Se levanta la noche de luto
sin estrellas, sin astros y sin luceros
toda vestida de sombra y con temible velo
el frío... su respirar y su aliento
el temor... su fiel compañero
y la luna fantasmal esconde su pálido rostro
en el abrazo roto de un nubarrón negro.
Y en un árbol solitario...
Un gorrión cuidando a sus polluelos
observa hacia lo oscuro
siente el aire enrarecido y pérfido
huele a muerte y a su terrible veneno
escucha el trueno retumbando en el cielo
avisando muy tarde la caída del relámpago traicionero...
Echándose a volar asustado al instante... justo en el momento.
Y mientras vuela en el cielo corrupto
observa triste como se convierte en fuego
su árbol...
su nido...
y sus inocentes polluelos.
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