Una pequeña presentación

Los Mínimos y Máximos de Félix Esteves es una casa, un hogar, construido con amor, esfuerzo, dedicación y hasta con aburrimiento. Tiene muchas puertas donde todos pueden entrar. Tiene muchas habitaciones, donde de seguro en algunas podrás sentirte cómodo, y en otras, tal vez contrariado y hasta… por qué no… molesto. Sin embargo su propósito no es agradar ni molestar, no es ganar amigos ni enemigos… de todas maneras ambos son bienvenidos; su fin es mostrar y demostrar lo variopinto de una mirada, la pluralidad de una cosmogonía a través de mi “micromundo”, de lo exterior visto y sentido desde mi interioridad… es un grito contra la discriminación, es un arrullo de amor a la diversidad, es mi tarjeta de presentación como ser humano, como hombre, como gay y miembro de la comunidad LGBT... tal vez es algo más… no lo sé… aún lo estoy averiguando.

Félix Esteves

Amigos de Los Mínimos y Máximos

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lunes, 23 de agosto de 2010

EL PRÍNCIPE...Más Vigente que Nunca.

Nicolás Maquiavelo, 1469-1527
El Príncipe es un tratado en 26 capítulos sobre las soberanías, en dichos capítulos se explica qué son, cómo se logran, cómo se mantienen y por qué se pierden dichas soberanías. En esta obra de Nicolás Maquiavelo se considera la política como una ciencia exacta, muy independiente de la moral y la ética, y para la cual una matanza, por ejemplo, si es lo suficientemente eficaz para suprimir a todos aquellos que pudieran oponerse a la soberanía o estado, es una buena acción; de igual manera una mentira, si tiene éxito, es una perfecta y hermosa maniobra; una terrible traición, si desequilibra al opositor, es un acto notable de sabiduría y buen sentido. Es decirn que el enunciado básico de Maquiavelo en su libro “El Príncipe” es el Triunfo cueste lo que cueste. Los argumentos que expone Nicolás Maquiavelo no se basan en ningún supuesto moral más allá de una forma cruda, despiadada y brutal de utilitarismo egoísta: el único fin es mantener el principado, el estado, el gobierno: “el fin justifica los medios”.

Lorenzo II pareciera estar caminando por las calles de Caracas un día como hoy lunes 23 de Agosto, después de que este domingo se realizara el simulacro de las venideras elecciones de asambleistas de la República Bolivariana de Venezuela. Un simulacro que se vio infectado de violencia en algunos lugares donde los partidarios del gobierno le negaban la participación al voto a la oposición. Desfiles de autobuses con consignas y propagandas oficiales llegaban a los centros de votación orquestado por un “Maquiavélico Príncipe” para hacer creer que su fuerza reside en el amor del pueblo que es capaz de matar y luchar por ÉL (Patria, Socialismo o Muerte), pero su fin es sembrar el miedo y la cobardía en una oposición y en un verdadero pueblo que se siente cansado de tanta mentira y tanta traición… “El fin justifica los medios”… sembrar el miedo. Pareciera que el propósito es que no salgamos a votar. Otro enunciado de El Príncipe retumba en Caracas con la misma vigencia que retumbaba en la República Florentina de los Medici: Los Príncipes deben ser amados y temidos simultáneamente. Pero como estas relaciones raramente existen al mismo tiempo, es preferible ser temido que amado. Maquiavelo fundamenta su pensamiento en que en el momento de una revolución, el pueblo puede que se olvide del amor, pero el temor siempre lo perseguirá, en consecuencia, si un soberano es temido hay menos posibilidades de que sea destronado… en nuestro caso, derrocado con el voto plural y limpio que debemos realizar todos este 26 de Septiembre en las próximas elecciones, un derecho y un deber que todos sin miedo tenemos que ejercer.

Por Félix Esteves.

miércoles, 16 de junio de 2010

LAS MUSAS ABANDONAN A VENEZUELA



Tristemente desde hace ya varios años el Arte Venezolano viene siendo golpeado en todas sus variantes. Premios como el Rómulo Gallegos ha caído en la miseria de la politización, el Ateneo de Caracas que antes eran centro de grandes eventos de la escena teatral, el cine, la música y otros muchos más, ha mermado a pesar de los esfuerzos de sus directores. El Teatro Teresa Carreño que otrora fuera uno de los centros culturales más importantes de America latina, donde se presentaban desde el Ballet Bolshoi, Marcel Marceau, Lindsay kemp, Julio Bocca, Mercedes Sosa, Michel Petrucchiani, y sede principal de la vida Operística de Caracas, Festival Internacional de Teatro de Caracas y del Festival de Música Contemporánea Latinoamericana, entre otros, ahora solo es el escenario del Presidente de la República. Ni hablar de los museos, después de tener el MACCSI, orgullo de los venezolanos, con una colección de arte que era envidiada hasta por los países del primer mundo ahora simplemente es un deposito de obras, y sabrá Dios hasta cuando será eso, pues como sabemos el Ministro Francisco Sesto anuncio que las colecciones de los museos de la Fundación Museos Nacionales serían reunidas en un solo depósito, el de la nueva sede de la Galería de Arte Nacional.


Jardin de Escultura del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas. Atrás el Teatro Teresa Carreño también visitado por las Parcas vestidas de Rojo.

El Museo de Arte Contemporáneo de Caracas fue por mucho tiempo un centro de cultura, de lunes a domingo un centenar por no decir miles de personas se movilizaban por Parque Central para disfrutar del arte, siempre había una exposición nueva, un nuevo artista que conocer, sus salas nos brindaban todos los movimientos artísticos contemporáneos. La biblioteca del museo que habría todos los días siempre estaba repleta de investigadores, estudiantes de todos lo niveles y hasta curiosos, el museo en su totalidad seducía a todos por el aire de desarrollo cultural que se respiraba en él, parecía que estábamos en el Guggenheim, o en el Centro J. Paul Getty u otro centro cultural de cualquier país desarrollado, los fines de semana siempre en los espacios abiertos del museo había un concierto, un representación teatral al aire libre, danza, cualquier manifestación artística era posible en ese gran museo concebido por Sofía Imber.

Es una desgracia inmensa pensar o ver a diario que lo que fue muchas veces el primer museo de todas las Américas ahora solo es un armazón de cemento, se ha convertido en un elefante blanco, sus salas ahora siempre están abandonadas, en la biblioteca los libros gritan que los acaricien, que los lean. De seguro los cuadros de Pablo Picasso, Joan Miró, George Braque, Fernando Botero, Armando Reverón y otros estarán llorando por su terrible destino, porque las musas que antes se paseaban con los asiduos o casuales usuarios parece que también los abandonaron, y ahora solo se ve entre las sombras unas feroces parcas vestidas de brillante rojo.




Por Félix Esteves

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