pueblo israelí sufrió un intenso ataque de misiles, Israel respondió  a dicho ataque con una operación militar  que mató a decenas de palestinos y tenía por objeto reducir el arsenal de Hamas, el grupo militante que controla Gaza, parte del territorio que la resolución de Naciones Unidas espera hacer un futuro Estado de Palestina.
 
Una de las primeras inquietudes para los americanos e israelitas es que los palestinos puedan utilizar su nueva condición para tratar de unirse a la Corte Penal Internacional, ya que temen que los palestinos podrían presionar para una investigación de sus prácticas en los territorios ocupados. Otra cosa que pode nervioso a la alianza americana-israelí es que los palestinos podrían usar el voto a solicitar su admisión en los organismos especializados de las Naciones Unidas, una medida que podría tener consecuencias para la financiación de las organizaciones internacionales, así como la propia Autoridad Palestina. Pero primordialmente el problema para Israel no es el Estado Palestino como tal, sino el poder que puede alcanzar el grupo terrorista Hamas en dicho Estado, recordemos que el grupo militar Hamas ha gobernado Gaza desde que tomó el control de la Autoridad Palestina en 2007.
 
La Autoridad Palestina fue creada por los acuerdos de Oslo de 1993 por parte de Israel y la OLP (Organización de Liberación de Palestina). Se suponía que debía ser un gobierno provisional de los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania, lo que eventualmente sería reemplazado por un estado palestino soberano después de un acuerdo final con Israel. Pero este acuerdo no se alcanzó, sin embargo, y en 2007 la Autoridad Palestina perdió el control de la mitad de su territorio. El partido Fatah, fundado por Yasser Arafat, presidente de la Autoridad hasta su muerte en 2004, fue derrotado en las elecciones parlamentarias de 2006 por parte de Hamas, el grupo militar-terrorista, y los siguientes años hombres armados de Hamás establecieron sus comandos gubernamentales y de ataque en Gaza, que propiamente dicho era una zona exclusivamente civil.
 
Desde entonces la Autoridad Palestina ha estado en lucha no sólo con los israelíes sino también con el grupo extremista de Hamás. Con los años, las reiteradas rondas de negociaciones destinadas a lograr la solución final han hecho pocos progresos, aunque el ex primer ministro israelí Ehud Olmert y Abbas, el presidente palestino actual, estuvieron a punto de llegar a un acuerdo final que dejaba a las dos partes conformes, no obstante el señor Olmert fue forzado a dejar el cargo en 2008. Las conversaciones con Israel se estancaron de nuevo en septiembre de 2010. Abbas dijo que no iba a negociar mientras Israel continuó construyendo en los terrenos ocupados, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se negó a renovar una moratoria de la construcción que expiró tres semanas después de que comenzaran las conversaciones.
 
En 2011, como las revueltas de la Primavera Árabe se extendieron por la región, el Sr. Abbas prácticamente abandonado la posibilidad de negociaciones productivas con Israel y se centró en dos temas nuevos - ganar en las Naciones Unidas el reconocimiento de un Estado palestino completo y sanar las desavenencias con Hamás.

Así en mayo de 2011, el Sr. Abbas y los líderes de Hamas firmaron un acuerdo de reconciliación histórica, prometiendo causa común contra la ocupación israelí. Luego, en febrero de 2012, el Sr. Abbas y Meshal Khaled, el líder de Hamas, anunciaron que habían roto un largo estancamiento político para formar un gobierno de unidad nacional interino encabezado, por lo menos al principio, por el Sr. Abbas. Sin embargo, como se acercaba la primavera de 2012, los dirigentes palestinos se encontraron huérfanos en la región, marginado por la atención prestada por las revueltas árabes y las crecientes tensiones sobre el programa nuclear de Irán.
 
La primavera árabe puede haber aumentado la atención popular a la causa palestina, pero en realidad las cosas se le han hecho más difíciles a la Organización de Liberación de Palestina, el conflicto árabe solo aumento el  antisemitismo en dichos países y el poder de Hamas. No podemos olvidar que Hamás empezó una campaña de atentados terroristas suicidas en 1994 con una frecuencia sin antecedentes. Arafat tuvo una actuación dubitativa, sin saber si enfrentarse abiertamente a Hamas o no, pensando que el aumento de la violencia impediría obtener nuevos compromisos de Israel a favor de la causa palestina. Los oponentes derechistas israelíes, que subieron al poder con Benjamín Netanyahu, las actividades belicosas de Arafat mismo, la ola de crimen palestino en Israel después de los acuerdos y los hombres bomba de Hamás, todos estos elementos sumados, sabotearon las negociaciones entre Israel y la ANP. Hamás como vemos desde entonces es el principal saboteador de la paz en dicha región, tanto con Arafat y Abbas en el poder y como líderes del pueblo palestino.
 
Y es que Hamás no reconoce la legalidad del Estado de Israel, ni admite la resolución que la Asamblea General de la ONU propuso el 29 de noviembre de 1947 mediante la cual se establecía la partición de Palestina en dos estados, uno árabe y otro judío. Hamás razona que Israel fue edificado a partir de la usurpación de la Palestina histórica y no acepta ninguna mediación con los judíos que no incluya su renuncia a cualquier pretensión sobre Palestina, incluyendo la totalidad del actual territorio del Estado de Israel. Igualmente, en muchas ocasiones los líderes de Hamás han calificado a los diálogos entre árabes e israelíes (como los terminados en los Acuerdos de Oslo) como una pérdida de tiempo y apoyan la lucha armada y los ataques suicidas contra civiles como medio para el logro de sus objetivos.  Pero lo que es peor aún utilizan a civiles palestinos como escudos contra su guerra contra Israel, pues la mayoría de sus asentamientos están en zonas pobladas de civiles y por lo general cerca de escuelas u hospitales.
 
Durante toda su historia Hamás ha recibido apoyo económico de muchas partes, que incluyen a jeques petroleros del Golfo y a gobiernos como el de Irán (su mayor aliado), Arabia Saudí o Siria. Se dice que también otros gobiernos, como el de Venezuela o el de Cuba, han sido acusados de prestarle ayuda.
 
Es necesario un acuerdo de paz entre palestinos e israelíes, no obstante tanto Abbas como Netanyahu tienen su peor enemigo en Hamás, Abbas necesita acabar con Hamás para consolidar el pueblo palestino como Estado y País, Netanyahu necesita acabar con Hamás para proteger a su pueblo y negociar en paz, ahora sólo nos queda esperar los últimos acontecimientos y ver como los hombres hacen historia… una historia que puede de ser de paz o una historia aún más manchada de sangre.


Por Félix Esteves

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