A finales del Imperio Romano los emperadores Constantino y Licino reconocieron al Cristianismo como una religión y le otorgaron las mismas libertades y derechos que las religiones paganas existentes ya en Roma y en todo el imperio, este edicto se promulgo en el año 313 y se le conoce como el Edicto de Milán. Con el surgimiento del cristianismo en el imperio cambio la moral y hubo una gran restricción de la libertad sexual de los romanos. En el 342 los matrimonios gays se prohibieron por completo y cincuenta años después se da la primera pena relacionada con esta ley. El cristianismo fue la única fuerza organizada que sobrevivió a la desintegración del Imperio Romano, y fue adoptado por los pueblos germánicos quienes condujeron la estricta moral contra los homosexuales. La unión del cristianismo y las restricciones morales del imperio tardío influencio de forma significativa en la Edad Media y la radicalización de la iglesia se hizo cada vez más cerrada creando un clima de intolerancia hasta llegar al siglo XIV, momento de grandes persecuciones y de la extrema inquisición.
La antigua Iglesia primitiva no prohibía las relaciones homosexuales, excepto en los casos de violación infantil, en aquel entonces era muy común la compra de niños esclavos para explotarlos sexualmente, y por lo tanto ese tipo de prostitución masculina era muy mal vista, pero las relaciones sexuales entre dos hombres adultos era algo corriente y no era prejuiciada.
Juan Crisóstomo, Obispo de Constantinopla. Sus teorías dieron origen a la persecución a la colectividad homoerótica. |
Por Félix Esteves
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