Ya una eternidad
y es ahora que veo líneas en mi techo.
Las cuento... una a una
tratando de recuperar el tiempo.
Las hay gruesas como lo son mis tormentos.
las hay finas como lo fueron los hilos de mis sueños.
Una a una
las voy grabando
tratando de explorar lo que se me avecina y no entiendo.
Líneas... una a una...
Unas difusas como los destellos frágiles de mis alegrias.
Unas densas como las cicatricez de mi aéreo cuerpo.
Líneas antiguas
trasnochadas
que se bifurcaron ayer... hoy... de nuevo sobre mi pecho.
Me duelen las líneas... y ya es una eternidad.
Las he llevado siempre
y ahora es que me doy cuenta de ello
bajo la soledad de mi silencio.
Me duele vivir
y ya es una eternidad...
Por Félix Esteves
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