martes, 7 de febrero de 2012

TÚ... MI PARAÍSO.

Son tus ojos mi azul firmamento
aunque tus pupilas se vistan de castañas.
No he de preocuparme  por el alimento
con tus besos tengo y tu fruto abierto.
Me sosiego el alma en tu abrazo tierno
mientras juego a escondidas en las marañas
de tu dulce pecho.
Tu eres mi iglesia
mi fe y mi credo.
Por ti pelearía guerra santa
como cualquier caballero
y moriría en la batalla
sabiendo que aún así te pierdo.

Es tu boca mi profundo océano
donde navego hasta cuando sueño.
No he de preocuparme por aprender
tú me das lo que he saber, eres libro abierto.
Te descifro cada noche, y cada día aprendo algo nuevo
mientras reviso tu rincón más oculto
de tu floreciente huerto.
Tú eres mi ley
mi juez, mi policía y mi carcelero.
Por ti iría a la inhóspita cárcel
como cualquier reo
con tal que tú esposes mis manos
y me aprisiones con tus muslos de hierro.

Tu sexo es el paraíso
donde estoy más cerca del cielo.
Tú eres el ángel
que me obliga a pecar de nuevo.
Y me votas de tu Edén
con tu serpiente en mi cuello
y voy rogando como un mártir
hasta volver a tu elíseo cuerpo .


Por Félix Esteves

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