Una pequeña presentación

Los Mínimos y Máximos de Félix Esteves es una casa, un hogar, construido con amor, esfuerzo, dedicación y hasta con aburrimiento. Tiene muchas puertas donde todos pueden entrar. Tiene muchas habitaciones, donde de seguro en algunas podrás sentirte cómodo, y en otras, tal vez contrariado y hasta… por qué no… molesto. Sin embargo su propósito no es agradar ni molestar, no es ganar amigos ni enemigos… de todas maneras ambos son bienvenidos; su fin es mostrar y demostrar lo variopinto de una mirada, la pluralidad de una cosmogonía a través de mi “micromundo”, de lo exterior visto y sentido desde mi interioridad… es un grito contra la discriminación, es un arrullo de amor a la diversidad, es mi tarjeta de presentación como ser humano, como hombre, como gay y miembro de la comunidad LGBT... tal vez es algo más… no lo sé… aún lo estoy averiguando.

Félix Esteves

Amigos de Los Mínimos y Máximos

miércoles, 22 de mayo de 2013

SER HOMOSEXUAL EN LA INDIA




Durante los últimos tiempos la economía india ha tenido una tasa de crecimiento anual del PIB de en torno del 5,8%, transformándola en una de las economías mundiales de más rápido crecimiento.1 Dicho desarrollo económico ha llevado a esta nación de cultura muy cerrada, y que por sí ya es considerada un subcontinente, ciertas formas y maneras occidentalizadas, es decir la India y su marcado desarrollo económico se ha abierto a una transculturización nunca antes vista, ni siquiera cuando su vasto territorio era colonia de la corona inglesa. Esta transculturización de buena manera ha cambiado el pensamiento de cierta parte de su población con respecto a libertades nunca pensadas por mentes cultivadas por una cultura de milenios, donde las castas son muy cerradas, donde la religión no permite cambio, donde la ideología de vida es estricta y muy severa.

Una de esas libertades corresponde a los derechos de la comunidad LGBT. En las grandes ciudades de la India se ha levantado instituciones no gubernamentales  y un sinfín de grupos que forman y apoyan  el colectivo nativo LGBT, y una muestra es que a partir del 2003 en Nueva Delhi, Bombay, Calcuta y Hyderabad se celebran la Marcha del Orgullo Gay, exigiendo igualdad y los derechos de las minorías sexuales del país. Este desarrollo en la India durante la última década, refleja la creciente disposición de los gays a salir a la luz. No existen cifras oficiales sobre el número de personas gays de la India, pero según una encuesta arrojó una mínima cifra de  1,3 millones de personas que son gays o lesbianas en un país que supera los 1.241.492.000  habitantes, es decir 0,104% de gay y lesbianas, pero esta cifra no es cierta pues no tomo en cuenta los transgénero, además que todavía muchos indios temen declarar su verdadera identidad sexual. Sin embargo una  ONG india, que promociona  los derechos de las personas LGBT pone el número en más de ochenta millones de personas, es decir casi el 6% de la población.2

No es que los actos homosexuales fueran desconocidos en la India, pues la homosexualidad es tan antigua como sus mismos dioses, pero desde que este país entro a la globalización, los indios LGBT empezaron a concientizarse sobre la situación de discriminación en que vivían.  En muchas de las culturas tradicionales hindúes, los hombres pueden tener relaciones con otros hombres, mientras que al mismo tiempo llevar una vida marital con mujeres y tener hijos. Sin embargo de eso “no se habla”, y por lo general, el hombre que mantiene dicha relación con un hombre casado, es culpado o estigmatizado como “la otra”. Por otra parte hay textos y documentos antiguos que hacen referencias a la conducta homoerótica, no obstante la conducta homosexual es rara vez mencionada con aprobación, y los juicios sobre la homosexualidad femenina son especialmente duros.

Existe una subcultura underground de la homosexualidad, que no es perseguida violentamente en la India, pero son tratados como parias, son considerados como un segmento de la sociedad “casi necesarios” pero indeseables, es decir, que en una sociedad estratificada en clases muy diferenciadas, los homosexuales están en la última casta: …“un encuentro anti-natural con un hombre, es declarado como la causa de la pérdida de la casta”… 3 Esta ley tan antigua, Leyes de Manu Smriti que es un importante texto sánscrito de la sociedad antigua de la India, parece seguir rigiendo gran parte de la sociedad hindú, por lo tanto los homosexuales, por su parte, se aseguraron por mucho tiempo de que sus actividades no fueran muy abiertas y que no interfirieran en la esfera pública. Pero en este nuevo siglo ese contrato social implícito fue violado cuando los hombres homosexuales participaron en las diferentes marchas del 2003.

Lo que hace que la homosexualidad moderna se chocante o no sea aceptada para muchos es su rechazo de la “obligación” de procrear. Para la sociedad india cualquier persona que profese y practique la homosexualidad como estilo de vida de ipso facto abjura a su “responsabilidad” para la propagación de la tribu, de la comunidad, de la casta, de la sociedad y de la nación. En otras palabras, junto con la homosexualidad moderna, que nace el individuo moderno, se pierde la tradición de la unificación y fuerza de la casta, y en las culturas tradicionales indias uno de los mayores imperativos es multiplicar a los suyos. La reposición de esos números es una necesidad primaria, los derechos y los deseos individuales vienen en un segundo plano. Así, como la cultura judeo-cristiana dice “creced y multiplicaos”, para los indios la paz en la otra vida no es posible a menos que los ritos funerarios sean realizados por la propia descendencia.

La cultura moderna, por otra parte -al contrario, de cómo enseña la cultura tradicional de la India y casi todo oriente, que la familia y la descendencia es primordial para tener un buen karma – enseña el control de la natalidad, lema que se hace necesario en países tan superpoblados como lo es la nación india; así la juventud de la nación de Krisna, Ganesha, Shiva y Brahma que progresa y que respira los nuevos aires procedentes del oeste, asumen y toman suyo las nuevas alternativas, como el control de la natalidad y las otras formas de vida, entre ellas las relaciones no procreadoras. También tenemos que agregar  que la neo-invasión y su consecuencia más pronta o inmediata “el consumismo” hace posible una creciente gama de opciones de estilo de vida, y un individuo “moderno” se define por las decisiones que toma, entonces hay sexualidades alternas que se puede “consumir” y también “decidir”. Es en ese contexto la aparición de las minorías sexuales se convierte en un marcador de la globalización incipiente.

El siglo XXI fue es la centuria del despertar indio en muchas formas, uno de esos despertares fue el discernimiento y el juicio por parte de los gay de su realidad como ciudadanos mundiales con los mismos derechos civiles de las otras identidades sexuales de la heteronormativa. Sin embargo, no todos los segmentos de la comunidad LGBT india han salido en la misma medida del closet; por ejemplo, la homosexualidad masculina se ha discutido y debatido ampliamente, y los hombres gays han salido del armario en grandes cantidades, mientras que las lesbianas han permanecido en las sombras. De hecho estas mujeres sufren a menudo un tratamiento inimaginable debido a los tabúes que rodean la discusión del lesbianismo en la India. Mientras se discutió la situación de los hombres homosexuales en las diferentes tribunas gubernamentales, el lesbianismo no se consideró en lo absoluto, relegando a esta población a las sombras.

Esta situación es trágica e irónica desde el punto de vista de la historia, porque el lesbianismo en los tiempos antiguos no sólo fue aceptado en la India, sino que era además honrada. Es como si la India se haya olvidado colectivamente de este aspecto de su pasado. Los orígenes de la homofobia en la India se remontan a la época Raj cuando los funcionarios coloniales británicos impusieron una prohibición de las relaciones homosexuales. En 1859, dos años después de aplastar la rebelión de 1857, los británicos comenzaron a imponer sus propias leyes contra la sodomía en la India.

La ley de 1860, que permaneció hasta el 2009 como la Sección 377 del Código Penal de la India, decía:

“El que tenga voluntariamente relaciones carnales contra el orden de la naturaleza con cualquier hombre, mujer o animal, será castigado con pena de prisión de por vida, o con prisión de cualquier tipo durante un período que puede alcanzar hasta diez años, y podrá ser castigada con una multa.” 4

Para la India, fue un gran salto hacia atrás, pues la cultura hindú nunca antes había tipificado como delito la homosexualidad. Con el tiempo, la mayoría de los indios internalizó este punto de vista y llegaron a ver la homosexualidad como un crimen atroz. Cerca de 150 años después de su entrada en vigor, el 2 de julio de 2009, el Tribunal Superior de Delhi despenalizó las relaciones homosexuales consentidas entre adultos en toda la India. El Artículo 377 del Código Penal de la India fue abatido como una violación del derecho fundamental a la vida ya la libertad garantizada por la Constitución de la India.

Pero no todo es color de rosas, pues discutir el tema de los derechos humanos en la India es un poco difícil en una sociedad tan contradictoria en todas sus formas, por ejemplo, la Constitución de la India garantiza a cada ciudadano el derecho a la igualdad (artículo 14), la libertad (artículo 19) y la libertad personal (artículo 21). El derecho a la libertad, sin embargo, viene con al menos cinco salvedades y excepciones, que son o deben ser arbitrados por el Estado. Asimismo, los derechos a la igualdad y la libertad personal son casualmente “cepillados” y guardados debajo de la alfombra cuando se trata de la privacidad y libertad personal de los hombres homosexuales y las mujeres lesbianas en este país.

Si bien y como se dijo antes, la homosexualidad fue despenalizada, pero existe organizaciones tanto gubernamentales y privadas que vigilan la moral de los ciudadanos indios, y gran parte de la sociedad india no se siente cómoda con la legalización de la homosexualidad, por lo tanto los derechos de la minoría homosexual son pasados por alto en el interés público. Por ejemplo, existen patrullas en las calles de la India que vigilan que las mujeres indias no lleven faldas cortas, que los artistas no pinten a sus diosas desnudas, o que se muestre el cuerpo femenino; muchas de estas patrullas vigilan los cines para que no presenten escenas de besos y mucho menos escenas que representan la homosexualidad. Para ser justos, ningún gobierno en la India ha consentido explícitamente estas actividades de censura; sin embargo, su aprobación tácita toma la forma de “Ley” cuando el Estado no corrige tales atropellamientos contra las minorías que son discriminadas, y perseguidas por dichas patrullas.

Claro está, que cuando el 2 de julio del 2009 el Tribunal Superior de Delhi emitió el fallo histórico de despenalizar la homosexualidad, cambió la situación del colectivo LGBT, la sociedad india necesita educarse para aceptar la diferencia. La lucha de la comunidad LGBT, esta apenas comenzando, pues la batalla real y posiblemente la más difícil es la que está delante de las organizaciones de los derechos humanos LGBT que necesita encausar el olvido de tanta discriminación, poner orden a una India trazada con la pluma de una filosofía dominante impregnada de una tradición colectiva de las obligaciones y deberes hacia la familia heterosexual y la procreación “natural”. El grupo LGBT tiene que combatir la ignorancia y las fobias de una sociedad que ha asumido la sexualidad como única y exclusiva de la heterosexualidad, de igual manera tiene que luchar contra los niveles de culpa, miedo, ignorancia y homofobia interiorizada de la misma población gay.

Por ejemplo, puesto que hasta hace poco la homosexualidad era un delito, aún domina un ambiente de vergüenza y miedo en salir del closet. De hecho, aún hay hombres que siendo claramente homosexuales, se casan con mujeres y tienen hijos, pues la norma india les indica que es necesario procrear y llevar al hogar una mujer y tener hijos que honren a los antepasados. Pero esto no es lo peor, todavía existen  en algunas partes de la India “patrullas de la moral” que amenazan a  los gays con quitarles la vida si siguen con sus costumbres de ser  abiertamente homosexual.

Pero para las mujeres lesbianas es aún peor; si una mujer sale del closet, o su familia se entera de que ella es lesbiana, las reacciones pueden variar desde la negación o el rechazo hasta violentas represalias que pueden llegar hasta la muerte. Ha habido informes en los medios de comunicación, donde las mujeres han sido violadas por sus esposos, sus hermanos, incluso a por sus padres en un intento de “curar” su lesbianismo. Algunas de ellas han sido encerradas en una habitación por días y hasta meses, donde algunas llegan a morir de hambre. Las mujeres no sólo se les impiden expresar su sexualidad, se ven obligados a vivir y tener relaciones sexuales con alguien en contra de su voluntad.

Algunas lesbianas tratan de escapar de este tipo de matrimonios forzados y de formar sindicatos de sexo femenino o los matrimonios entre personas del mismo sexo, pero muchos de esos intentos han terminado en tragedias inimaginables. En las últimas tres décadas, los periódicos indios han informado de las bodas entre personas del mismo sexo y suicidios conjuntos en todo el país. La mayoría de las parejas eran mujeres jóvenes de bajos recursos, que después de “casarse” con rituales antiguos terminan suicidándose. La mayoría de estas mujeres lesbianas eran hindúes, pero hay también algunas sijs y cristianas, así como de otras algunas organizaciones interreligiosas.

Muchas parejas de lesbianas jóvenes han optado por morir antes que vivir en una sociedad que se niega a aceptarlas. Por ejemplo como el caso anterior, se han documentados 24 casos de pactos suicidas de lesbianas entre 1996 y 2004 solamente en el estado sureño de Kerala. En mayo de 2008, tuvo bastante notoriedad el caso particularmente atroz de Christy y Rukmini de Chennai.5 Ambas mujeres fueron obligadas a casarse, y después de años de tormento de sus familias y ser golpeadas por sus maridos, que se prendieron fuego, los familiares encontraron sus cuerpos carbonizados aun abrazándose la una de la otra.

Además existen organizaciones de ultraderecha como el Vishwa Hindu Parishad (Asociación Mundial Hindú) y el Shiv Sena (Ejército de Shiva) que se la pasan realizando manifestaciones frente a las oficinas gubernamentales exigiendo la revocación de la ley que despenaliza la homosexualidad y gritando consignas como “Deben detener los matrimonios perversos” y “Detengan los impulsos antisociales.” 6

Todas estas represalias contra la individualidad sexual  conducen a un constante autocontrol de comportamientos personales, gestos y modales, hasta el punto donde deja de ser consciente y se convierte en los hábitos de una personalidad distorsionada. Muchos de estos hombres viven con rabia contra la sociedad que los condena y contra ellos mismos, de igual manera es una causa de depresión y de autodestrucción.

No obstante, en la India se ha levantado un grupo de valientes hombres y mujeres abiertamente gays y lesbianas que son la voz impulsora del movimiento de derechos gay en toda la India. Pero India es una nación con más de 1 billón de personas y con muchas diferentes realidades culturales. Para domar este gigante elefante blanco, es necesario unas políticas educativas de gran envergadura  que necesitaran mucho esfuerzo y  paciencia, al mismo tiempo que requerirá una prolongada pero constante revisión de sus ideas más queridas y fundamentales sobre el valor individual, la libertad, los derechos y sobre la sexualidad. Apenas la India ha despertado, pero al menos ha llegado el momento de comenzar con la lucha de la libertad de las minorías sexuales.

Los Hijra.

Los Hijra son un grupo culturalmente identificable, pertenecientes a la comunidad LGBT; y se sabe que dependen, al menos en parte, para su sustento trabajando como prostitutos. La mayoría de los Hijras se castran, y visten como mujeres. Esta comunidad son devotos de la Diosa Madre "Bahuchara Mata", sus poderes sagrados están supeditados a su asexualidad, pero en realidad, y sin embargo, muchas Hijras son prostitutas, y dicha  actividad sexual socava su función sagrada valorada culturalmente.

Este grupo, como dije antes, adopta el vestido femenino y algunos otros aspectos de la conducta femenina. Los Hijras tradicionalmente se ganan la vida recogiendo limosnas o por el pago por actuaciones en bodas, nacimientos y festivales. La característica central de su cultura es su devoción a Bahuchara Mata, una de las muchas diosas madre adorada en toda la India, para el que se realiza la castración. Los Hijras, se cree comúnmente por la sociedad en general, que son hombres impotentes e intersexuales gracias a una divina intervención, y por lo tanto deben ser sometidos a la castración. La operación de castración se realiza generalmente por un hijra llamado dai-ma, y dicha operación se realiza crudamente y en condiciones insalubres. Esta actividad quirúrgica es legalmente punible, pero se realiza en secreto y en grandes cantidades, y está muy arraigada en la cultura india. Esta identificación con la Diosa Madre es la fuente de la afirmación hijras “tanto por su lugar especial en la sociedad india y la tradicional creencia en su poder para maldecir o conferir bendiciones a los niños varones.”

Los Hijras viven predominantemente en las ciudades del norte de la India, donde se encuentran las mayores oportunidades para realizar sus funciones tradicionales, pero igualmente existen pequeños grupos de Hijras por toda la India, en el sur y el norte. Siete "casas" o subgrupos, comprenden la comunidad Hijra, cada una de ellas tiene un gurú o líder, todos los cuales viven en Bombay. Las casas tienen el mismo estatus, pero, Laskarwallah, tiene la función especial de la mediación de las controversias que surjan entre ellos. Cada casa tiene su propia historia, así como las normas especiales para ello. Por ejemplo, los miembros de una casa particular, no se les permite usar ciertos colores. Las Casas Hijra parecen ser el modelo de las gharanas (literalmente, casas), o linajes familiares entre los intérpretes de música clásica, cada uno de los cuales se identifica con su propio estilo musical particular. Aunque las distintas características, culturalmente, de las casas Hijra casi han desaparecido, la característica estructural sigue siendo la misma.

La relación más importante en la comunidad Hijra es la del gurú (maestro, profesor) y chela (discípulo). Cuando un individuo decide (formalmente) unirse a la comunidad Hijra,  se va a Bombay para visitar uno de los siete grandes gurús, por lo general el gurú de la persona que le ha llevado hasta allí. En el ritual de iniciación, el gurú le da al novato un nuevo nombre, femenino. El novicio se compromete a obedecer al gurú y las normas de la comunidad. El chela, o más probablemente, alguien en su nombre, paga una cuota de inscripción y el gurú escribe el nombre de la chela en su libro de registro. Esta relación gurú-chela es una unión para toda la vida de la reciprocidad en la que el gurú tiene la obligación de ayudar a la chela y chela está obligado a ser fiel y obediente al gurú.

Los Hijras conviven en comunas generalmente de alrededor de 5 a 15 miembros, y los jefes de estos grupos locales también se llaman guru. Los Hijras no hacen distinciones en sus comunidades basadas en el origen de casta o religión, aunque en algunas partes de la India, Gujarat, por ejemplo, musulmanes e hindúes Hijras supuestamente viven separados. En Bombay, Delhi, Chandigarh y Bangalore, los Hijras de musulmanes, cristianos y de origen hindú viven en las mismas casas.

Además de la relación gurú-chela jerárquica, existe parentesco ficticio por el cual los Hijras se relacionan entre sí. Existen rituales para “tomar una hija” y las “hijas” de una “madre” se consideran "hermanas" y se refieren así de forma cariñosa. Otras relaciones de parentesco ficticio, como “la abuela” o “hermana de la madre” (tía) son la base de la relación cálida y recíproca que llevan entre sí. Esta ficticia parentela  se intercambia  pequeñas cantidades de dinero, ropa, joyas y dulces para formalizar sus relaciones. Tales relaciones hacen que se conecten Hijras en toda la India, y hay un movimiento constante de personas que visitan a sus gurús y parientes ficticios en diferentes ciudades y se realizan varias reuniones anuales, tanto religiosos como seculares, que atraen a miles de Hijras de toda la India, haciendo de esta comunidad una de las más movibles de todo el subcontinente indio.

El origen divino de los Hijras proviene de una leyenda de hace más de 20 mil años, según la cual Krishna al oír un soldado moribundo que se lamentaba de morir soltero, se transformó en doncella. Por esta razón los Hijras van cada año a Kutayan, al sur de la India, para celebrar sus bodas con el dios y al mismo tiempo su identidad. Para esta ocasión, se visten con galas de novia. Como el dios-soldado muere, los Hijras se convierten en viudas cortando sus pulseras y adornos festivos. Durante el siglo XVI los Hijras ocupaban empleos de toda condición: desde niñeras hasta puestos de alto rango, como el de consejero de estado del emperador mongol. En esa época los Hijras llegaban a poseer tierras, palacios, templos y sirvientes a su disposición e inspiraban fe y respeto
Tras la ocupación británica de la India se promulgaron leyes homófobas que castigaban la homosexualidad han marginado a esta población, que se ve obligada a vivir de la mendicidad y la prostitución. Más recientemente se ha relajado la persecución de este colectivo, llegando un Hijra a ser electo alcalde de un pueblo de la India. Sin embargo la discriminación sigue siendo la constante.


Referencias:


Otras Fuentes Consultadas:

Por Félix Esteves

TOMBOY: EL DESCUBRIMIENTO DE LA IDENTIDAD SEXUAL.






Tomboy es una de las tantas películas que se pueden ver en el marco del Festival de Cine Francés de Caracas en su vigésima séptima edición y que empezó este 10 de Mayo. Tomboy es un término despectivo para calificar o adjetivar el comportamiento altamente masculino de ciertas mujeres; es decir tomboy sería la traducción para palabras  como marimacho o camionera y nuestra película trata sobre eso, no obstante, el film no es un melodrama como “Los muchachos no lloran” (Boys Don’t Cry, 1999) o el espantoso film de acción tailandés “Tomboy Comando” del 2003.


Esta hermosa y conmovedora película es la búsqueda y el encuentro de nuestra propia sexualidad o de nuestra identidad sexual y nada más. La gran virtud de la cinta es que aborda con maestría un problema natural y nada inusual en la infancia, que es el descubrimiento de esa parte tan importante que es la manera y forma en que nos vemos y la que queremos mostrar a los demás ligado por supuesto a la identidad sexual.

“Tomboy” es la historia de una niña, Laure,  de 10 años que se siente y quiere ser niño. El film comienza con la mudanza del núcleo familiar - conformado por los padres de la protagonista y su hermanita – a un nuevo barrio en las afueras de Paris. La mudanza le brinda a Laure la oportunidad de construir o formar su nueva sexualidad,  hay que acotar que ya la niña presenta desde el inicio y antes de llegar al nuevo barrio, una personalidad masculina, no obstante el nuevo entorno le permite crear a Mikael, un niño, o su propia identidad. Pero Laure no crea a Mikael solo para jugar al futbol o para comportarse como un niño, hay otro trasfondo, otra realidad, y es que Laure además le gustan las niñas, es decir es lesbiana.

En el nuevo “ecosistema” existen otros agentes como los otros niños y niñas del barrio, donde rápidamente Mikael encaja de mil maravillas, Laure es Laure en las cuatro paredes de su casa, es la niña de mamá y papá, aunque ella sigue comportándose como un varón y se viste como tal, la única que percibe la diferencia es la hermanita menor que la ve como realmente es; en el jardín del complejo urbanístico y en el bosque adyacente a los edificios Laure es Mikael y como en el “Jardín Secreto” aquel verdor se convierte en el sitio donde Laure/Mikael libera su propio yo, su verdadera personalidad.


Existen en el film grandes escenas, pero quizás las más relevantes e importantes son en primer lugar la escena en que la niña encerrada en el baño se mira en el espejo y empieza a descubrir su cuerpo,  la escena en la cancha de futbol donde copia o imita los comportamientos masculinos de sus compañeros de juego, después  la escena de la plastilina cuando Laure empieza a moldear su pene, y para terminar, cuando la madre ya descubierta la mentira de Laure, la abofetea y la obliga a vestirse como una niña  y a enfrentar la verdad en el vecindario.


La película dirigida magistralmente por Céline Sciamma tiene la suficiente  ternura e intuición para afrontar y emprender el “compromiso” de identidad sexual de una niña de 10 años como ambición para sobrepasar ese punto de partida argumental.  Y digo “Compromiso” porque la identidad sexual no debe enfrentarse o verse como un conflicto y la directora así lo hace ver. Laure/Mikael si bien construye su identidad sexual a base de una mentira, es una verdad que ella se siente varón y quiere ser varón, la mentira nace por la imposición social del binarismo sexual donde solo deben existir los varones y las hembras.

“Tomboy” es un importante, claro y hermoso juicio o reflexión sobre los prototipos sociales, al mismo tiempo es una “buena cachetada” a las miradas aferradas en lo convencionalismos sociales que no quiere ver la realidad o la existencia de otras sexualidades.

“Tomboy” una película intima pero poderosa; silente, no hace falta los diálogos aunque existen, para saber lo que es y no es dentro del mundo de Laure/Mikael.  Un film sin estridencias, sin morbosidad, puro, que nos narra la realidad de la infancia de la comunidad LGBT. No dejen de verla.

Ficha Técnica:

Título: Tomboy
Título original: Tomboy
Dirección: Céline Sciamma
País: Francia
Año: 2011
Duración: 82 min
Género: Drama
Reparto: Zoé Héran, Malonn Lévana, Jeanne Disson, Sophie Cattani, Mathieu Demy, Rayan Boubekri, Yohan Vero, Noah Vero, Cheyenne Lainé, Valérie Roucher
Guión: Céline Sciamma
Productora: Canal+, Arte France, Films Distribution, arte France Cinéma, Centre National de la Cinématographie (CNC), Région Ile-de-France, Arte / Cofinova 6, Hold Up Films, Lilies Films

Por Félix Esteves

jueves, 16 de mayo de 2013

"EL SATIRICÓN". De la primera novela ... y que casualidad? de amores homoeróticos.


Es de suponer que en la sociedad romana de la antiguedad la primera novela fuera sobre amores homoeróticos. En el Imperio Romano la homosexualidad era una forma de vida, pero tuvieron que venir los Cristianos y su educastración para cambiar las ya antiguas reglas que desde los pobladores de la bella Atenas, Creta y todo el Mediterraneo existieron, y que hoy aún perduran, si bien hoy día la homosexualidad todavía sigue siendo un estigma. "El Satiricón" es una prueba más que la homosexualidad y la identidad homoerótica fue y es una realidad.


Para comenzar: sobre la novela y su autoría.

En la vasta e importante producción literaria que nos legó la cultura grecorromana, apenas se encuentran novelas. Tal vez este fenómeno se deba a que una gran mayoría de los pobladores de la antigua Grecia y Roma eran analfabetas, y el teatro era más asequible, ya que al público le bastaba con escuchar, mientras la novela o narración escrita debía leerse. Pasó así igualmente con la poesía, que los rapsodas vagabundos recitaban en público.

El hecho es que en Grecia se encuentran pocos ejemplos de novela, aparte de Longo (s. II), y que los romanos sólo produjeron a Apuleyo (123/5 - en torno a 180), a algún otro y a Petronio cuya obra  “El Satiricón” es motivo de este artículo. El título original de la obra es P. A. Satiricon libri, es decir “Libro de las Sátiras”, aunque se ha popularizado simplemente como se presenta desde bastante tiempo como “El Satiricón”. Las iniciales primarias con que empieza el título original corresponden a su escritor Petronio Arbiter (14/27 d. C. - ca. 65).

Parece ser que en la época en que Petronio escribió la novela de inmediato gozó de un gran éxito popular, incluyendo de una excelente acogida  por parte de los círculos  intelectuales, sin embargo la crítica se dividió; por ejemplo tanto Tácito como Quintiliano la comentan en sus manuscritos, aunque supuestamente ni Tácito ni Quintiliano la leyeron y sólo la conocían por los comentarios de otros. Es muy probable que no le concediesen valor literario puesto que su estilo y su forma colisionaban con todos los conceptos de moda de aquel entonces, y tal vez la juzgaron como una especia de novelilla de mercado, como una Corín Tellado erótica o tal vez como un Joaquín Belda, de aquellos tiempos.

Empero, “El Satiricón” no se perdió y se conservaron ejemplares en plena Edad media, si bien estuvieron ocultos celosamente, tanto por su erotismo como por ser una obra de un pagano. Pero, no obstante, la novela se leía en los círculos más cerrados de la cultura, pues existen varias referencias en distintos escritos, así como citas del texto, aunque siempre en latín. En el siglo XII, por ejemplo el obispo de Chartres lo menciona en varias oportunidades.

Existe una edición censurada de mediados del siglo XVI que paso bastante desapercibida y, en conjunto, la obra siguió ignorada por el público, hasta el punto de que numerosos eruditos sólo conocían su título, pero la consideraban perdida. Por tal motivo cuando en 1664 apareció la primera edición de Pierre Petit se desató un escándalo, culpando al editor de haberla falsificado. Petit se defendió alegando que había conseguido un ejemplar en Dalmacia, durante un viaje y que había  invertido años en traducirla.

Poco después del suceso, “El Satiricón” se tradujo a varios idiomas con tanto éxito que se ha convertido en todo un best sellers. Pero a pesar de que era una novela ya archiconocida, se desconocía en realidad quien era el autor, pues Petronio Arbiter, que figuraba como su autor era un desconocido y primero se tuvo que precisar la fecha de su escritura. Ventajosamente, existen en la novela suficientes referencias coetáneas para precisar su fecha entre los gobiernos de Calígula y Nerón; para prueba este botón:

“Tras diez años de sitio encarnizado
que conmueven a Frigia,
Troya resiste aún, e irreductible
el valor de los griegos desafía.
Pero estos, escuchando del oráculo
la prudente consigna,
construyen un caballo gigantesco
donde mil combatientes se avecinan.
Ya la flota de Atrida dispersada
¡oh, Patria! crees que a la paz caminas,
y esperas el presente que a tus dioses
ofrecen y propician
tus sitiadores desleales. Pero
Laocoón, que aquella farsa presentía,
amonesta valiente a los troyanos
y a deshacer aquel caballo excita.
Para dar el ejemplo lanza un dardo
que a los pies queda de la mole equina
y aplauden los troyanos;
mas el prudente Laocoón afila
el hacha, y con golpe asaz certero
quebranta al monstruo griego, que vacila;
y mal seguros ya considerándose
los mil guerreros que en su vientre hacina,
dan un grito espantoso, que los frigios
creen precursor de males sin medida.
En efecto; el caballo apenas dentro
de los muros de Troya, el mar se agita,
se encrespa y se alborota con rugidos
indócil a Neptuno que lo guía.
La turba amedrentada
más y más se contrista al ver surgir del seno del océano,
donde Ténedos álzase, en la orilla,
dos monstruosas serpientes que hasta el cielo
levantan las espumas y salpican.
Causan horror y espanto con sus ojos,
que semejan a brasas encendidas,
y sus lenguas terribles
que como el filo de la espada brillan.
Dos niños, dos gemelos, del Pontífice
dulces prendas queridas,
que se hallaban tranquilos y contentos
en la playa jugando, son las víctimas
de los feroces monstruos, sin que el padre
que los ve perecer, triste, consiga
salvarlos, desdichado, del anillo
de las serpientes furias asesinas.
En esto, cuando toda
la turba conmovida
el dolor del Pontífice comparte,
se rompe el vientre de la mole equina,
y los guerreros griegos aparecen
y a los tristes sitiados acuchillan,
exterminando todo cuanto alcanza
con sus filos de acero la homicida
espada que cabezas de troyanos
siega como la hoz a las espigas.
Del sueño pasan a la muerte todos
los hijos de la Frigia,
y Troya es incendiada
y muy pronto a cenizas reducida.” 1

Este poema incluido en la novela y que es el Capítulo LXXXIX, compuesto por el personaje de Eumolpio sobre la Guerra de Troya, está basado o inspirado en la Troica de Nerón, y se trata de una composición conocida como Troiae Halosis escrita en senarios yámbicos. Nerón compuso un poema del mismo nombre, tal como lo indica Suetonio en la vida de este emperador. Durante la época de Nerón eran comunes los poemas y elegías dedicadas a Troya y a la vitalidad de sus héroes. Tal vez es complejo inquirir el propósito de Petronio al agregar dicho poema en su novela, quizás con ello critica de manera indirecta el método de la poesía épica semejante al de la historia, pero, si esta crítica está en la boca de un personaje a la vez ridículo, quizás sea una manera evasiva de mostrar un apoyo al poeta épico sin dejar de burlarse de la cada vez más ridícula y burlesca figura de los poetas inspirados. Así, cabe suponer que con estos versos Petronio quería criticar, a un tipo de poetas, muy de moda en sus días, que, a pesar de su apariencia pomposa, se inscribían dentro de un tono mediocre,  la Troiae Halosis supone también una crítica implícita a la moda de componer poemas insustanciales en yambos a la manera en que lo hacía Séneca o el propio Nerón.

Petronio tampoco trabajo con apuro su gran novela, según los estudios realizados por los versados nos dicen que la versión original constaba de veinte tomos, por lo tanto el autor fácilmente pudo haber comenzado a escribir desde los tiempos de Calígula hasta prolongarse a los últimos años de Nerón. También hay que aclarar que en aquel entonces existían por lo menos unas docenas de Petronios, sin embargo su número se redujo a causa del Arbiter, y de estos solo quedaban dos. La primera opción de los estudiosos fue la de Cayo Petronio Turpilano; este señor fue un cortesano aficionado a las artes y las orgias, cosa que por supuesto lo hizo uno de los favoritos de Nerón. De Cayo Petronio se dice que era muy mordaz, ingenioso y elegante, y que no había nadie que no pasara primero por el ojo revisor de este señor para darle el visto bueno o malo, por lo que lo apodaron el arbitro: Arbiter Elegantorum.  Al final, parece que este personaje sobrepaso su poderío, y Nerón celoso lo mando a matar, pero Cayo Petronio al enterarse de las intenciones del emperador romano se suicidó cortándose las venas, cosa que le dio tiempo mientras moría de escribir una epístola sarcástica y punzante a Nerón; aquí les dejo la versión novelesca del escritor polaco Henryx Sienkiewicz que  escribió en su libro “Quo Vadis”:

“Yo sé, Oh César, que me esperas con impaciencia, y que tu leal corazón de amigo fiel padece con mi ausencia. No ignoro que estás dispuesto a colmarme de honores, a nombrarme prefecto de la guardia pretoriana y a mandar a Tigelinus que vuelva a ser lo que a los dioses les deleitó que fuera: mula de carga, en las fincas que heredaste después de envenenar a Dominicio; pero, divino, tengo que excusarme”…
“Por el Averno, y más particularmente por las sombras de tu madre, de tu esposa, de tu hermano y de Séneca, te juro que no puedo ir a verte.”
“La vida es un tesoro y me vanaglorio de haber sacado de él los materiales con que he hecho, para disfrutarlas, las más preciadas joyas; pero también hay en la vida cosas que no tengo resignación para soportarlas más.”
“No creas, te lo ruego, que me ha herido profundamente el que asesinaras a tu madre, a tu mujer y a tu hermano; que me he indignado porque incendiaras a Roma y enviaras al Erebo (Infierno) a todos los ciudadanos honrados de tu Imperio; no, amadísimo nieto de Cronos: la muerte es la herencia del hombre y no era probable esperar  de ti otras proezas.”
“Pero tener que soportar por largos años tu canto que me destroza los oídos, ver tu barriga digna de Domicio, y tus flacas piernas dando grotescas piruetas en la pírrica danza; escuchar tu música, oírte declamar versos que no son tuyos, desventurado poetastro de suburbio, son cosas verdaderamente superiores a mis fuerzas y a mi paciencia, y han acabado por inspirarme el irresistible deseo de morir.”
“Roma se tapa los oídos por no oírte, y el mundo se ríe de ti y te desprecia. En cuanto a mí, no puedo continuar abochornarme de tu nimiedad, ni aunque pudiera lo querría. ¡No puedo más!”
“Los ladridos de Cerbero serán para mí menos fastidiosos que tu canto, aunque a él se parezcan; porque, al fin y al cabo, como nunca fui amigo de Cerbero, no tengo motivos para avergonzarme de sus ladridos.”
“¡Salud, augusto, y no cantes; asesina, pero no hagas versos; envenena, pero no bailes; incendia, pero no toques la cítara!”
“Estos son los deseos y el último consejo del
Arbiter Elegantiorum”2

Pero el Petronio que escribió dicha carta no es el autor de “El Satiricón”. Algunos ingenuos que quieren pasar por audaces dicen que el libro en cuestión fue en realidad la carta escrita a Nerón, pero es una locura pensar que en pleno suicidio Cayo Petronio pudiera escribir un libro de veinte tomos. Por otra parte si fuese él el escritor lo hubiese hecho años antes de su muerte.

El otro supuesto autor y que a mi parecer es el que más se acerca a ser el verdadero autor de “El Satiricón” es el poeta Tito Petronio Arbiter, nacido en Marsella, y que vivió en tiempos de Nerón y Domiciano. Tito Petronio era un profesional de la literatura y la política que se preocupaba por las formas y maneras de escribir, por otra parte, detrás de la novela “El Satiricón” hay un trabajo escrupuloso y minucioso que nos dice que fue un artista de las letras y no un cortesano como lo fue Cayo Petronio, tal como lo declara la siguiente cita:

“En favor de este, se alegan los indudables conocimientos literarios que se exponen en la novela, que delatan más al intelectual preocupado por su profesión, que al cortesano cínico y frívolo que pretende distraerse. Además, como se verá, se trata de un trabajo demasiado concienzudo para no ser obra de un profesional, aunque, excepcionalmente, pueda darse el caso a la inversa.” 3

Aditivo a lo anterior, podemos decir que como la acción no se desarrolla en Roma, sino en las provincias y casi ninguno de los hombres son latinos, parece como si el literato hubiese tenido interés en exponer la realidad del imperio, que no conocían en la capital, donde, según hábito, se preocupaban tan sólo por lo sucedido en la ciudad romana; y Tito Petronio era un hombre de la provincia preocupado por la realidad de las olvidadas comarcas que conformaban el imperio Romano. Se dice también que este Petronio era un hombre grande, con ciertas formas o maneras vulgares que le hacían conocedor de la vida corriente y de un conocimiento del pueblo y sus costumbres; el gran novelista y miembro de la Academia Francesa Jean Dutourd nos dice acerca d Petronio:

“El auténtico Petronius Arbiter, autor de El Satiricón, ha debido de ser un hombre corpulento y desaliñado, de vida lóbrega, no muy rico, hijo quizá de un liberto, ciudadano subalterno en todo caso, sin aventuras y sin historia, que murió en su lecho (y no en la tina), por los sesenta y cinco años, después de haber publicado una veintena de volúmenes cuya pérdida es irreparable”. 4

Sea Cayo Petronio o Tito Petronio, o puede darse el caso que ambos sean el mismo, los expertos o peritos en el tema no se han puesto de acuerdo sobre la autoría del libro; lo que si podemos asegurar es que el autor de la novela “El Satiricón” es un hombre que conoció el Imperio Romano desde su opulencia palaciega hasta la decadencia de sus cortesanos, desde la naturaleza del pueblo dominado por los romanos hasta la vulgaris de las provincias que constituyeron el vasto territorio de la Roma imperial. “El Satiricón” es una novela, la primera novela del mundo, que “sin querer queriendo” es el primer testimonio escrito en ficción que narra en forma de prosa las aventuras de los amantes homoeróticos.



Sinopsis de la Novela.


La historia de “El Satiricón”, específicamente en su versión editada, se puede dividir, según Hubert Zehnacker y Jean-Claude Fredouille5, en cinco partes. La obra es narrada por su protagonista, Encolpio, que comienza a narrar sus aventuras y a describir todo lo que vio y oyó, mientras que permite a varios otros personajes exponer sus particularidades y expresar sus opiniones dramáticamente. Las secciones supervivientes de la novela comienzan con Encolpio que viajen con un amigo/amante Ascylto, y su joven sirviente y también amante  Giton. Aquí van las cinco partes dadas por los autores Zehnacker y Fredouille:


Primera Parte: Las primeras aventuras: Los deseos homoeróticos de Encolpio por su sirviente Giton y su encuentro con seguidores de Príapo.  (Capítulos I -XXVI).

En el primer pasaje conservado, Encolpio está en un pórtico de un pueblo costero de la Campania, que puede ser Pozzuoli.  Él da una conferencia sobre el falso gusto literario, y le echa la culpa al sistema imperante de la educación declamatoria (cap. I-II). Esto es respondido por un declamador rival, Agamenón, quien traslada la culpa de los profesores a los padres (cap. III-V). Encolpio descubre que su compañero Ascilto ha desaparecido del lugar y aprovechando una turba de estudiantes  que rodean burlándose de Agamenón, escapa en busca de su amigo (cap. VI).

Encolpio localiza a Ascilto en un burdel (cap. VII-VIII) donde se narran interesantes escenas homoeróticas:

… y se me acerco a mí un padre de familia de venerable aspecto, que se ofreció a guiarme. Acepté. Cruzamos varias calles oscuras y estrechas hasta dar con  esta casa y entonces pretendió comprar mi estupor con dinero, llegando incluso a suplicarme para que me decidiese.” … “y el sátiro me empujaba hacia dentro con incontenible deseo. De no resistirme con tanto vigor me hubieran ultrajado.”
“Nos dejamos convencer y entramos, cruzando varias habitaciones, escenarios de lúbricas escenas. Cuando nos vieron, tanto hombres como mujeres exageraron sus actitudes lascivas. De improvisto, uno de los hombres, subiéndose la túnica hasta la cintura, saltó sobre Ascilto, lo tumbó en un lecho y quiso violentarlo.” 6

Luego de esta aventura aparece el sirviente y amante de Encolpio (cap. IX), que afirma que Ascylto le violó. Encolpio le reclama a su huésped y amigo Ascylto su proceder y este le recuerda a Encolpio como el mismo lo sedujo y lo hizo suyo: “¿Aún te atreves a alzar la voz, tú que en cierto bosque me hiciste servir de Ganímedes, lo mismo que te sirve ahora este muchacho?”7En el capítulo X Ascylto se disculpa y se despide de su amigo y abandona la casa sin antes recordarle que tienen una cena en la noche.  Encolpio narra entonces:

“El amor me hacía desear una separación inmediata. Hacía tiempo que deseaba librarme de tan molesta compañía para entregarme, sin testigos, a los brazos de Giton. Mis palabras dolieron a Ascylto, que en silencio, abandono la habitación.”8

Después en el capítulo XI Encolpio se acuesta con Giton y en pleno acto sexual amoroso entra sorpresivamente a la habitación Ascylto desenmascarando la traición de Encolpio; Ascylto indignado se quita la correa y azota al amante infiel y le dice: “Así no te separarás de tu hermano Ascylto”.8 Tengo que aclarar que la palabra “hermano” es utilizada frecuentemente en el libro para describir la relación amorosa entre ellos; no es de extrañar que todavía hoy día muchos amantes homoeróticos se coloquen parentescos ficticios para tapar su relación amorosa a la sociedad: “somos hermanos” o “somos primos”, otros se hacen llamar “compadres”.

De los capítulos XII al XV se ven involucrados en disputas por un robo y en los XVI al XVIII conocen a Quartilla, sus doncellas y sirvientes, que conforman una secta devota de Príapo. En el palacio de Quartilla, los tres hombres son torturados y al mismo tiempo invitados a una bacanal donde se mezclan una opípara cena con los placeres sexuales, culminando esta primera parte desde el capítulos XIX al XXVI.


Segunda Parte: Cena de Trimalcio. (Capítulos XXVI-LXXVIII).

Un día o dos después del comienzo de la historia Encolpio y compañeros están presentes con Agamenón en una cena dada por un liberto (esclavo emancipado) de enorme riqueza, Trimalchio, que entretiene con extravagancia ostentosa y grotesca, a un número de hombres de su propio rango pero menos prósperos. Después de preliminares en los baños y salas (cap. XXVI-XXX), donde ocurre el primer encuentro de Encolpio con el anfitrión. A la hora de la cena Trimalcio entran en el comedor de forma sorpresiva y extravagante, cargado por sus  sirvientes que hacen  alarde de la riqueza y la pretensión de su sabiduría (cap. XXXI-XLI).

Trimalchio conversa entre los invitados que al igual que el son libertos (XLI-XLVI). Hablan de las realidaes de la época, sobre los tiempos difíciles, los juegos públicos, sobre la educación de sus hijos. El autor expone como los “nuevos ricos” hacen ostentación de sus riquezas con vulgaridad y pretensiones de sabiduría a sus iguales y coetáneos.

Las comilonas se prolongan y hablan de hombres lobos y brujas, de arte y todo lo relacionado con la vida de los poblaciones de las provincias romanas. Desde el cap. XLVII hasta el LXXI el libro se convierte en una crónica del pensamiento de aquellos hombres y sus costumbres.  Trimalcio discute con su esposa Fortunata porque este besa en la boca a uno de sus sirvientes.

Encolpio y sus compañeros, por ahora cansados, tratan de dejar los otros invitados, proceden ir a los baños, pero son prevenidos por un portero (LXXII). Escapan sólo después que Trimalcio intenta representar sus ensayos del funeral y la vigilias funerarias, en esta parte los protagonistas logran escapar de la cena de Trimalcio (LXXVIII).


Tercera Parte: La decision de Giton, la venganza de Encolpio y su encuentro con un poeta, la disputa por el amante en un baño-sauna. Capítulos LXXIX- XCIX

Encolpio, Ascylto y Giton, regresan a su posada, pero Encolpio se duerme por haber bebido demasiado,   Ascylto y Giton duermen juntos por supuesto teniendo relaciones sexuales (LXXIX). Al día siguiente, (Cap. LXXX) Encolpio despierta para encontrar a su amante y Ascyltos en la cama juntos desnudos. Encolpio y Ascylto se pelean y deciden separarse, comienza la repartición de los bienes y al final dejan la repartición del joven sirviente: 

“Tomé a burla estas palabras, pero él, esgrimiendo su acero me dijo:
- No gozarás tu solo de esa prenda, sobre la cual pretendes tener absoluto derechos. Necesito mi parte, o si no, esta espada me la dará.
Yo le imite , arrollando mi manto a la mano izquierda y poniéndome en guardia. Mientras nos nos dominaba  tan miserable demencia, el desgraciado niño abrazaba nuestras rodillas suplicándonos que no hiciésemos a aquella taberna teatro de una nueva Tebaida, que no manchásemos de sangre fratricida nuestras manos, que poco  estrechábamos al impulso de la más tierna amistad.
- Si es necesario que alguien muera - decía - he aquí mi cuello desnudo; ahogadme, degolladme con vuestras espadas. Yo debo morir, pues soy la causa de que se haya terminado vuestra amistad.
A sus súplicas, envainamos las espadas, haciéndolo primeramente Ascylto.
- He encontrado un recurso, dijo, para evitar discordias: Que Giton elija al que prefiera; dejémosle que escoja libremente al que le plazca más de nosotros dos para hermano.
Confiado en la antigüedad de mis relaciones amorosas, que parecían unirme a él con una especie de parentesco, acepté el partido y me remití al fallo de Giton; pero él sin vacilar, sin parecer titubear un solo instante, escogió por querido a Ascylto. Fulminado por ese fallo, no tuve ni la idea de disputarle a Giton y me dejé caer en el lecho, donde me hubiera dado la muerte a no contenerme el pensamiento de aumentar con ello el triunfo de mi rival. Orgulloso por el éxito, Ascylto salió, llevándose el trofeo de su victoria, dejando a su antiguo camarada, compañero en la próspera y en la adversa fortuna, solo y sin recursos, aunque todavía el día anterior me llamaba su amigo, en país extraño.”9

Después de dos o tres días de “guayabo” o frustración amorosa Encolpio decide vengarse y escoge su espada y empieza su búsqueda para encontrar a los amantes, pero es conseguido por un soldado que lo hace desarmar de la posible arma homicida (cap. LXXXI-LXXXII). Después un poco más sosegado entra en unos baños y conoce a  un viejo poeta, Eumolpo, a quien le cuenta su desgracia amorosa (cap. LXXXIII-LXXXIV) y Eumolpo para consolar al desdichado Encolpio cuenta cómo se enamoró de un joven en Pérgamo (cap. LXXXV-LXXXVII). Después de hablar sobre la decadencia del arte y la inferioridad de los pintores y escritores cuando ya son viejos (LXXXVIII), Eumolpo ilustra una imagen de la captura de Troya con algunos versos sobre ese tema (LXXXIX). La conversación termina cuando el poeta es golpeado por una lluvia de piedra, “aplausos” a la cual el viejo poeta estaba ya acostumbrado (XC).

Encolpio invita Eumolpo a cenar a la posada. Cuando va a los baños de la posada encuentra al joven Giton, que pide que lo lleve como su amante. Encolpio finalmente perdona al joven,  y cito exactamente el cap. XCI:

“Allí vi a Giton, triste y confuso, recostado contra la pared y teniendo en la mano unas toallas de baño. Se adivinaba que no estaba satisfecho con su servicio, y mientras yo le miraba para convencerme de que era él mismo, advirtió mi presencia y volvió hacia mí su rostro, en el que resplandecía la más viva alegría.
- Compadécete de mí – exclamó - amado mío; aquí no brillan las armas y puedo hablar con franqueza: Líbrame de ese ladrón cruel, aunque castigues duramente ese servicio; por más que bastante castigado estoy al verme privado de tu afecto
Le ordené que cesara de quejarse para no atraer sobre nosotros la atención de los curiosos, y dejando a Eumolpo en el baño, declamando uno de sus poemas, por tenebrosos y fétidos lugares, saqué de allí a Giton y llegué con él a mi albergue. En él sequé con ardientes besos las lágrimas que bañaban su rostro, y durante algún tiempo la emoción nos impidió pronunciar una sola palabra. Los sollozos quebrantaban el pecho de Giton.
- ¡Qué hombre tan indigno soy! – exclamé - Te amo a pesar de tu abandono, y al buscar en mi pecho la herida que me produjiste, ni la cicatriz hallo. ¿Por qué amores peregrinos me olvidaste? ¿Merecía yo semejante injuria?
- Viéndose amado Giton tomó una actitud más audaz.
Pero - proseguí yo - no quise otro árbitro que tú mismo para fallar quién de los dos, si Ascylto o yo, te merecía. Sin embargo; ya no me quejo; todo lo olvido si tu arrepentimiento es sincero.
Dicho esto, gemí derramando un torrente de lágrimas y Giton me fue secando las lágrimas con su manto.
Sé justo, amado Encolpio - me dijo - apelo a la fe de tu memoria. ¿Te abandoné yo, o me traicionaste tú? Con toda franqueza lo confieso: cuando os vi armados a los dos, me puse del lado del más fuerte
Al oír una respuesta tan sensata, arrójeme a su cuello y besé su boca; y para probarle que había vuelto a mi gracia y que le amaba tan tiernamente como antes, le prodigué mis más dulces caricias.”10

Eumolpo llega de los baños y revela que hay un hombre bien dotado (evidentemente Ascylto) que estaba buscando a alguien llamado Giton (XCII). Encolpio no decide revelar la identidad de Giton, pero el poeta desea acostarse con Giton y cae en rivalidad con Encolpio (cap. XCIII-XCIV). Pero todo termina en una pelea entre el poeta Eumolpo y los otros habitantes de la posada (cap. XCV-XCVI), que se termina gracias a la intervención del procurador del distrito, Bargates. Ascylto llega con un esclavo municipal a buscar a Giton, que se esconde a petición de Encolpius (XCVII). Eumolpo amenaza con revelar que Giton está en la habitación de Encolpio escondido, pero por razones de piedad y por deseo de poseer a Giton el viejo poeta calla y termina por reconciliarse con Encolpio y Giton, y los tres planea salir en un viaje marino junto con un criado contratado por Eumolpo, llamado más tarde como Corax (cap. XCVIII-XCIX).


Cuarta Parte: El viaje en la nave del enemigo, el deseo de Trifena y la llegada a Crotona. Capítulos C-CXXIV.

A bordo de la nave, Encolpio tardíamente descubre que el capitán del barco es un viejo enemigo, Licas de Tarento, que lleva de pasajera una hermosa mujer llamada Trifena, por quién Giton no quiere ser visto, pues la mujer lo desea con locura (cap. C-CI). A pesar de su intento de disfrazarse como esclavos Encolpio y Gitón son identificados, el primero por su bulto y el segundo por su voz y belleza, y vuelvo a citar, esta vez el capítulo CV:

Yo recibí con espartana nobleza los tres primeros azotes; pero Giton, al primer golpe, lanzó un grito tan penetrante, que Trifena se conmovió, creyendo conocer ella y sus damas la voz del paciente. Los mismos marineros, condolidos y desarmados por la hermosura del muchacho, suspendieron los azotes, abogando por él, con la mirada, ante Licas. Las sirvientas de Trifena, que se habían lanzado hacia el niño al oírle gritar, exclamaron con grandes voces:
- Es Giton, ¡Giton!, suspended los crueles azotes. ¡Giton es, señora: socorredlo! -
No bien hubo herido este nombre el oído de Trifena, siempre se cree con facilidad lo que se desea, voló al lado del niño. Licas, que me conoció perfectamente, no tuvo necesidad de oír mi voz para acudir a mi lado, y sin pararse a examinar ni las manos ni el rostro, miró atentamente más abajo de mi cintura, palpo el sitio con sus manos y se convenció  de que era yo.”11

Encolpio habla en su defensa (CVII), pero sólo después de una dura lucha son perdonados (CVIII) y la paz es acordada (CIX). Para mantener los buenos sentimientos, Eumolpo narra la historia de una viuda de Éfeso (CX-CXIII). En el capítulo CXIV la nave se hunde en una tormenta y Encolpio, Giton y el viejo Eumolpo llegan a tierra con seguridad (como al parecer hace Corax), se consiguen los cuerpos de los ahogados y entre ellos estaba el de Licas al cual le hacen una pira (CXV).
Los compañeros caminan y llega  al barrio de Crotona, y donde los habitantes son notorios agricultores y cazadores (CXVI). Los tres deciden mentir sobre sus orígenes y se cambian los nombres. Eumolpo da unas conferencias sobre la necesidad del elevado contenido en la poesía (CXVIII), que ilustra con un poema de casi 300 líneas (incluido en completo en el texto) sobre la Guerra Civil entre Julius Caesar y Pompeyo (cap. CXVIX-CXXIV).


Quinta Parte: La impotencia de Encolpio y el final. Capítulos CXXV-CXLI.

Cuando se reanuda el texto, los compañeros llevan aparentemente bastante tiempo en Crotona (CXXV). Una doncella coquetea con Encolpio y le habla de lo hermosa que es su dueña Circe, que le pide sexo, no obstante Encolpio es impotente, logrando solo erección cuando esta con Giton, no obstate de regreso a su casa intenta tener relación con Giton, pero es en vano, Encolpio es impotente (CXXVIII):

… “y para disipar toda sospecha le hice acostarse conmigo, tratando de darle alguna prueba de mi amor; pero anhelante y sudoroso, tuve que desistir de mis propósitos. Se levantó entonces con furia  y reprochó mi debilidad, atribuyéndola a falta de amor por él, añadiendo que ya sabía él desde hacía tiempo que otra persona gozaba las primicias de mi virilidad.
- Mi amor - le dije - no ha desaparecido ni ha menguado; pero ahora, creciendo la razón con la edad, moderan mi pasión y mis transportes.
- De ese modo - dijo burlonamente - te doy las gracias por amarme como Sócrates. Nunca salió Alcibíades tan puro como yo ahora del lecho de su amo.”12

Circe y Encolpio se dedican a buscar su cura contra la impotencia (CXXIX-CXXX). Cuando se encuentra a continuación con Circe, ella trae consigo una hechicera  llamada Proselenos, que tiene una cura mágica. Sin embargo, al parecer fracasa otra vez al hacer el amor (CXXXI-CXXXIII).
Encolpio es tentado a defenestrar el órgano que ofende, pero reza a Príapo en su templo de curación (CXXXIII). Proselenos y la sacerdotisa Oenothea llegan. Oenothea, que también es una hechicera, afirma que puede proporcionar la curación deseada por Encolpio y comienza a cocinar (CXXXIV-CXXXVI). Mientras que las mujeres están temporalmente ausentes, Encolpio es atacado por los gansos sagrados del templo y mata a uno de ellos. Oenothea se horroriza, pero Encolpio le pacifica con una oferta de dinero (CXXXVI-CXXXVII). Las brujas aplican varias pociones  irritantes a él, y después de una pausa en el texto esta Encolpio huyendo de ellas. De ahora en adelante, el texto se convierte muy fragmentario. En los siguientes capítulos, Crisis la doncella de Circe está enamorada de Encolpio pero el amor y el deseo de este solo son para Circe (CXXXVIII-CXXXIX).

En los capítulos siguientes una vieja matrona llamada Filomena pone a su hijo e hija con Eumolpo, ostensiblemente para la educación. Eumolpo hace el amor a la hija, aunque debido a su pretensión de problemas de salud requiere la ayuda de Corax. Encolpio de alguna manera se cura de su impotencia cuando  le hace el amor al joven muchacho dejado por Filomena al viejo Eumolpo (CXL). Luego de saciar todos sus deseos en los adolescentes, Eumolpo y Encolpio razonan sobre su falsa identidad en la ciudad y en el peligro que corren al ser descubiertos, debido a la riqueza que afirman que tienen y que no ha aparecido, la paciencia de los  lugareños se está acabando. Eumolpo lee a los crotoniatas su supuesto testamento donde invita a los herederos de su supuesta fortuna a comérselo después de su fallecimiento.  Algunos le creen pero otros no, y planean descubrir el engaño de Eumolpo. Circe sabiendo los planes contra Eumolpo, Encolpio y Giton, le avisa a Encolpio y este se fuga con Giton, abandonando al viejo poeta, que muere en manos de los pobladores (CXLI).


La Importancia de “EL SATIRICÓN.


Además de ser la primera novela escrita, la importancia de “El Satiricón” reside en su marcado realismo.  El realismo se puede definir como la forma literaria producida por el cálculo de los detalles en su exactitud con el fin de sacar carácter. El hecho de que pueda ser feo y vulgar o la inversa, no hace la más mínima diferencia. El realista contempla todos los objetos, entre animados e inanimados que nos rodean con complacencia peculiar,  y como estos objetos, cosas u otras formas ejercen sobre nosotros una influencia constante y secreta y como nosotros nos enfrentamos o nos comportamos frente a ellos, no obstante el mayor mérito del realismo es narrar, contar, o relatar con exactitud todos esos fenómenos interrelacionados.

Los antiguos dieron poca atención a esto, el hombre como héroe o el hombre como Dioses, para ellos, eran lo más importante, el entorno  no lo era. Desde el punto de vista del medio ambiente, Petronio, en la mayor parte de su obra, les dio importancia a sus protagonistas, pero nunca los desligó de su entorno, del paisaje, de los objetos que rodeaban a Encolpio y sus amigos. Todo el episodio, en los que figura Trimalció, ofrece una increíble abundancia de detalles. Las descripciones son exhaustivas y minuciosas, pero el propósito principal del autor no fue la descripción, era sacar a los personajes, para darle importancia o poner en la picota  a la aristocracia romana, como una forma de diversión.  Cicerón, al contrario, en su ensayo sobre Verres,  presenta a esa misma aristocracia en toda su brutalidad y codicia, pero de una manera demasiado absurda, demasiada adornada que parece ficticia, para Cicerón tal vez era más importante la forma de contar la realidad que la misma realidad en si.

En el continente formal las obras literarias latinas se caracterizaron por su perfección: los autores desean mostrar su ingenio y su manejo de la lengua; en este aspecto son deudores de las escuelas de la Retórica, que contaban con ejercicios para desplegar la narración de una acción completa. Por lo tanto las obras literarias de aquel entonces eran solo entendidas en profundidad por aquellos que tenían una educación. Pero  Petronio, como lo hizo después  Apuleyo, complicaron la trama con gran cantidad de aventuras, insertando en medio de la obra relatos novelescos, independientes con entidad y valor artístico propios, y todo ello sin que se deteriore el sentido del conjunto. Petronio agregó elementos comunes al pueblo, su lenguaje, su forma de decir las cosas, sin construcciones literarias complicadas, sin extravagantes formas literarias, sin tanta retórica. Petronio hizo con “El Satiricón” la verdadera novela como la conocemos hoy día. En “El Satiricón” confluyen y habitan las influencias de los cuentos milesios, la sátira, el mimo, el romance, la aventura y las formas comunes de decir con sencillez la realidad de las cosas.

Veinte siglos han pasado desde que esta novela fue escrita, no obstante, podemos ver a nuestro alrededor aquellos personajes divinos y grotescos, sencillos o seductores, vulgares y comunes, bajo el barniz de la civilización de la tecnología y de “culture de la finesse et du glamour”. El decadente Imperio Romano quizás no ha desaparecido, sigue viviendo en las páginas de “El Satiricón” y en las pequeñas Romas que existen en cada uno de nosotros.

Referencias:

3 Ignacio León, Jacinto. Prólogo: Roma, a varios siglos vista // En : El Satiricón / Petronio. – Barcelona : Ediciones 29, (1975). – p. 11
4 Jean Dutourd. Préface // En : Le Satyricon /Petronio. – Paris: Libraire Generale Française, 1960. – p. 15
5 Hubert Zehnacker et Jean-Claude Fredouille. Pétrone dans Littérature latine. – Paris: Presses Universitaires de France, 2005. – p. 248


Otras obras consultadas:


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