Una pequeña presentación

Los Mínimos y Máximos de Félix Esteves es una casa, un hogar, construido con amor, esfuerzo, dedicación y hasta con aburrimiento. Tiene muchas puertas donde todos pueden entrar. Tiene muchas habitaciones, donde de seguro en algunas podrás sentirte cómodo, y en otras, tal vez contrariado y hasta… por qué no… molesto. Sin embargo su propósito no es agradar ni molestar, no es ganar amigos ni enemigos… de todas maneras ambos son bienvenidos; su fin es mostrar y demostrar lo variopinto de una mirada, la pluralidad de una cosmogonía a través de mi “micromundo”, de lo exterior visto y sentido desde mi interioridad… es un grito contra la discriminación, es un arrullo de amor a la diversidad, es mi tarjeta de presentación como ser humano, como hombre, como gay y miembro de la comunidad LGBT... tal vez es algo más… no lo sé… aún lo estoy averiguando.

Félix Esteves

Amigos de Los Mínimos y Máximos

lunes, 26 de abril de 2010

ENTREVISTA A JULIO CORTÁZAR, POR VIVIANA MARCELA IRIART, CARACAS 1979


Transcribo este excelente texto de la escritora y periodista Viviana Marcela Iriart tal como aparece en su blog Escritoras Unidas y Compañía http://escritorasunidas.blogspot.com/
La insigne periodista fue galardonada en España en Abril del 2010 con el Premio "Autor/a Sant Jordi 2010" precisamente por este reportaje al escritor Julio Cortazar en Caracas en 1979.


"Esta entrevista fue realizada en Caracas, en el año 1979, durante la realización de la “Primera Conferencia Internacional sobre el Exilio y la Solidaridad Latinoamericana en los años 70”, en la que Julio Cortázar fue panelista junto a intelectuales de la talla de Mario Benedetti, Antonio Skarmeta, Eduardo Galeano y Ernesto Cardenal entre muchos otros.
La entrevista fue publicada en la revista “Semana” de Caracas y la firmé con seudónimo: Julio Cortázar era una de los opositores más célebres de la dictadura argentina, yo estaba exiliada y temía represalias contra mi familia en Argentina. Cortázar, con la humanidad que lo caracterizaba, entendió mi temor cuando se lo expliqué.
Le envié unos ejemplares a París, donde vivía, y a vuelta de correo me llegó una maravillosa carta manuscrita en donde me agradecía la entrevista. Nunca más tuve contacto con él. Pero cuando muchos años más tarde Cortázar murió, lloré su pérdida como la de un amigo entrañable. En una hora, el tiempo que duró la entrevista, Cortázar se metió en mi corazón y se quedó en él para siempre. Ha pasado mucho tiempo desde que ya no está con nosotros. Y sin embargo, todavía lo sigo extrañando.
Las fotos fueron tomadas por el fotógrafo argentino Eduardo Gamondés y son inéditas, dado que la revista “Semana” estaba en crisis económica y no pudo comprarlas. Gracias Eduardo por permitir reproducirlas.
Y gracias a Araceli Otamendi por su interés en reeditar el pensamiento de uno de los intelectuales más talentosos, humanos y consecuentes del continente.
Han pasado veintitrés años desde que la entrevista se realizó.
Y sin embargo, ¡qué actual que siguen siendo sus palabras!
Allí donde quiera que estés, ¡Gracias Julio!
Por tu infinito amor.
"



JULIO CORTAZAR Y LATINOAMÉRICA: “DEBEMOS LUCHAR CONTRA EL CHOUVINISMO.

Viviana Marcela Iriart/ Fotos: Eduardo Gamondés.

Revista Semana, Noviembre, 1979



Su voz grave y gangosa atiende el teléfono, sin intermediarios, simplemente él levantando el tubo. Cortázar. Su voz suena seria, como la imagen que tengo de él, una imagen de que siempre tiene 40 años: imposible imaginarle más (y sus biografías dicen que nació en 1916). Explica que quiere ver la revista antes de concedernos una entrevista, y ni él ni nosotros sabemos qué pasó, pero las revistas que dejamos en el hotel jamás llegaron a sus manos. Igualmente sugiere vernos en Parque Central, en la inauguración de la Primera Conferencia Internacional sobre el Exilio y la Solidaridad Latinoamericana en los años 70, en la que él participó. Y allí estaba, llamando la atención aún sin quererlo: era el más alto de todos los presentes. Y allí estaba, con la barba y bigotes cobrizos que lleva desde hace tanto, con la seriedad con que aparece en diarios y revistas, con una simpatía que no le imaginaba. Allí estaba, era Cortázar. Un ser humano como usted y como yo, sí, con dos ojos, una boca, dos manos, virtudes, defectos, deseos, nostalgias. La entrevista fue en un rincón del Hotel Anauco Hilton, junto con el Asesor de Semana, Jorge Madrazo, el fotógrafo Eduardo Gamondés y cuatro o cinco admiradores del escritor, inmersos disimuladamente –o no- en la conversación. Él habló despacio, cálidamente y sus ojos claros recorrían los nuestros mientras sus palabras se abrían en el centro de nuestras mentes, quedando allí mucho tiempo después de haber sido pronunciadas. Y él se quedó en nosotros cuando la noche llegó y nos encontró en sitios distintos. Como una presencia invisible, deseada, siempre presente a partir del primer encuentro.

ACERCA DE LA LITERATURA Y LA POLITICA
“Bueno, claro que me molesta ser requerido más para dar opiniones políticas que literarias, porque soy un animal literario. Así como los franceses suelen referirse al hombre como un animal pensante o un animal filosófico, yo soy un animal literario. Nací para la literatura y si fui asumiendo lentamente este compromiso de tipo ideológico que ustedes me conocen, eso fue al término de un proceso muy lento, muy complicado y a veces muy penoso. Porque como mi vocación profunda es la literatura, hay momentos en los que las circunstancias de tipo político –el tener que venir a esta Conferencia, escribir artículos de contenido político, atacar a la Junta chilena o argentina, ocuparme de casos de desaparecidos, muertos, torturados, contestar alguna de la enorme correspondencia que me llega, porque la gente piensa que yo siempre puedo decir algo y ayudar- bueno, hay momentos en lo que, lo confieso porque es verdad, tengo un gran desánimo. Porque me digo: “bueno, ¿alguna vez voy a poder escribir una novela?” Mi ideal sería tener un año o dos de tranquilidad, para escribir una novela que me da vueltas en la cabeza hace mucho tiempo. Por eso es que cada vez más me convierto en un cuentista, porque los cuentos los escribes en el avión, en tu casa, en la calle...”


HASTA FRANCIA LLEGO EL EXILIO
“Yo hace 28 años que vivo fuera de la Argentina, pero nunca me consideré un exiliado hasta el golpe de Videla. Nunca me consideré un exiliado, porque para mí el exilio es una cosa compulsiva, y yo vivía en Francia porque me daba la gana. Porque es un país que me gusta, donde me siento bien y donde iba escribiendo mi obra sin dificultades ni problemas. Y de repente, a partir del golpe militar, supe que me había convertido en un verdadero exiliado. Es decir, que ahora tengo ese sentimiento que tienen todos los exiliados, done los aspectos negativos son muy fuertes, pesan mucho. Eso me llevó por primera vez a reflexionar sobre el problema del exilio. Es entonces que me di cuenta de que si yo o cualquier otro exiliado entra en el estereotipo, en la noción esencialmente negativa, aplastante del exilio, le está otorgando una carta de triunfo a la dictadura que lo exiló. Entonces me planteé el problema en términos muy claros: es una locura, es ilógico, no se puede aplicar científicamente, pero yo en vez de estar en una marcha adelante doy marcha atrás, invierto la velocidad y entiendo el exilio en términos positivos. Yo lo dije en París e hizo sonreír a mucha gente, dije que es como si Videla, ahora que me exiló, me hubiera dado una beca para escribir fuera de la Argentina. Y mi mejor manera de contestar a ese exilio es dar el máximo de lo que yo puedo dar como escritor, y es lo que estoy tratando de hacer. Pero al exiliado que llega totalmente quebrado, ya sea porque él mismo ha sufrido, incluso físicamente, antes de poder salir o porque hay un montón de muertos, desaparecidos, torturados en torno a él, no se le puede pedir que empiece su vida de exiliado con una sonrisa, diciendo: “esto está muy bien”. No, porque está espantosamente mal. Cuando a todo hombre y mujer que ha salvado la inteligencia, le llegue el momento de pensar en la nueva vida que está empezando, es en ese momento en que yo lo incito a que en vez de caer en los estereotipos y decir “yo soy una víctima, yo soy un exiliado, yo he sido injustamente echado de mi país”, y que eso se traduzca poco a poco en amargura, en una nostalgia aplastante, yo lo incito a que –salido del primer choque traumático- vuelva a sentirse un hombre o una mujer pleno”.

SUR, PAREDON Y DESPUES...
“Sí, porque ¿para qué sirve la nostalgia de juntarnos cinco argentinos, hacer un asado, tomar mate, poner un disco de Susana Rinaldi, Mercedes Sosa o Gardel (según los gustos) y complacernos en la nostalgia de un pasado al que quisiéramos resucitar? Yo lo hago también, pero eso no me impide al día siguiente despertar en París, y estar en contacto con un montón de gente que no son argentinos y llevar adelante mi trabajo. De manera que es un asunto que hay que matizarlo, no es muy sencillo, y claro, no todas las personas están igualmente equipadas en el plano mental o intelectual. Y el obrero, que desde el punto de vista cultural está más limitado -porque por su condición de obrero no ha podido estudiar- ese hombre es realmente el que está más en peligro como exiliado. Si un obrero tiene que vivir en Suecia, nada más el problema del idioma es para él una especie de amenaza de muerte. Y ahí la nostalgia, Gardel, sus recuerdos y sus fotos se vuelven su única defensa. Y yo creo que todos nosotros podemos hacer mucho a través de publicaciones, de actos, de reuniones, para hacerles sentir que no están solos”.

EL EXILIO CULTURAL
“Lo que para mí es y ha sido traumático, es un fenómeno en el que no todo el mundo piensa, y que en el caso de un artista exiliado es fundamental. Lo que yo llamaría el exilio de tipo cultural: es terrible cuando te das cuenta de que en tu país hay una barrera de censura que hace, por ejemplo, que yo no pueda publicar más libros en Argentina. Entonces se descubre -y esto es lo espantoso para mí- que yo estoy exiliado, pero que del otro lado, en mi país, hay 26 millones de exiliados en relación a nosotros. Yo estoy separado de mis lectores, pero mis lectores están separados de mí: mi último libro de cuentos no pudo salir en Argentina porque hubo dos cuentos que le molestaron a la Junta. Y no hago de esto una cuestión personal: están separados de 150 magníficos escritores uruguayos, chilenos y argentinos que no se pueden editar en nuestro país. En Chile, desde el 11 de septiembre de 1973, una generación de jóvenes fue tomada por la Junta y metidos en una escuela fascista dirigida por militares. Han pasado seis años y ellos vivieron la edad crítica (entre los 12 y los 18 años) bajo ese régimen, miles y miles de niños y niñas chilenas que en estos momentos creen en la Junta, creen en la Seguridad Nacional, creen que todos nosotros somos traidores. Creen que Chile es un país injustamente atacado y combatido. No es culpa de ellos, pobrecitos, porque en seis años los han convertido en lo mismo en que Hitler convirtió a las juventudes hitleristas, o Mussolini a los “balillas”. Bueno, eso es para mí una de las cosas más espantosas, y nosotros no podemos hacer nada, intelectualmente. Porque esto yo se los digo a ustedes, pero nadie lo va a escuchar en Argentina, nadie lo va a leer, ustedes lo van a publicar y salvo que alguien lo lleve en un bolsillo, nadie va a poder leerlo allí”.

EL ESCRITOR Y SU COMPROMISO CON LA REVOLUCION
“Yo tengo una gran latitud de enfoque en el plano de trabajo de los escritores. Yo creo que puede haber escritores puros, que no introduzcan ningún mensaje político en lo que hacen. Creo que eso es posible, y que su obra puede ser revolucionaria si es una obra creadora, que renueva, una obra bella. Lo único que exijo en esos casos es que la persona que hace literatura pura, muestre con su conducta personal que no es un escapista. Que si él no pone política en lo que hace, es solamente porque -por ejemplo- su vocación es escribir un soneto en donde la política no entre. Pero él tiene que demostrar con su conducta, con su responsabilidad personal, que tiene derecho a escribir esos sonetos. Mira, yo me divierto mucho en escribir literatura pura... El año que viene sacaré un libro, que estoy terminando, donde hay uno o dos cuentos con contenido político, los demás son cuentos fantásticos. Y creo que tengo derecho a escribirlos, porque mis lectores saben quién soy. Entonces, ¿por qué me voy a sentir obligado a poner la política en cada cosa que escriba? Mi literatura, entonces, sería muy mala, soy muy consciente de esto. No todo hombre ha nacido para la acción, no todo hombre tiene a veces ¿cómo decirte? las aptitudes físicas para jugarse en un plano de acción. No todo hombre ha nacido para ser soldado de una revolución. Puede ser un hombre de una vida interior, de una timidez de carácter, que lo lleva a escribir exclusivamente una obra que canta a la revolución. Pero yo no creo que se le pueda exigir una militancia práctica a todo el mundo”.

VIETNAM Y EL MANEJO DE LA INFORMACION POR EL IMPERIALISMO
“Yo creo que es positivo que se denuncien las violaciones de derechos humanos ocurridas en los países socialistas, en la medida en que se tenga total seguridad de lo que se denuncia. Porque, cuando se habla de violación de derechos humanos en esos países yo, por principio, examino con mucho cuidado el expediente, porque sé de sobra hasta qué punto la información del imperialismo reforma, cambia y modifica las cosas. Yo no olvido que, por ejemplo, siguiendo la última etapa de la revolución nicaragüense en el Herald Tribune, en París, se podía encontrar un análisis de cómo los yankis preparaban al lector norteamericano para que estuviera en contra del triunfo. Hablaban de Somoza como el tirano, el dictador, pero cuando hablaban de las columnas que avanzaban decían: “las columnas marxistas. Cada ocho o nueve párrafos te soltaban esa palabrita, para que la buena señora que vive en Minesotta o en Detroit diga: “¡Dios mío, los comunistas!” Entonces, cuando se habla del caso de Vietnam, yo estoy esperando encontrarme con García Márquez, que estuvo allí haciendo una gran encuesta, para que él me cuente a mí las cosas. Yo no me fío de los telegramas de prensa. Pero, cuando en Rusia y en los países de la órbita socialista hay flagrantes violaciones de derechos humanos, yo personalmente no me callo.”

AMERICA LATINA COMO UNIDAD: ¿REALIDAD O UTOPIA?
“Lo voy a decir de una manera sentimental, casi a lo Rubén Darío: en mi corazón, América Latina existe como una unidad. Soy argentino desde luego (y me siento contento de serlo), pero fundamentalmente me siento latinoamericano. Yo estoy en mi casa en cualquier país de América Latina, siento las diferencias locales, pero son las diferencias dentro de la unidad. Eso, en el plano personal. En el plano geopolítico, está la nefasta política de dividir para reinar, que han aplicado los norteamericanos desde hace tanto tiempo. Fomentando los nacionalismos, las rivalidades entre los países para dominarlos mejor, destruyendo el sueño de Bolívar de los “Estados Unidos de América del Sur” y creando diferentes países orgullosos, seguros de sí mismos, dispuestos a hacerse la guerra por cuestiones que no resisten un análisis profundo; eso es una realidad. Y yo pienso que uno de los deberes capitales de los políticos de izquierda, de los escritores revolucionarios, es intentar por todos los medios de luchar contra ese chauvinismo, que hace que un niño argentino en la escuela aprenda que él es mucho mejor y más que un niño chileno o paraguayo. Por cierto que en mi visita anterior hablé con venezolanos de la calle y su idea sobre los colombianos, su desprecio, su odio, me aterraron. Lo mismo, por supuesto, ocurre en el caso inverso. Es la prueba de que dividir para reinar funciona, que a los yankis les conviene seguir fomentándolo y que las dictaduras locales están encantadas de hacerlo”.

ENTONCES HABLO SOBRE LA VIDA Y LA MUERTE
“Un día en mi vida es siempre una cosa muy hermosa, porque yo me siento muy feliz de estar vivo. No tengo ninguna intención de morirme, tengo la impresión de que soy inmortal. Sé que no lo soy, pero la idea de la muerte no me molesta y tampoco le tengo miedo. Le niego existencia, entonces, eso me ayuda a vivir de una manera... ¿cómo decirlo? Bajo el sol, solar. Yo estoy muy contento de estar vivo, y además hay una cosa en la que poca gente piensa. Creo que es un prodigio maravilloso que todos nosotros seamos seres humanos, que estemos en lo más alto de la escala zoológica, por un azar puramente genético. Porque tú no eres responsable de ser quien eres. Venimos de una larguísima cadena genética y cuando yo veo a una gallina o una mosca que también han nacido de las mismas cadenas genéticas, me maravillo por ser un hombre y no una gallina. Yo soy un hombre, con todo lo bueno y lo malo que eso tiene. Y estoy contento de haber tenido una conciencia, de haber visto lo más que una conciencia puede ver del planeta. Y no te hablo más”.
Cuando pronunció estas palabras hacía más de media hora que estaba con nosotros, contándonos anécdotas y sonriendo, a veces, como un niño. Sí, él es un ser humano como usted y como yo, para hablar necesita mover la boca en la misma forma en que lo hacemos usted y yo. Pero él es Julio Cortázar.
© viviana marcela iriart, Caracas, septiembre de 1979.
© Fotos Eduardo Gamondés
Publicada en la Revista Semana, noviembre de 1979, Caracas, Venezuela.
Publicada en:
http://revistaarchivosdelsur.blogspot.com/2009/02/homenaje-julio-cortazar.html

domingo, 25 de abril de 2010

EL ARTE EFÍMERO DE LA COCINA



Cualquier actividad artística se prolonga en un espacio determinado que es transformado en lugar estético: la acción humana utiliza los materiales mediante la actitud creativa dotándolos de signos cuya misión final y primordial es comunicar y sensibilizar, y es aquí que se encuentra la razón o la entraña del arte: la producción de un objeto, imagen, espacio, alimento, música o poema que condensa una vivencia simbólica de la realidad común o individual.
Una manzana es un fruto alimenticio rojo, verde o amarillo con cierto sabor determinado, pero cuando este es modificado por la acción creativa del chef o artista culinario se puede convertir en una obra de arte no solo en lo visual sino también en la parte odorífera y principalmente en la gustativa. Al comer la obra culinaria se nos presentan entonces ciertos elementos que reconocemos como la textura, el sabor, la humedad entre otros que nos dan las señales o signos cuya finalidad es estética, comunicativa y eleva principalmente el espíritu, más que alimentarnos.
Está claro que la cocina es un arte, y como tal, está sujeto a modas, vaivenes y tendencias, y por lo tanto hay clásicos que siempre estarán presentes, al igual que sucede en la pintura, la escultura, la arquitectura, la música y la literatura. Sin embargo, lo clásico hoy en día no es muy común; los críticos actualmente y muchos chefs, para no decir la mayoría, piensan que el clasicismo es casi un pecado, y una pérdida de tiempo. Desde su punto de vista postmoderno no alcanzan a comprender y entender que ese clasicismo no significa calcar o copiar la receta o lo ya establecido, sino que puede estar sujeto a muchas y variadas interpretaciones o recreaciones. Un ejemplo muy claro es la música, una aria de opera es la misma la interprete quien la interprete, sea Renata Tebaldi, María Callas, Leontyne Price, o Monserrat Caballé, los mismos pentagramas, las mismas notas y en idéntica colocación, partituras exactas, no obstante no suena igual. Pues en cocina pasa lo mismo, porque ambos artes son efímeros.
Un Asado Negro nos va a saber diferente prepare quien lo prepare, sean los chefs Yuraima Blanco, Sumito Estévez, Ariel Rodríguez Palacios, Ferrán Adriá o Paul Bocuse, pues cada uno tiene su estilo, su forma, su manera de manejar, crear y recrear los alimentos y cada uno nos presentara un plato u obra de arte diferente donde el común es un plato clásico.
Hoy en día con los nuevos adelantos y los diferentes estilos de vida, el arte de la cocina no escapa de ellos, vemos el surgimiento de la gastronomía molecular, la cocina fusión, la alimentación macrobiótica (muy común en las estrellas de cine), la gastronomía experimental entre otros movimientos de la mesa, son motivo de estudios, riñas y grandes debates. Lo que si es muy común es de confundir lo moderno y artístico con lo extravagante, así vemos platos tan extraños que hasta los nombres son tan difíciles de recordar como difíciles de comer. En todo caso el arte culinario siempre esta en cambio, el hombre avanza y con ellos sus alimentos y formas de prepararlos. Solo esperemos que como arte efímero la cocina no cambie tanto y no siga la ficción vista muchas veces en el cine como tragar simples pastillitas, porque si una cosa tiene el arte es su disfrute y goce y no hay nada más sabroso y placentero que degustar un buen plato trabajado con arte y maestría.

Por Félix Esteves

TIC-TAC. El Sonido de la Muerte.


Solo escucho el tic-tac. En la extrema oscuridad donde me hallo solo percibo el sonido de las manecillas que marcan el tiempo de mi muerte, de mi sombrío destino. Una pared aprisiona mis piernas y siento en mi costado derecho de mi espalda una profunda herida y la cavilla asesina, quizás ya oxidada por mi sangre lastimera. No sé cuantos días llevo escuchando el tic-tac, a veces me angustia, otras veces me adormece, fiel compañero, que me cuenta sus desgracias y alegrías, mientras mi garganta seca trata de cantar al compás de su hermoso tic-tac. Lloro con sus cuentos de terror, y río también con sus ocurrentes alegrías, tic-tac... tic-tac... es una música que nunca se olvida, tic-tac, es el ritmo de mi lucha, como música épica, que adorna mi último respiro. Me voy debilitando, disminuyendo mis fuerzas, mi lengua trata de recoger el sudor de mis labios, pero ya ni sudor produzco, entonces mi querido tic-tac me hace soñar que su sonido son claras gotas que caen de un delicioso manantial y sonrío porque bebo del liquido de su cadencia, de su extraordinaria armonía, tic-tac, tic-tac... Me despierto y ya no escucho el tic-tac, se apagaron las manecillas, ¿dónde te has ido? Y solo percibo el sonido arrítmico de mi pecho, disonante y disconforme de mi
Solo escucho el tic-tac. En la extrema oscuridad donde me hallo solo percibo el sonido de las manecillas que marcan el tiempo de mi muerte, de mi sombrío destino. Una pared aprisiona mis piernas y siento en mi costado derecho de mi espalda una profunda herida y la cavilla asesina, quizás ya oxidada por mi sangre lastimera. No sé cuantos días llevo escuchando el tic-tac, a veces me angustia, otras veces me adormece, fiel compañero, que me cuenta sus desgracias y alegrías, mientras mi garganta seca trata de cantar al compás de su hermoso tic-tac. Lloro con sus cuentos de terror, y río también con sus ocurrentes alegrías, tic-tac... tic-tac... es una música que nunca se olvida, tic-tac, es el ritmo de mi lucha, como música épica, que adorna mi último respiro. Me voy debilitando, disminuyendo mis fuerzas, mi lengua trata de recoger el sudor de mis labios, pero ya ni sudor produzco, entonces mi querido tic-tac me hace soñar que su sonido son claras gotas que caen de un delicioso manantial y sonrío porque bebo del liquido de su cadencia, de su extraordinaria armonía, tic-tac, tic-tac... Me despierto y ya no escucho el tic-tac, se apagaron las manecillas, ¿dónde te has ido? Y solo percibo el sonido arrítmico de mi pecho, disonante y disconforme de mi corazón triste y resignado que late tic-tac... cada vez más débil... tic... tac... tic... y muero apretando en mis labios el último tac queriendo escapar inútilmente de la muerte.


Por Félix Esteves

sábado, 24 de abril de 2010

ÉTICA MÍNIMA,SEGÚN ADELA CORTINA. Por Beverly Rincón


Adela Cortina se inscribe dentro del procedimentalismo y la ética discursiva, presenta como marco teórico fundamentalmente a Kant, Hegel, Habermas y Apel, Sostiene (junto con Apel y Habermas) la racionalidad del ámbito práctico, el carácter necesariamente universalista de la ética, la diferenciación entre lo justo y lo bueno, la presentación de un procedimiento legitimador de las normas y la fundamentación de la universalización de las normas correctas mediante el diálogo.
Al aceptar la ética discursiva advierte el peligro que presenta ésta de disolver el fenómeno moral si no es completada con una teoría de los derechos humanos y una ética de virtudes y actitudes. Desde su punto de vista, el derecho a la igual participación no puede atribuirse sin más a la racionalidad, así, tanto en el caso de Kant como en el de la ética discursiva se descubre la conciencia moral de una época determinada, expresada ya sea en la conciencia o en el lenguaje. Esto no significa restarle validez a la propuesta discursiva, sino más bien reconocer que la razón es histórica. Se han de tener en cuenta las circunstancias históricas y culturales cuando se inicia el discurso, y no sólo las puramente racionales.
También en sus escritos encontramos una cierta crítica al puro procedimentalismo. Para ella prescindir de la bondad de la intención y desplazar el interés ético hacia lo que hace correcta una norma, sitúa a la ética y la moral en un lugar precario, el de la pura exterioridad.
Una cuestión más que preocupa a Adela Cortina es el hecho de que el principio de la ética discursiva, como legitimador de normas morales correctas, se escriba sobre la apariencia de un principio de legitimación de las decisiones políticas (en una mala interpretación). Esto puede conllevar el inconveniente de cargar a la voluntad y juicios morales con el lastre de las realizaciones pervertidas de la vida política existente. Por esto es importante remarcar el hecho de que en la voluntad moral no es tan importante guiarse por el consenso que culmina, sino por el proceder dialógico, esto es: cultivar la actitud dialógica de quien está interesado en conocer los intereses de los afectados por una norma, escuchar sus argumentos, exponer los propios y no dejarse convencer por intereses particulares, sino sólo por los generalizables.
Adela Cortina también ve el peligro de que la ética discursiva pueda caer en un idealismo, en el sentido de considerar sólo la dimensión racional del hombre y olvidar los móviles del mismo, esto es, el tipo de virtudes que predisponen a actuar de acuerdo a ellas. Desde su punto de vista sin la percepción de un valor, sin experimentar algún elemento valioso, no hay motivo por el que el individuo deba seguir un principio. Y señala que si la ética discursiva se ha ocupado de algo parecido a una virtud, ha sido la de la formación democrática de la voluntad, de la disponibilidad al diálogo, pero ésta es una virtud intelectual que no guarda relación con posibles virtudes éticas, con virtudes del carácter. Cortina considera un error el eliminar la dimensión del querer y por tanto de la virtud, por lo que es necesaria una doctrina de la virtud elaborada desde aquello que los hombres consideran como valioso.
Por lo que se refiere a la teoría de los derechos humanos propuesta por Cortina, podemos decir que ésta se encuentra fundada en la ética discursiva; considera que es necesario para la fundamentación de los derechos humanos llevar acabo la defensa de una concepción que atienda tanto al ámbito ético de estos derechos, como a su promulgación en los códigos jurídicos vigentes. Se ha de buscar una base ética procedimental, esto es, un criterio válido para promulgar estas normas, pero que sea al mismo tiempo compatible con la múltiple variedad de creencias que encontramos en las distintas culturas a las que los hombres pertenecen. Entiende por derechos humanos a aquellos que se le atribuyen a todo hombre por el hecho de serlo, y hombres son aquellos que poseen o podrían poseer competencia comunicativa, idea que tiene la ventaja de posibilitar una fundamentación normativa de los derechos humanos mediante el principio de la ética discursiva. Así los derechos humanos son un tipo de exigencias cuya satisfacción debe ser obligada legalmente y por tanto protegida por los organismos correspondientes, y el respeto por estos derechos es la condición de posibilidad para poder hablar de hombres con sentido.
Por Beverly Rincón.

viernes, 23 de abril de 2010

HOMO TECHNOLOGICUS Y LA TRANSFORMACIÓN DE LA ÉTICA


De acuerdo con el historiador de la ciencia, Yves Gingras, el mundo en que vivimos es un producto de la razón humana, es la combinación de la técnica y la razón que da a luz a la tecnología. El Homo Sapiens siendo “Homo Faber” (1), convirtió todo lo que lo rodea en artificial. En este sentido preciso, el animal humano es necesariamente contranatural y antinatura, el producto más paradójico de la naturaleza. Se ha convertido en suma, en un “homo technologicus” (2). Podemos decir que donde hay hombres hay técnica, así, el carácter de lo técnico ya no es algo exterior al ser humano, sino interior en primer termino, la tecnología ya es parte del hombre en su totalidad y sin ella le es imposible vivir primordialmente en felicidad y por lo tanto la tecnología al ser parte de la cotidianidad, del día a día del hombre ha contribuido a las transformaciones de relacionarnos en el mundo familiar, en la escuela, en el trabajo, en la calle, en los hospitales, en los bancos, etc., etc., de ahí que el impacto intrínseco de la tecnología sea relevante igualmente para la dimensión moral, y por lo tanto también a ejercido un fuerte cambio en la ética.

La tecnología a cambiado los valores, y aunque hay valores permanentes y cambiantes, se nos pone muchas veces en una disyuntiva al enfrentar el hecho de que la tecnología y la ciencia va más allá del bien y del mal: por ejemplo, ¿Hasta que punto la clonación es moral? la clonación es buena para animales, pero no para los humanos; las tecnologías médicas muchas veces involucran animales, siendo muy crueles ¿es eso moral? en muchos casos si, quizás sería más cruel experimentar con seres humanos ¿pero quién decide eso? Las consideraciones éticas y morales rara vez entran en juego para las tecnologías militares, y aunque la Convención de Ginebra y otros acuerdos internacionales limitan estas tecnologías, los países argumentan que lo hacen por supervivencia y seguridad. Muchas veces en el mundo de las comunicaciones se emiten juicios falsos solo porque ruedan por la Internet o por Twiter y muchas veces no se verifican la exactitud de la información, ¿es ético tal procedimiento? Muchos estudiantes copian trabajos gracias a la Internet, se ha dado el caso de páginas Web que ofrecen los servicios de hacer las tareas.

De todos modos hoy en día la ética del hombre es una ética pragmática que …“trata de comprender y establecer leyes acerca del comportamiento del hombre, teniendo en cuenta las motivaciones genéticas, antropológicas, sicológicas, legales, conscientes o inconscientes”… (3) y en especial las tecnológicas. El problema esta hasta que punto somos capaces de derrumbar o modificar nuestra pirámide moral simplemente por el bienestar o la felicidad.

(1) Bergson, Henry. La evolución creadora.-- 11 ed.-- Madrid: Espasa-Calpe, 1985.
El filosofo francés Henry Bergson utilizó el término Homo Faber para definir la inteligencia del hombre para ser capaz de crear objetos artificiales.
(2) Gingras, Yves. Éloge de l’homo technologicus.-- Montreal: Fides, 2005.
(3) http://www.wikilearning.com/monografia/presunciones_sobre_etica/11995-3

Por Félix Esteves

jueves, 22 de abril de 2010

SOBRE LA MORAL Y LA ETICA


El término Moral proviene del latín moralis (1) de mos, moris (2) que significa costumbre y Ética procede del latín ethicus, y este a su vez del griego ethos (3) que significa carácter. El carácter y la costumbre esta muy relacionadas. Las costumbres o hábitos son ciertas tendencias a actuar de un determinado modo ante situaciones similares, por ejemplo, leer la prensa para informarse si mañana el gobierno lo decreto día de asueto, en este caso el leer la prensa es una acción aislada, mientras si se lee todos los días la prensa, es un habito o costumbre donde se repite la acción a diario (leer) para estar informado del acontecer diario y mundial.

El conjunto de costumbres constituye el carácter o forma de ser y es lo que nos distingue de los demás individuos. El hombre nace con unas predisposiciones concretas, nuestro carácter se forma por la repetición de acciones similares, quienes se acostumbran a levantarse temprano para aprovechar el tiempo a lo máximo adquieren un carácter diligente; por tal razón el carácter se va constituyendo con el hacer cotidiano y es parte de nuestra responsabilidad. Una vez el carácter formado influye y condiciona firmemente nuestras acciones concretas: un individuo respetuoso le será más fácil respetar, tolerar y convivir con sus semejantes en situaciones puntuales del acontecer diario a una persona que nunca fue o a sido respetuosa. Mientras más asimilado está el carácter más difícil es llevar o realizar acciones del signo o tipo contrario a la que habitualmente solemos realizar o desempeñar, por lo tanto el carácter es la base de la naturaleza moral del hombre. Podemos deducir o concluir entonces el parentesco entre estos dos términos: La costumbre (Moral) determina nuestro carácter (Ética) y esta a su vez nuestras acciones.

Hoy en día los vocablos Ética y Moral se utilizan como sinónimos: “Fulanito actuó de una manera no moral”, “Fulanito actuó sin ética”, “La moral de la joven le impidió copiar en el examen”, “La ética de la mujer no le permitió firmar aquel documento”. No obstante en su sentido más estricto estas palabras tienen significados diferentes y en el lenguaje filosófico la Moral es el código de normas y conjunto de creencias que regulan la acción correcta, mientras la Ética es la reflexión, análisis, cavilación, examen y estudio de los códigos y valores morales, su validez, fundamentación y legitimación. Pero la Ética va más allá de la filosofía y de los hechos filosóficos, la Ética es cualquier reflexión o consideración crítica y seria que hacemos en nuestra vida diaria y que determina nuestras acciones cada instante, por ejemplo si la sinceridad debe supeditarse a la amistad, mentir a los hijos, cuando repetidamente le decimos a ellos que la mentira es mala y no se debe mentir.

(1) http://buscon.rae.es/draeI/
(2) El pequeño Larousse ilustrado.-- 14 ed.-- México: Ediciones Larousse, 2008.
(3) http://buscon.rae.es/draeI/


Por Félix Esteves

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