LA PAREJA GAY. Algunas pero importantes consideraciones...

La pareja homoerótica se parece en muchas cosas a la pareja heterosexual, se siguen muchas dinámicas similares, pero también la pareja homoerótica presenta varias diferencias que son interesantes conocer y discutir. Las intenciones y motivaciones de la pareja gay son muy diferentes a las de las parejas llamadas “normales”, en primer lugar no poseemos los fundamentos legales ni económicos del matrimonio, por lo menos en muchos países de América y casi todo el mundo; no somos una pareja que es reconocida por la sociedad ni por el gobierno, es decir para el Estado no existimos; la pareja o matrimonio homoerótico no tiene el propósito de constituir una “familia” con hijos, aunque muchas veces nos llenamos de nuestras queridas mascotas; ni nos unimos para establecer alianzas políticas o económicas.

La unión gay u homoerótica no tiene ninguna de las funciones tradicionales asociadas con el matrimonio heterosexual. Nuestra principal razón y soporte es de orden afectivo: El Amor. Cuando dos personas gays nos comprometemos a vivir juntos y a formar una pareja lo hacemos porque nos amamos o por lo menos nos llevamos súper bien y nos queremos. Este hecho de que la función y razón central y prioritaria de la pareja homoerótica sea de orden afectivo expone al mismo tiempo sus fragilidades y sus fortalezas, y es por esto que nos cuesta tanto trabajo legitimarnos ante la sociedad y el mundo; sin embargo, esto también le da intensidad y una libertad que pocas veces se ve en la pareja heterosexual.

Cuando dos personas se unen únicamente por razones afectivas, la relación es más auténtica, no existe la obligación ni el deber de seguir juntas, ni existe la presión de mantener el matrimonio por los hijos, ni por las apariencias sociales, ni por las relaciones familiares. Y es allí donde está la explicación principal de la inestabilidad en la pareja homoerótica. No se debe a que los gay seamos connaturalmente y peculiarmente inestables e inmaduros, como muchas veces supone la sociedad; nuestros rompimientos o fracasos en la pareja obedecen más bien a que nuestras relaciones están libres de toda presión social




Son muchos los casos donde  los lazos afectivos de las parejas
o uniones gays se consolidan a través de las amadas mascotas.

  Sin embargo la pareja gay no se desenvuelve con entera libertad, está prefijada por un conjunto de clichés o estereotipos. El cliché que más afecta a la pareja homoerótica es que se suele creer que la pareja homosexual está siempre condenada al fracaso y que nunca puede ser estable, porque los gays u homosexuales son celosos, inmaduros, inestables emocionalmente, promiscuos y por lo tanto una relación o pareja de este tipo no puede durar ni ser razonablemente feliz. Estos son algunos de los estereotipos más atribuidos aún a los homosexuales y a la pareja homosexual en muchas sociedades. Las investigaciones realizadas en los países desarrollados revela que el número de parejas homosexuales duraderas y estables son mucho mayor de lo cree y de lo que se suponía anteriormente. De igual manera, los celos, la infidelidad y la falta de compromiso son características también muy comunes en las parejas heterosexuales de hoy día.

El peor enemigo de la pareja homoerótica es creerse estos clichés o estereotipos,  no los han repetido tantas veces y por tanto tiempo que en muchas  ocasiones nos los creemos y lo aceptamos como la absoluta realidad, tal como lo explica Marina Castañeda: “No debemos, sin embargo, negar la importancia psicológica de los viejos estereotipos, por obsoletos que parezcan ahora. Pueden ser sumamente dañinos, sobre todo cuando los mismos homosexuales los han internalizado.” (1)

Las parejas homoeróticas como las parejas heterosexuales tienen problemas reales, pero otra cosa es que los gays saboteen su relación o unión de pareja por no creer en ella. Tal vez el peor problema al que se enfrentan las relaciones homoeróticas o gays es que se vive la relación al margen de la norma social, la pareja gay no puede describirse ni expresarse como pareja porque la sociedad no la reconoce como tal, y lo peor de todo es que en muchas sociedades y culturas no aceptan ni quieren su existencia.

El gay que no es aceptado por la familia se aísla de ésta...
entonces la cuestión es: Sí no me aceptan a mí
¿Cómo les digo que tengo pareja?

La pareja homosexual por lo tanto vive en la marginalidad de la sociedad y es ésta una condición por la cual se ve tan diferente a la pareja “normal”. Las parejas gays por sentirse entonces marginadas y apartadas buscan la compañía de otras parejas homoeróticas, pero no como supone la gente que es para compartir parejas o la realización de orgias, es simplemente para poder compartir en términos y circunstancias normales sus experiencias o sencillamente para conversar de la cotidianidad como cualquier grupo de parejas heterosexuales.

Otros de los problemas al que nos vemos enfrentados es el de la familia. Muchas veces el gay vive apartado o distanciado de sus padres y hermanos, tal vez porque desconocen su estilo de vida o porque fueron rechazados por su condición sexual, esto hace que la pareja constituida por un gay rechazado o en el caso de que los dos vivan distanciados de sus familiares, esta pareja se aparte aún más de sus progenitores y consanguíneos y vivan en el aislamiento familiar.

La amistad y la solidaridad es muy importante en el mudo gay
y es uno de los pilares de las parejas homoeróticas duraderas.

En la pareja homoerótica y principalmente la masculina la dimensión familiar se pierde. El universo de padres, hermanos, hijos, que constituye el trasfondo de cualquier matrimonio, se esfuma. La pareja gays tiene que sostenerse por sí sola, sin los enlaces afectivos y sociales y los proyectos que forman y respaldan la vida familiar. En este sentido la pareja gay tiene que crear un vínculo social de elección, o mejor dicho establecer, fundar, sembrar y cultivar una “Familia de Elección” o lo que llamamos comúnmente en Venezuela “La Familia Putativa.” Esta familia de elección por lo general esta constituida por amigos homosexuales u heterosexuales que aceptan nuestro estilo y nuestra condición sexual. La amistad es por lo tanto un pilar importante en el mundo homoerótico y en especial en la pareja gay, y es quizás esto lo que nos motiva a pasar más nuestro tiempo libre con nuestros amigos y no con nuestras familias, pues aunque muchas veces los familiares saben nuestra verdad, solemos cohibirnos de demostrar nuestro afecto y amor a nuestra pareja mientras somos observados, escudriñados y silenciosamente juzgados y calificados por algún o algunos familiares.

El universo afectivo en el  ambiente gay, aunque pocos lo crean o lo duden, es inmenso, muy grande y rico, la amistad, las querencias, la comprensión, la solidaridad entre otras muchas emociones y sentimientos, son muy importante en la vida de los homosexuales o gays, y por lo tanto para la pareja de homosexual. La unión de las personas homosexuales, ese "matrimonio que  nos niega la sociedad" se fundamenta primordialmente en los afectos, en el cariño, en la simpatía, en el apego, la estima y en la devoción por el otro, estamos hablando simplemente de amor y la pasión que va implícita en él.

(1) CASTAÑEDA, Marina. La experiencia homosexual. Ciudad de México,1999. Ed. Paidós.

Por Félix Esteves