No he de tener un pesebre
Ni una estrella del cielo
orfebre
Que vele mi soledad en
diciembre.
No he de oler el rico jengibre
Que estimula de mi
alma el hambre
De tener en mi boca tú
nombre.
Navidad triste, como
ya es costumbre
Como cuando dejaste
con gesto fúnebre
Mi lecho como ave que
emigra en octubre.
Qué dolor de yermo de
hombre
Que mi ánimo ahora
solo nombre
Ese amor que ayer fue
dulce y hoy salobre.
Triste navidad... Amargo diciembre
Que más que un
invierno ya no tengo lumbre
Para calentar mi corazón
hecho colambre.
Por Félix Esteves
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