domingo, 24 de octubre de 2010

HOMOSEXUALIDAD EN LOS TIEMPOS DE LA CRISTIANDAD PRIMITIVA.

A finales del Imperio Romano los emperadores Constantino y Licino reconocieron al Cristianismo como una religión y le otorgaron las mismas libertades y derechos que las religiones paganas existentes ya en Roma y en todo el imperio, este edicto se promulgo en el año 313 y se le conoce como el Edicto de Milán. Con el surgimiento del cristianismo en el imperio cambio la moral y hubo una gran restricción de la libertad sexual de los romanos. En el 342 los matrimonios gays se prohibieron por completo y cincuenta años después se da la primera pena relacionada con esta ley. El cristianismo fue la única fuerza organizada que sobrevivió a la desintegración del Imperio Romano, y fue adoptado por los pueblos germánicos quienes condujeron la estricta moral contra los homosexuales. La unión del cristianismo y las restricciones morales del imperio tardío influencio de forma significativa en la Edad Media y la radicalización de la iglesia se hizo cada vez más cerrada creando un clima de intolerancia hasta llegar al siglo XIV, momento de grandes persecuciones y de la extrema inquisición.

La antigua Iglesia primitiva no prohibía las relaciones homosexuales, excepto en los casos de violación infantil, en aquel entonces era muy común la compra de niños esclavos para explotarlos sexualmente, y por lo tanto ese tipo de prostitución masculina era muy mal vista, pero las relaciones sexuales entre dos hombres adultos era algo corriente y no era prejuiciada.

Juan Crisóstomo, Obispo de Constantinopla.
Sus teorías dieron origen a la persecución a la
colectividad homoerótica.
Uno de los primeros hombres de la iglesia que teorizó, reflexionó y especuló en contra de la homosexualidad fue Juan Crisóstomo. Este religioso cristiano patriarca de Constantinopla afirmaba que las relaciones homosexuales eran “contra natura”, ya que no tenían finalidad procreadora y que además ofendían por su desenfrenada pasión, entusiasmo y su exceso de deseo. Juan Crisóstomo era un admirador de la cultura clásica y conocía la existencia de los amores homoeróticos de la Antigua Grecia y de los romanos, hecho que al principio no condenaba de forma unánime las relaciones homoeróticas, sin embargo cuando su poder empezó a hacer amenazado recurrió a reformar la Iglesia de Constantinopla para ganarse el afecto del pueblo y comenzó a condenar el estilo de vida del alto clero y la elite, donde la homosexualidad era muy habitual. Este prelado de la Iglesia Cristiana Oriental será el precursor de las persecuciones a los homosexuales y durante todo el Bajo Medioevo sus escritos servirán para perseguir, hostigar y fustigar a la colectividad gay.

Por Félix Esteves

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