Caen plumas blancas sobre mi pecho abierto
se congela mi alma con el frío de este infierno.
Voy paleando la nieve... regando brillante sal
sin ganar nada, solo el ardor del dolor eterno.
Duro y difícil a sido este amor y su invierno.
Impecable como un iceberg boyado en el océano.
Con mi barca triste chocando siempre como ciego.
Sin bastón, sin lazarillo y sin su perro bueno.
Sin bastón, sin lazarillo y sin su perro bueno.
Helada brisa que lanza sus filosas dagas de hielo
van cortando mi piel, rasgando mi sentimiento.
Voy muriendo con este amor duro como el averno
Tan gélido, tan glacial ... como fue tu último beso.
Invierno que tan pronto llegaste... y yo tan solo
Márchate y déjame con mi suerte de ciervo muerto.
Invierno que tan fácil me dejaste de amor huérfano
solo como muere helada en la mar la espuma de sal
Como muere el gorrión que no emigra en el invierno.
Tan gélido como tu abrazo
Tan glacial como tus besos
Así... Así muero congelado con tu frialdad
con tu indiferencia y tu frío aliento.
Por Félix Esteves
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