Una pequeña presentación

Los Mínimos y Máximos de Félix Esteves es una casa, un hogar, construido con amor, esfuerzo, dedicación y hasta con aburrimiento. Tiene muchas puertas donde todos pueden entrar. Tiene muchas habitaciones, donde de seguro en algunas podrás sentirte cómodo, y en otras, tal vez contrariado y hasta… por qué no… molesto. Sin embargo su propósito no es agradar ni molestar, no es ganar amigos ni enemigos… de todas maneras ambos son bienvenidos; su fin es mostrar y demostrar lo variopinto de una mirada, la pluralidad de una cosmogonía a través de mi “micromundo”, de lo exterior visto y sentido desde mi interioridad… es un grito contra la discriminación, es un arrullo de amor a la diversidad, es mi tarjeta de presentación como ser humano, como hombre, como gay y miembro de la comunidad LGBT... tal vez es algo más… no lo sé… aún lo estoy averiguando.

Félix Esteves

Amigos de Los Mínimos y Máximos

domingo, 22 de agosto de 2010

GANÍMEDES EN EL ARTE

Ganímedes. Fotografía y Pintura. Pierre et Gilles.
La pareja gay ha sabido captar la belleza del mito
en esta intervención pictorica fotográfica.
En la mitología griega, Ganímedes era un héroe divino originario de la Tróade. Siendo un hermoso príncipe troyano, Ganimedes se convirtió en el amante de Zeus y en el copero de los dioses. Sobre la etimología de su nombre se dice o se propone que es una unión entre ganuesthai y medea, que significaría “regocijándose en la virilidad”. Ganímedes considerado como “el más hermoso de los mortales” había inflamado de amor al propio Zeus, de tal modo que éste lo raptó, se cuenta que fue el águila de Zeus quién mandada por el Dios agarró en sus garras al adolescente y se lo lleva por los aires, otra versión narra que Zeus había adoptado la forma de águila, del mismo modo que había tomado la de muchos animales y seres con la finalidad de satisfacer sus pasiones amorosas.

Crátera Ática. Arte Antiguo Griego. Museo del Louvre
En la Antigüedad los artistas ceramistas representaban la historia mítica, que resultaba muy apropiada para los simposios o banquetes exclusivamente masculinos. El mito de Ganímedes era tratado en términos contemporáneos reconocibles, ilustrado con el comportamiento habitual en los rituales de cortejo homosexuales. Por lo general en este período se suele representar a Ganimedes bien desarrollado, joven y musculoso, aunque practicando actividades incongruentemente infantiles.

Luego se pierde un poco el mito de Ganímedes por el surgimiento del cristianismo que veía en la historia del bello joven y Zeus una amenaza a sus leyes, sin embargo en algunas Iglesias cristiana de la Alta Edad Media se pueden ver en sus capiteles pequeñas esculturas que representan el rapto de Ganímedes. En el Renacimiento, el gusto por la cultura Grecorromana y por su filosofía del Humanismo que pregonaba el Hombre como centro del Universo, la imagen de Ganímedes vuelve a tomar fuerza aunque en menor grado que otros personajes míticos debido aún al fuerte contenido homoerótico de su historia. Sin embargo artistas como Baldassare Peruzzi, Miguel Ángel y Correggio entre otros dibujan y pintan al Frisio en todo su esplendor, al muchacho lo presentan con todas las características clásicas, cuerpo musculoso, rubio y hermoso, y donde el joven quizás se siente complacido por el rapto perpetuado por el Dios griego, sin embargo en la pintura se pinta a Zeus no como hombre, se representa al Dios como águila, quizás para mitigar su significante homosexual.

Ganímedes Correggio, 1489-1534
Renacimiento Italiano.
El Rapto de Ganímedes. Miguel Ángel, 1475-1564
Renacimiento Italiano
Durante el Barroco el arte pictórico de Ganímedes vuelve a ser eco de los grandes pintores, Rubens y Rembrandt son los más significativos. La versión de Rubens retrata un joven muchacho del campo totalmente desarrollado, pero cuando Rembrandt pinta el Rapto de Ganímedes en 1635, los matices eróticos clásicos sufren un giro mordaz: la oscura águila lleva en volandas un regordete bebé querubín que se orina de miedo, tal vez criticando a los pederastas de la época que explotaban a los niños desde muy temprana edad.

El Rapto de Ganímedes. Rubens, 1577-1640
Barroco
El Rapto de Ganímedes. Rembrandt, 1606-1669
Barroco
En el Neoclasicismo se empieza una búsqueda por todo lo relacionado con la antigüedad grecorromana y muchos artistas empiezan a pintar a Ganímedes en posiciones cariñosas y casi amatorias con Zeus, debido también por la desesperada exploración de los grandes coleccionistas de Arte Homoerótico de inspiración griega o romana. En el siglo XIX una de las más representativas esculturas hechas de Ganímedes es la pieza neoclásica de Adamo Tadolini en la que un Ganimedes exuberantemente recostado, abrazado por un ala, se dispone a intercambiar un beso con Zeus. La delicada copa de su mano está hecha de bronce dorado, dando una inquietante inmediatez y realismo al grupo en mármol blanco.
Ganímedes. Adamo Tadolini. 1788-1868
Neoclasicismo.

Dios besa a Ganímedes. Anton Raphael Mengs, 1728-1779
Neoclasicismo
En el siglo XX, el tema del rapto de Ganímedes por Zeus fue puesto al servicio de las empresas comerciales. Basándose en una litografía de 1892 de F. Kirchbach, la fábrica de cerveza de Anheuser-Busch lanzó en 1904 una campaña publicitaria proclamando los éxitos de la cerveza Budweiser. Coleccionables sobre el grafismo del póster fueron fabricados hasta principios de los años 1990. No obstante algunos artistas contemporáneos ha tomado a Ganímedes y lo han plasmado en sus pinturas y fotografías, siempre presentado de forma hermosa y ratificando su condición homoerótica, unos en mayor fuerza que otra pero sin desprenderse de su simbología primaria: su condición homosexual.


Litografía de 1892 F. Kirchbach que sirvio de promoción a la Budweiser para
promocionar su producto durante casi todo el siglo XX


¿De donde beben los Dioses? (Ganímedes). Joan Sasgar, 1953
Por Félix Esteves

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