Una pequeña presentación

Los Mínimos y Máximos de Félix Esteves es una casa, un hogar, construido con amor, esfuerzo, dedicación y hasta con aburrimiento. Tiene muchas puertas donde todos pueden entrar. Tiene muchas habitaciones, donde de seguro en algunas podrás sentirte cómodo, y en otras, tal vez contrariado y hasta… por qué no… molesto. Sin embargo su propósito no es agradar ni molestar, no es ganar amigos ni enemigos… de todas maneras ambos son bienvenidos; su fin es mostrar y demostrar lo variopinto de una mirada, la pluralidad de una cosmogonía a través de mi “micromundo”, de lo exterior visto y sentido desde mi interioridad… es un grito contra la discriminación, es un arrullo de amor a la diversidad, es mi tarjeta de presentación como ser humano, como hombre, como gay y miembro de la comunidad LGBT... tal vez es algo más… no lo sé… aún lo estoy averiguando.

Félix Esteves

Amigos de Los Mínimos y Máximos

jueves, 29 de noviembre de 2012

INFANCIA GAY: ¿Una realidad o simple ficción?


En muchas ocasiones los padres o representantes no saben cómo actuar cuando en la escuela el educador o maestra le dice que su hijo o representado muestra conductas homosexuales, por ejemplo, que su niño tiende a jugar más con las niñas y que a veces se comporta como una de ellas; o que la niña o representada es algo brusca y masculina y prefiere jugar con sus compañeritos varones a la pelota. Si bien, quizás esto no es nuevo para esos padres, viene a reforzar o a corroborar las sospechas que ya tenían en casa, pues de seguro ellos ya habían notado comportamientos o conductas no aceptadas por la heteronormativa en la que ellos fueron criados y educados, y que esperan transferir o traspasar a su prole o progenie y así seguir con el monopolio social-sexual del binarismo mujer y hombre como la regla única.

Desde ese momento se empieza una lucha por parte de los  padres hacia esos hijos o hijas que ven “desviado su camino” e imponen tareas o actividades que ayuden al niño “maricón” a ser un verdadero varón  y a la niña “marimacho” a ser toda una mujercita. El niño será sometido de seguro a jugar obligatoriamente al futbol, a tomar clase de karate o kung fu, y a la niña se le escribirá en clase de ballet, danza árabe, cocina para niñas y se le vestirá aún más como a una Shirley Temple tratando ce borrar cualquier rasgo o apariencia de varón. Otros padres más severos de seguro tomaran acciones más violentas contra el infante llegando en muchos casos o en la mayoría de las veces a destruir la autoestima y el espíritu del niño o la niña.
 

¿Pero existe realmente el niño gay? ¿Podemos hablar de homosexualidad infantil? ¿Será que estos niños y niñas que presentan conductas homosexuales y lésbicas desde tan temprana edad serán los futuros gays y lesbianas de la sociedad? Distintamente y a mi parecer creo que no. Si bien gran parte de estos niños o infantes ya desde pequeños o a una muy temprana edad tienen un comportamiento que indican su decisión sexual, los roles o papeles durante toda la infancia cambian continuamente y es difícil promulgar que todos esos niños terminaran siendo gays y que las niñas serán lesbianas. Lo que sí puedo asegurar es que los niños son más inteligentes de lo que piensan los adultos y en su proceso de socialización e interacción con sus iguales estos niños van aprendiendo las diferencias y eligiendo a su vez sus preferencias; si bien estos niños están condicionados por la presión de la heteronormativa y la educastración que les dice “Los niños no lloran” y “Las damitas no corren”, muy en el fondo ellos ya saben o han elegido su papel sexual, no quiero decir que ya estas criaturas piensan en el sexo como una forma de placer erótico, sino como una forma de “ser y estar”.

Es normal que estos niños o niñas empiecen a tener dudas, es algo normal en el crecimiento, pero estas dudas no son como las vemos los adultos, los niños son más prácticos y no se ahogan en un vaso de agua como ocurre con los problemas existenciales de los mayores, los niños focalizan sus problemas de otra manera y su solución quizás sea resuelta de manera pragmática, sin embargo también dependerá de la presión que ellos sientan por parte de su entorno y allí está el juego o papel que deben tomar los padres y maestros.

Los padres sufren o mejor dicho experimentan el mismo proceso, y si bien los niños necesitan apoyo, son los padres los que necesitan primeramente encontrar ayuda  y comprensión cuando no saben asimilar dicha situación, pues sabemos que por muy modernos que sean los padres nunca dicen “Yo quiero tener un hijo gay” o “Yo quiero que nazca lesbiana”, ya que principalmente nacemos biológicamente con sexos que nos diferencian los unos de los otros, por otra parte porque el binarismo sexual es parte de nuestra cultura y para finalizar sería injusto crear “una personalidad” a un neonato que por sí solo debe aprender, saber y querer elegir lo que él quiere ser. Así como es criticable (por lo menos yo lo pienso de esa manera) que desde que nacen los niños se les etiquete con que si va a ser futbolista y médico si es niño, o maestra y bailarina si es hembra, también es criticable si se piensa o se pensara que porque el deseo de los padres de que su hijo fuera gay o lesbiana se le empezara a etiquetar y a estimular ciertas formar de ser. Me explico, como yo quiero que mi hijo sea gay desde pequeño lo vestiré de rosa, le comprare muñecas y lo estimulare a carreras (que la heteronormativa ve prejuiciosamente) como diseño de interiores, peluquería y estética… “Verdad que suena chocante y horrible”, desde la otra perspectiva es igual aunque no parezca, porque la ilusión que nos hace ver y creer la heteronormativa y las sociedades falocentristas está muy arraigada a nosotros, pero lo que si les aseguro  es que el niño o niña debe ser libre y tener en sus manos su elección.

Si bien las variadas investigaciones científicas sobre el origen de la homosexualidad, hasta hoy día aseguran que no existen elementos suficientes para hablar de niños o niñas homosexuales, ni para determinar que lo podrían ser de adultos, las encuestas en la materia demuestran que un amplio porcentaje de mujeres y hombres recuerdan que entre los 5 y 6 años de edad, ya podían diferenciar qué género les atraía, no obstante, en esa época no lo entendían así. Es decir, un niño o niña no sabe si es gay, no lo procesa, solo le gusta o no le gusta lo que ve y siente, la conciencia de la sexualidad es lenta pero definitiva, luego con la educastración es que vienen las grandes dudas, los miedos, las ganas de experimentar y por supuesto la elección, que por lo general se consolida en la temprana pubertad.

Los niños aunque los adultos no lo quieran ver, tienen prácticas sexuales, no como las imaginamos o los hacemos los mayores, y más cuando está de por medio la genitalidad; pero la inmensa parte de la gente recuerda haber tenido juegos sexuales de niños, y eso es algo común, pues de chicos somos seres curiosos y queremos descubrir quiénes somos y el mundo que nos rodea, experimentamos en nuestra infancia en el corral con nuestros primos y primas, en el jardín de infancia con nuestros compañeritos y compañeritas, y todo eso pasa por lo general desapercibido para los adultos, no obstante es normal y en realidad son de gran importancia para el desarrollo cognoscitivo de los niños.

Por otra parte, existe el dogma generalizado que los niños homosexuales son amanerados, sin embargo si bien hay niños amanerados, no necesariamente son homosexuales o que necesariamente lo serán de adultos. Según la sexóloga Rinna Riesenfeld la orientación sexual está del ombligo para arriba, la autora del libro “Papá Mamá, soy Gay”, señala que la inmensa mayoría de la gente descubre su orientación sexual a edades muy tempranas; incluso, señala, ya tienen prácticas sexuales, pero no con la genitalidad con la que la concebimos los adultos, sino a manera de juego con otros infantes. Riesenfeld también nos asegura que esa curiosidad sexual infantil, tanto heterosexual como homosexual, está latente en todos los niños y niñas y agrega:  


“El sentimiento está ahí. Nuestro problema es que tratamos de reprimir la experiencia humana. Si en lugar de reprimir, tratáramos de entender, saber de qué se trata, podríamos aprender más y vivir mejor”. (1)

Muchas estudiosos, como genetistas, sociólogos, neurólogos, psiquiatras, entre otros muchos creen que la orientación sexual está determinada por uno o más factores, como los genéticos, hormonales, psicológicos o sociales. Allan T. Bell, psicoterapista y Director del Departamento de Asesoramiento y Psicología de la Universidad de Indiana en Bloomington, Indiana y que es a coautor del libro "Preferencia Sexual: Su Desarrollo en Hombres y Mujeres", nos dice:

“Creo que la orientación sexual de un individuo está determinada por todos los factores mencionados en conjunto, pero que la importancia relativa de cada factor varía de individuo a individuo.
Eventos biológicos prenatales influyen en gran medida en el potencial para la conformidad de género del infante, y dicha conformidad influye profundamente a su vez en como percibe a los hombres y a las mujeres y en el potencial de ver a éstos como objetos afectivos.” (2)

En palabras del Doctor Lee Ellis, sociólogo, graduado de la Universidad Estatal de Florida,  Director del Departamento de Sociología en la Universidad Estatal de Minot en Minot, North Dakota, y estudioso de la orientación sexual afirma:

“Según la evidencia científica más reciente, los factores más importantes en el desarrollo de la orientación sexual parecen ocurrir antes del nacimiento. Entre dichos factores prenatales, tenemos la influencia de varias hormonas sexuales en el funcionamiento del cerebro en y alrededor de un centro de control de instintos primarios, llamado el hipotálamo. Esta sección del cerebro no sólo parece controlar la orientación sexual, sino que también se ha demostrado que está organizada diferentemente en los hombres y en las mujeres -- si bien con distintos grados de diferencia, dependiendo de la cantidad y del momento de exposición a la testosterona y a otras hormonas sexuales. Distintos factores parecen capaces de alterar la cantidad de hormonas sexuales a las cuales están expuestos el hipotálamo y otros centros cerebrales cercanos. Algunos de estos factores son genéticos y controlan la síntesis de hormonas sexuales.” (3)

La Dra. June Machover Reinisch, Directora del Instituto Kinsey de Investigación del Sexo, el Género, y la Reproducción en la Universidad de Indiana en Bloomington, Indiana y además profesora en el Departamento de Psicología y Psiquiatría de dicha universidad nos comenta:

“Nadie sabe cuáles son las "causas" de le homosexualidad. De la misma forma, nadie sabe cuáles son las causas de la heterosexualidad. Varias teorías han sido propuestas, pero hasta el día de hoy, ninguna ha sobrevivido un escrutinio cuidadoso. De hecho, los científicos tienen probablemente una idea más clara de cuáles no son las causas de que una persona prefiera una pareja del mismo sexo. Por ejemplo, los niños criados por padres o parejas gays o lesbianas no son más propensos a ser homosexuales que los niños criados por padres heterosexuales. Tampoco existe ninguna evidencia que indique que la homosexualidad masculina sea causada por una madre dominante o un padre débil, o que la homosexualidad femenina sea causada porque las niñas se identifiquen con modelos masculinos. De hecho, tenemos evidencia que bajo condiciones normales de crianza, los padres tienen muy poca influencia sobre la orientación sexual de sus hijos. Tampoco es cierto que un joven se vuelve homosexual al ser seducido por una persona mayor del mismo sexo. Las experiencias sexuales infantiles y adolescentes son relativamente similares en homosexuales y heterosexuales, excepto que los homosexuales obtienen menos satisfacción que los heterosexuales en sus experiencias sexuales con miembros del sexo opuesto. Tanto los homosexuales como los heterosexuales varían en su comportamiento desde muy masculino a muy femenino, lo cual sugiere que existe una combinación de factores relacionados a la expresión de la orientación sexual y la identidad del sexo.” (4)

Pudiéramos seguir exponiendo ideas y conceptos sobre la homosexualidad, su origen y su desarrollo en los niños, no obstante de cierta forma sabemos que es una realidad y cada vez son más visibles en los hogares, jardines de infancia, y en la sociedad en general niños y niñas con características o comportamientos netamente gays u homosexuales, aunque nadie sabrá si en el futuro lo serán. El problema más grave es que muchos de estos niños y niñas son estigmatizados o apartados de otros niños y muchas veces tratados con violencia por la sociedad que no acepta la diferencia y que está regida por la heteronormativa.

Se han visto casos de niños que son maltratados por sus padres, hermanos, familiares diversos y compañeros de clases simplemente por ser gays o porque los “otros” intuyen en sus cerradas mentes que una criatura por presentar conductas amaneradas pueda ser gay y por lo tanto hay que corregirlo y una golpiza para ellos parece ser lo más adecuado. Por ejemplo, en México un niño perdió un ojo por la paliza propinada por un tío que intuyo que su sobrino era gay sólo por el hecho de que el niño exclamo que le gustaba más las telenovelas que el futbol. (5)

Es importante en esta sociedad diversa y que cada día se abre más a la pluralidad de géneros crear políticas educativas, culturales y sociales que ayuden a combatir la homofobia y crear ambientes sociales dignos para todos. La sexualidad infantil y, específicamente la homosexualidad en la infancia, requiere de más investigaciones no solo en las áreas de la biología genética y la psicología, también es necesario que los sociólogos, antropólogos y otros investigadores de las áreas sociales y educativas se avoquen a este tema; de igual manera es necesario sensibilizar a los maestros, padres y madres de familia, ya que su incomprensión es motivo de rechazo y violencia contra los menores, lo que repercute en el sano desarrollo y la autoestima de estos niñas y niños y por lo tanto también implicará su desarrollo como adultos.

Sé que muchos padres les puede resultar muy difícil  descubrir que su hijo es homosexual. Algunos de estos papás y mamás tienen reacciones comunes en el aprendizaje que su hijo es homosexual, que incluyen shock, incredulidad, decepción, rabia e ira, tristeza, sentimientos de culpa y confusión. Lo más recomendable es que pida ayuda, pero no para su hijo o hija, sino para ustedes, vaya a un especialista que lo ayude asimilar su realidad, en la medida que usted sane sus miedos y temores, podrá ayudar a su niño o niña a decidir sobre su sexualidad, a ser lo que él o ella quiere y no lo que usted desea.

 

Fuentes y Referencias.



(2), (3) y (4) http://www.familiaresdegays.org/porquemihijoesgay.html


(1) http://www.modernblmag.net/barrilete/barrilete.pdf


http://www.mygenes.co.nz/Bell_WeinbergJHS.pdf


http://www.nytimes.com/2012/10/07/fashion/helping-a-gay-child-to-come-out.html?pagewanted=all&_r=0



Por Félix Esteves

5 comentarios:

  1. Siempre me resultan interesantes tus reflexiones, Félix, pero esta en concreto me ha parecido sumamente original e ilustrativa. Comparto el enlace con mis allegados. Enhorabuena. Saludos cordiales

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  2. Buen día Felix, interesante artículo, te dejo el link de este blog, muy interesante también, a lo mejor ya lo conoces, pero no importa,:http://borngaybornthisway.blogspot.com/

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  3. es increíble, pero cada vez son más los niños gays, ya es algo normal y asi debe ser, lo que tienen que hacer los padres es canalizar o ayudar a entender mejor su forma de ser y enseñarles como defenderse de los abusivos. Esta maravilloso tu trabajo.

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  4. Magnífico trabajo, lo he compartido y ha sido compartido con comentarios muy positivos. El grupo de voluntarios del 900Rosa me pide te haga llegar su felicitación.

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  5. Excelente! Lo compartiremos en www.jesusdiverso.com

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