El buen sexo debe
involucrar todos los sentidos, pues el placer es multiplicado. No obstante
existen muchos tabúes y miedos que aminoran ciertas prácticas al hacer el amor.
Una de ellas es el sexo oral y no se dan cuenta que esta experiencia es
necesaria para conocer el cuerpo de la pareja y el propio de una manera
placentera y gratificante.
Lo primero que
aprendemos, damos y que nos ofrecen es el beso, el amor y el deseo erótico
puede que empiece con los ojos, pero se hace tangible primeramente con la boca,
los labios y la lengua. Besar es la chispa que prende la excitación, el hecho
de juntar la boca del ser amado o deseado a la nuestra, y luego recorrer los
cuerpos con ellas incluyendo las áreas genitales y otras partes estratégicas
pueden ser el mayor explosivo de la elevación sexual.
El sexo oral es una
de las formas más deliciosas del amor, y para realizarla sólo se necesita
imaginación, confianza, higiene y el deseo. No obstante, como dije antes,
existen muchos miedos y tabúes que evitan que esta práctica se haga a plenitud
y dejan de disfrutar del cuerpo del otro y del propio.
Todas las variantes
del disfrute erótico-sexual tienen sus riesgos, pero como todo, hay que
buscarle la vuelta, superar los miedos y entregarse de completo al acto
amatorio para cumplirlo a cabalidad. Tanto el fellatio como el cunnilingus
requiere de cuidado, delicadeza, destreza (claro esta se adquiere con la
práctica), pero sobretodo pasión.
Cuando el sexo oral
es practicado a un hombre por una mujer u otro hombre es llamado fellatio o
felación, y cuando el sexo oral es practicado a una mujer por un hombre o por
otra mujer es llamado cunnilingus; como vemos esta práctica es muy versátil y
no distingue sexos.
La felación[1]
es la forma en que se estimula la excitación del hombre a partir de besar,
aspirar, chupar, lamer, oler y por qué no también escuchar sus genitales, es
decir, pene, testículos, ano, nalgas, y zonas cercanas. Las terminaciones nerviosas que rodean al
glande son los puntos de mayor excitación en el hombre, por lo que lamerlo y
acariciarlo con la lengua y los labios puede llevarlo a un colosal éxtasis. No
obstante, tenga cuidado, no intente jamás soplar dentro del pene cuando lo
tenga en su boca, se ha demostrado que puede ocasionar algún tipo de infección
por las bacterias que habitan de manera normal nuestra cavidad bucal.
El cunnilingus,
palabra que proviene del latín "cunnus", que significa vulva, y
"lingere" que significa lamer[2].
Es una actividad delicada que requiere utilizar con suavidad y paciencia lengua
y labios, y con mucho cuidado los dientes al rozar el clítoris, de forma que
sea el camino por el que se puede llevar a la mujer al máximo placer, algunas
mujeres prefieren esta práctica, pues a través de ella es la única forma de llegar al orgasmo.
Cuando felación y
cunnilingus se realizan al mismo tiempo se le conoce como 69, pero igualmente
cuando es una doble felación (Hombre con hombre) o doble cunnilingus (mujer con
mujer) sigue siendo conocido por el numero 69.
UN POCO DE HISTORIA
El sexo oral se ha
practicado toda la vida, hay ilustraciones, pinturas, esculturas y escritos que
así lo confirman. Aunque la cultura humana haya pasado por épocas más o menos
permisivas, y nos cueste pensar en nuestros abuelos y tatarabuelos haciendo, la
historia del sexo oral es tan antigua como la del sexo.
En la cultura del
antiquísimo Egipto tenemos el mito de Osiris que fue asesinado por su hermano,
y troceado en catorce partes. Su hermana Isis encontró trece partes de su
cuerpo lo cual juntó todos los trozos, pero por supuesto, el trozo que faltaba
era el del pene. Entonces, ella le hizo uno nuevo de barro, y para
reencarnarlo, se lo llevo a la boca y por allí le dio el soplo de vida. Según
la historia mitológica ella mantuvo relaciones orales con el cadáver.[3]
Igualmente el Dios Atum se realiza una autofelación y escupe su semen dando
lugar a los dioses Shu (el aire) y Tephnut (la humedad), como lo relata la
siguiente cita:
“When the water subsided, the first land to
appear was the Ben Ben stone. On it stood the Sun God Atum, who created
himself. In some legends, Atum was replaced with Ra, who later merged with Amun
to Amun Ra. Atum performed auto fellatio and spat out Shu (the air) and Tephnut
(the moisture).”[4]
En la milenaria
India tenemos el “Kama Sutra”, el cual tiene un capítulo entero dedicado al arte del
encuentro oral, que en sánscrito se llama “auparishtaka”.[5]
El Kama Sutra es un libro que cronológicamente se sitúa en el periodo Gupta que
sucedió entre el 240 y el 550 d. C. Lo interesante del libro es que en el
capitulo IX dedicado al Fellatio se incluye la técnica de felación realizada
por el tercer sexo o por homosexuales, tal como se afirma en el siguiente
texto:
“The four previous chapters dealt with woman
ranging from the various kinds of embraces to virile behavior.
This fifth chapter, dealing with buccal coition
(Auparishtaka) describes the third sex (Tritiya Prakriti), which has two
asptect.
People of the third sex (Tritiya Prakriti) are
the two kinds, according to whether their appearance is masculine or feminine.”[6]
Tritiya Pakriti es como son designado o llamados, mayormente los hombres
homosexuales en la antigua India, y pueden ser hombres masculino o que visten
como mujeres. La filosofía hindú tiene el concepto del tercer sexo
(tritiya-prakriti, literalmente: ‘tercera naturaleza’) en el que se creen
mezcladas las naturalezas masculina y femenina. Esta categoría incluye a un
amplio espectro de personas tales como intersexuales, transexuales,
homosexuales y bisexuales. El Kama Sutra también alude a las svairini (lesbianas),
de las que dice que son mujeres independientes que frecuentan a las de su misma
clase o a las demás y mantienen relaciones con otras mujeres.
En la antigua Roma,
la felación como el cunnilingus fue un acto que ocupaba un lugar interesante,
no llegó a ser de todo tabú pero según el contexto fue mal visto. Hacer una
felación se consideraba una acción pasiva, por lo cual fue utilizada para
dominar y castigar subordinados, y no tan frecuentemente como práctica sexual
entre dos iguales. Un hombre podía exigir a una mujer o a otro hombre cuya
clase social era más baja el hacerlo, así no era sólo un acto sexual, sino
también una demostración de poder. Mal visto o no, la práctica fue lo
suficiente común para merecer no uno, sino dos verbos en latín, uno que
describía el acto de dar, y otro para el acto de recibir. Aunque el cunnilingus
se consideraba una práctica sucia, gracias a algunas pintadas hechas en los
baños públicos y a palabras talladas en las paredes, se sabe que algunos
prostitutos masculinos esperaban en las esquinas de estos baños a mujeres que
solicitaran sus servicios.
La cultura moche
del antiguo Perú refleja en su hermosa cerámica prácticas de sexo oral. Y lo
que es mejor aún 1900 a.C. se practicaba dentro de los pueblos bíblicos, según los
investigadores arqueólogos Graham Harris y Tony Beardow en los antiguos valles
del Eufrates y el Tigris y zonas aledañas era común los actos sexuales que no
conducían al embarazo, como la masturbación, la felación, el cunnilingus y el
sexo anal.[7]
Durante la Edad
Media y el Renacimiento la Doctora Amanda Polar nos dice:
“En los
Penitenciales se establecen reglas para realizar el acto sexual en el
matrimonio, sin caer en el vicio y en el pecado de la lujuria. Se restringe una
serie de prácticas, posturas y tiempos: no se debía practicar el sexo oral ni
anal, pues su único propósito era el placer que de él se derivaba.”[8]
El sexo oral ha
estado presente en todas las épocas históricas, pues es parte de la naturaleza
humana amarse y disfrutar de nuestro cuerpo y del cuerpo de la pareja; algunas
veces ha sido penalizada ciertas prácticas, pero en el secreto de la alcoba
todo era y es permisible.
CONSIDERACIONES
HIGIENICAS Y DE SALUD.
Es de vital
importancia a la hora de la práctica del sexo oral seguir una higiene, pues
además de ser la mejor tarjeta de presentación (e invitación) es la mejor
manera de eliminar gérmenes (tanto en boca como en el área genital) que podrían
causar problemas de salud.
El sexo oral cuenta
también con un halo de inseguridad que limita su práctica, debido
principalmente a que tanto semen como secreciones genitales son vehículos
trasmisores de virus, bacterias y hongos, generadores de enfermedades venéreas.
De éstas, amplio número puede contraerse por contacto oral, pero las más
comunes suelen ser Gonorrea, Herpes, Sífilis, Papillomavirus Humano y SIDA VIH,
siempre y cuando uno de los dos miembros de la pareja esté infectado:
“Según explica el
Dr. Fernando Abarzúa, gineco-obstetra especialista en enfermedades infecciosas
de la Unidad Materno Infantil de la Universidad Católica, las ETS por sexo oral
se transmiten por el simple contacto. ‘Por ejemplo, si un hombre tiene úlceras
en el pene, ya sea porque tiene Herpes Simple 2, o Chancro Sifilítico, y la
mujer le hace sexo oral, le puede transmitir a ella esas úlceras hacia la boca.
Esto ocurrirá siempre que la persona no contagiada presente algún tipo de
lesión o herida en la parte de contacto’, especifica el ginecólogo.”[9]
El riesgo real es,
principalmente, para las personas que la realizan, por lo que se aconseja el
uso del preservativo en el caso de la felación y al cuadrado de látex en el
caso del cunnilingus a la hora de practicar sexo oral.
SEXO ORAL Y SIDA
VIH.
La probabilidad de
transmisión del VIH de una persona infectada a una no infectada varía
significativamente dependiendo del tipo de exposición o contacto de que se
trate. El riesgo de infectarse con VIH a través de contacto sexual oral sin
protección (sin un condón) es más bajo que a través de un contacto sexual por
vía anal o vaginal sin protección. Sin embargo, incluso una actividad de bajo
riesgo puede constituir un mecanismo de infección importante si se realiza con
frecuencia. El Proyecto Opciones determinó que un 7.8% (8 de cada 102) hombres
del área de San Francisco que habían contraído la infección recientemente y que
tienen relaciones sexuales con otros hombres seguramente se habían infectado
por contacto sexual por vía oral. La mayor parte de estos hombres pensaban que
el riesgo era mínimo o inexistente.[10]
El sexo oral con
una persona infectada con el VIH no está exento de riesgos. La prevención del
VIH es más importante que nunca. Algunas personas han indicado que están menos
preocupadas por el VIH debido a los nuevos tratamientos y están siendo menos
cuidadosas. Este estudio es una invitación a ser realista: el VIH dista mucho
de ser un problema resuelto, sigue siendo una enfermedad grave y crónica que es
mejor prevenir. Las recomendaciones en materia de prevención de la transmisión
del VIH por vía sexual siguen siendo las mismas. Para protegerse es necesario
tomar precauciones en cualquier tipo de actividad sexual, ya sea contacto
sexual con sólo un compañero no infectado, uso de condones en las relaciones
sexuales o contactos sexuales orales, o realizar actividades de bajo riesgo
tales como masturbación mutua.[11]
FELLATIO Y VIH
De todos los variados actos sexuales, el que con frecuencia causa la
mayor de las confusiones en términos de riesgo es el fellatio. El hecho es que
la mayoría de los expertos acuerdan que la fellatio no es una ruta eficiente de
transmisión del VIH. Sin embargo, ésto no significa que no pueda ocurrir.
Debido a que la fellatio sin protección puede resultar en que los
fluidos corporales de una persona entran
en contacto con tejido de la mucosa o lesiones abiertas, úlceras o cortes en la
piel de otra persona, existe un "riesgo teórico" de transmisión del
VIH. El "riesgo teórico" significa que el paso de una infección de
una persona a otra es posible, a pesar de no haber ningún caso (o unos pocos)
documentado. La práctica del coito anal o vaginal sin protección, actuando como
pareja receptiva con una pareja VIH positiva es un riesgo que está documentado,
que ha mostrado en numerosos estudios, ser un factor de riesgo independiente de
infección con el VIH. La práctica del sexo boca-pene sin protección es un
riesgo teórico, dado que se considera posible, pero nunca se ha demostrado que
sea un factor de riesgo independiente de infección del VIH.
Se han realizado muchos estudios que han hecho seguimientos muy de cerca
a parejas homosexuales y parejas heterosexuales, en las cuales uno de ellos era
VIH positivo y el otro era VIH negativo. En todos los estudios las parejas que
usaron condones correcta y consistentemente durante cada una de las
experiencias de coito vaginal o anal—pero que no usaron condones durante el
sexo oral—no se observó la transmisión del VIH de la pareja positiva a la negativa.
Existen tres reportes de casos y unos pocos estudios que sugieren que
algunas personas han sido infectadas con el VIH como resultado de sexo oral sin
protección. Sin embargo, estos casos y estudios incluyeron a relaciones de
hombres con hombres, los hombres que fueron las parejas receptivas (la persona
que realiza el acto de succión) durante el sexo oral sin protección con otro
hombre VIH positivo. No existe ningún reporte de casos ni estudios documentados
de infección con el VIH entre mujeres receptivas que practicaron sexo oral sin
protección. Aún más importante, no existe ningún caso documentado de
transmisión del VIH a la pareja activa (la persona que recibe la succión)
durante el sexo oral sin protección, tanto entre Homosexuales o heterosexuales.
La persona que succiona el pene tiene mayor riesgo de contraer VIH, pero
es un riesgo que no se ha estudiado lo suficiente y por lo tanto no existen
documentación exacta. De todas maneras para reducir el riesgo Para no permitas
que entre semen en tu boca. También considera usar un condón no lubricado (tal
vez saborizado) cada vez que tengas relaciones sexuales con una pareja que sea
VIH positiva o si no conoces su estado de VIH. Igualmente evita lavarte los
dientes o pasarte hilo dental inmediatamente antes del sexo oral ya que puedes
cortar, rasgar y causarte heridas y abrasiones en la boca que pueden servir de vías de entrada para el
VIH.
CUNNILINGUS Y VIH
Tal como ocurre en los estudios de la fellatio, es muy difícil evaluar
los riesgos del sexo boca-vagina, dado que en la mayoría de las encuestas las
personas respondieron que no habían evitado otros tipos de actividad sexual sin
protección. Sin embargo, existen reportes que señalan un caso de transmisión
del VIH de mujer a mujer vía cunnilingus y otro caso de transmisión del VIH de
mujer a hombre vía cunnilingus. En ambos casos la transmisión fue de la pareja
receptiva (pareja que recibe el sexo oral) a la pareja activa (pareja que
realiza el sexo oral). No existen casos documentados de transmisión del VIH de
la pareja activa hacia la receptora.
Para reducir el riesgo debes utiliza una barrera de látex entre la boca
y la vagina. Una barrera de látex reduce el riesgo de que los fluidos vaginales
o la sangre penetren en la boca.
SEXO ORAL ANAL y VIH.
El sexo boca-ano se lo conoce como analingus o "rimming" (en
inglés), no se considera un factor de riesgo independiente para el VIH. Sin
embargo, ha demostrado ser una ruta de transmisión para la hepatitis A y B, así
como también para infecciones parasitarias como la giardiasis y la amebiasis.
Para reducir el riesgo utiliza una barrera de látex entre la boca y el
ano. Una barrera de látex reduce el riesgo de que los fluidos anales o la
sangre penetren en la boca. También se puede usar como barrera el plástico que
se usa para envolver alimentos.
El VIH se transmite
no sólo por el semen y la sangre, sino también por las secreciones vaginales y
las lubricantes de la uretra masculina contaminadas, facilitando su ingreso al
organismo a través de heridas por donde haya contacto con sangre, sabemos que
los estudios que se han realizados no son suficientes, pero en el caso que
vayas a tener cualquier tipo de relación con personas desconocidas y que no
sepas su status referente a cualquier enfermedad o infección de trasmisión
sexual utiliza protección.
A continuación les
dejo una página web interesante sobre VIH y su forma de contagio y como se
puede prevenir:
EL PLACER DEL SEXO ORAL
Enfrentarse a lo
desconocido puede ser sumamente atractivo, o todo lo contrario, para quien
incursiona por primera vez en el sexo oral. Uno de los mayores temores es que,
como punto culminante de la felación, el hombre eyacule en la boca de su pareja,
lo que predispone a muchos, tanto mujeres como hombres, a pensar que será un
acto que no podrán soportar y que les causará algún tipo de daño, especialmente
hablamos de enfermedades de trasmisión sexual.
El semen o esperma
es el líquido que secretan las glándulas genitales masculinas, su sabor es algo
insípido y su textura viscosa. En cada eyaculación pueden expulsarse entre 3 y
5 centímetros cúbicos, aproximadamente; cada milímetro cúbico contiene, en
promedio, entre 200 y 300 millones de espermatozoides.
Si la persona que
realiza la succión no quiere que su compañero eyacule en la boca, es bueno que
lleguen a un acuerdo y que se den una señal previa para poder retirar el pene a
tiempo. Pero si esto no llega a coordinarse y se presentara la situación de
entrar el semen en la cavidad bucal, bótelo,
escúpalo, y lávese la boca con suficiente agua. Si usted confía en su pareja y
piensa que no habrá ningún daño, y se quiere tragar el semen hágalo, no se
limite se sabe que el semen aporta proteínas, vitaminas y muchos minerales.[12]
Para terminar,
cuando se haga el sexo, vale la pena pensar
y considerar que es muy importante que cada uno de los participantes de una
pareja o de un trió, o más, es necesario que se conozcan las preferencias del
otro o de los otros, siempre bajo condiciones de respeto, amabilidad,
sinceridad, y comprensión. Si después de hablarlo alguno de los dos o de los
miembros no quiere practicar sexo oral, no hay por qué preocuparse; el sexo es
muy rico y variado y toda pareja puede encontrar muchas otras formas de dar y
recibir placer. Sí es el caso de un trío o más de seguro que habrá alguien dispuesto
a ser la estrella del sexo oral. De todas maneras
les digo que para disfrutar plenamente la vida sexual es necesario siempre la prevención
y la protección, pues nos asegura una larga vida sexual y mientras más podamos
disfrutar de ella, mejor será nuestra vida en su totalidad.
Por Félix Esteves
[4] Eichhorn, Günther. Ancient Egyptian
Mythology: Travel pictures from Egypt. http://gei.aerobaticsweb.org/egypt_mythology.html
[7] Graham Harris y Tony Beardow. Sodoma and Gomorra. En: Archaeology. Volumen 49 Número 4, julio / agosto de 1996
[11] Ibídem.