INFANCIA
Apenas rosa, apenas tallo leve
de buen vivir, apenas mariposa
por la corriente del samán umbrosa
o por la rosa de tranquila nieve.
Jazmín en la cintura por lo breve
y en los ojos comarca silenciosa
y derramado cuervo en la espaciosa
cabellera que el hálito conmueve.
Luminosa presencia sustituida
por desatados ámbitos vitales,
ausentes al verde oscuro sometida,
el frágil pecho de incipiente nieve,
el pie con su pequeña flor lejana
y la sonrisa por el aire leve.
SONETO DEL DESEO MÁS ALTO
Necesito un anillo delirante
para la oculta sombra de mi mano
un archivo de mar para el verano
y documentos de agua suplicante.
Para mi mano un riguroso guante
de piel de viento y pensamiento vano
y la mesa de juego donde gano
contra la muerte mi color menguante.
Una sortija de algas con países
y lenguas diferentes, con nocturnos
bisontes y cuadernos vegetales
para mi mano los rebaños grises,
las edades de tactos taciturnos
y el pulso de los secos minerales.
ASÍ ERA, ASÍ ES
Este es vuestro árbol. Así era. Así es.
Pájaros tejen en su aliento coronas de éxtasis.
Brisas aseguran siseos para el acecho del halcón.
Aires enhebran pálidos huevecillos de miedo.
Ella se oculta en propia cueva donde permanece niña.
Allí rememora encajes, participaciones y requerimientos maternos.
Luego vuelve a su estatura de anciana
cuya sombra se funde en perspectivas de soledad y nieblas.
Ana Enriqueta Terán (Valera, Edo. Trujillo, 1918) se pasea con excelente dominio por los sonetos, madrigales, los versos libres y más formas de poesía, creando mundos interiores únicos donde la palabra es poema y el poema se hace llama del alma y del espíritu. Y es que esta insigne poeta venezolana conoce con perfección la palabra y maneja como una artesana araña las "telas" y "telarañas" de la escritura. Según la crítica especializada es la poeta más talentosa del quehacer poético venezolano.
La poesía de Ana Enriqueta Terán nos sabe a melancolía contenida, a erotismo sosegado, a pasión de aromas de amores nostálgicos, a sabiduría de la tierra y de dioses extraños. Su escritura no tiene frontera de tiempo y espacio, sus letras van más allá de lo metafísico y de lo surrealista.
Quizás lo mejor que defina el carácter explosivamente poético de Ana Enriqueta Terán sean sus propias palabras:
"Escribo poesía y punto. Pero, contra la palabra y el verbo no puede ir ninguna técnica o adelanto, por mágico que sea. El poema subyace por sí mismo."
"Escribo poesía y punto. Pero, contra la palabra y el verbo no puede ir ninguna técnica o adelanto, por mágico que sea. El poema subyace por sí mismo."
Por Félix Esteves
mejora la imagen de esta pagina...! recuerda que la primera impresion es importante!!!
ResponderEliminar