Una pequeña presentación

Los Mínimos y Máximos de Félix Esteves es una casa, un hogar, construido con amor, esfuerzo, dedicación y hasta con aburrimiento. Tiene muchas puertas donde todos pueden entrar. Tiene muchas habitaciones, donde de seguro en algunas podrás sentirte cómodo, y en otras, tal vez contrariado y hasta… por qué no… molesto. Sin embargo su propósito no es agradar ni molestar, no es ganar amigos ni enemigos… de todas maneras ambos son bienvenidos; su fin es mostrar y demostrar lo variopinto de una mirada, la pluralidad de una cosmogonía a través de mi “micromundo”, de lo exterior visto y sentido desde mi interioridad… es un grito contra la discriminación, es un arrullo de amor a la diversidad, es mi tarjeta de presentación como ser humano, como hombre, como gay y miembro de la comunidad LGBT... tal vez es algo más… no lo sé… aún lo estoy averiguando.

Félix Esteves

Amigos de Los Mínimos y Máximos

domingo, 22 de abril de 2012

LA HOMOSEXUALIDAD EN LA AMÉRICA PREHISPÁNICA O PRECOLOMBINA.


Xochipilli.
Dios de la Homosexualidad. Era la forma masculina de la Diosa hermafrodita Xochiquetzal.

La homosexualidad, como se ha dicho tantas veces, es tan antigua como el mismo hombre. Conocemos la historia de ésta desde los clásicos  griegos y los antiguos egipcios, culturas que son estudiadas en profundidad en todo el mundo. De este lado del gran charco atlántico, América, la “tierra de gracia”[1] como la llamó su descubridor Cristoforo Colombo o en su forma española y más adecuada Cristóbal Colón (pues a pesar de ser genovés, la empresa que lo llevó hasta estos hermosos parajes fue la osadía de los Reyes Católicos de España de aquel entonces: Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón) la homosexualidad era tan común como comer maíz, tan natural como los tomates y ajíes, tan de nuestras tierras como el dulce cacao; de allí parte mi historia o este artículo dedicado a la Homosexualidad y su antagónico la Homofobia en América Latina Prehispánica o Precolombina.

América fue descubierta y explorada (s. XV al s. XVI) en la cual sus conquistadores, tanto españoles como portugueses, vivían su etapa de mayor intolerancia contra la homosexualidad. Durante ese momento la Península Ibérica fue “invadida” por más de una decena de Tribunales del Santo Oficio de la Inquisición, que convirtieron a la homosexualidad, llamada para aquel entonces como sodomía en un terrible crimen tan nefasto y aún más grave y peligroso que el homicidio. Mientras tanto en América Prehispánica la homosexualidad era algo común y corriente y existía desde el estrecho de Berhing hasta la parte más meridional del cono sur, tal como lo afirma el historiador e investigador venezolano Antonio Raquena:

...“aceptada o rechazada, honrada, severamente castigada, según la nación en que se ejerció (la homosexualidad), estaba presente del Estrecho de Berhing al de Magallanes”…[2]

Así, en la América virgen, los conquistadores con su mentalidad medieval y azuzada por los fueros de la Inquisición  consiguieron una libertad sexual jamás vista, y aunque la homosexualidad ya existía en todo el mundo, la frescura y la naturalidad con que los precolombinos llevaban su vida sexual chocó enormemente con el pensamiento cultural y religioso de estos hombres que se adentraban en el Nuevo Mundo.
Muchos fueron los cronistas y exploradores que escribieron, no sólo de las riquezas encontradas en oro y plata, los nuevos y ricos frutos y animales que los alimentaron en su osada travesía, estos hombres también narraron las costumbres de nuestros precolombinos antecesores y en sus largas y vastos libros anotaron y describieron las costumbres sexuales, entre ellas la “Sodomía”, “El Pecado Nefando” como era conocido en aquel entonces en la Europa que salía del Medioevo para entrar ya en el Renacimiento.

Pieza precolombina donde se muestra a dos hombres en acto homoerótico.
Llegaron así los evangelizadores y con ellos el Santo Oficio de la Inquisición, especialmente en México, Colombia y Perú, principales territorios por su riqueza en oro y además por la cantidad de población indígena que era necesario convertir o evangelizar. En Brasil, territorio expresamente portugués, el Santo Oficio hacía sus inspecciones periódicamente, pero no existía una sede general. No obstante la “sodomía” era uno de los pocos crímenes que las primeras autoridades tenían la jurisdicción para castigar con la pena de muerte sin la necesidad de un juicio y sin la sugerencia antepuesta del Rey de Portugal. Pero la Santa Inquisición y sus horrores en nuestras tierras ya será otra historia, hoy nos toca la era Precolombina y las crónicas de los exploradores que narran la homosexualidad en el Nuevo Mundo.

Los  descubridores, exploradores y conquistadores al llegar a estas vírgenes tierras se consiguieron con una población precolombina que aceptaba la homosexualidad, tal como se relata en la siguiente cita:

... “donde muchos destos indios y indias eran sodomitas”… “en algunas partes destas indias, traían por joyel a un hombre sobre otro, en aquel diabólico y nefando acto de sodomía”…[3]

Por todas las islas del Caribe y las costas de Venezuela y Colombia se extendía una cultura o pueblos indígenas donde la homosexualidad era entendida y aceptada. Igualmente en San Antonio (México), los conquistadores hallaron ídolos de oro y barro en donde se ve a dos hombres cabalgando uno sobre otro, en forma de acto homosexual:

“Hallaron entre unos árboles un idolillo de oro y muchos de barro; dos hombres de palo cabalgando uno sobre otro á fuer de Sodoma .”[4]

Muchas cerámicas similares se pueden observar en el Museo del Oro, en Bogotá, Colombia. De igual manera entre los Mayas-Yucatecos se encuentran figuras en barro en una perfecta orgía gay. En la Mochica, asimismo, existen representaciones de este comportamiento sexual. Podemos apreciar otras figuras en el museo Rufino Tamayo de Oaxaca o en el museo de arte precolombino de Chile.

Todos los exploradores, López de Gómarra, Bernal Díaz del Castillo y Alvar Núñez Cabeza de Vaca, también observaron y describieron prácticas homosexuales entre los nativos de las islas y tierras continentales, exceptuando Bartolomé de Las Casas.  Según Cabeza de Vaca, quien llegó a vivir con los autóctonos de la Florida por más de seis años, y que se familiarizó con sus costumbres y lenguas, nos dice:

“Entre ellos vi una diablura, y es que vi un hombre casado con otro, y estos son unos hombres amarinados”… “y andan tapados como mujeres y hacen oficio de mujeres, y tiran arco y llevan una gran carga, y entre ellos vimos muchos de ellos así amarionados”…  “como digo, y son más membrudos  que los otros hombres, y más altos; sufren muy grandes cargas.”[5]

Imagen prehispánica azteca de acto homosexual o homoerótico.
Así que los “santos padres” de la Inquisición tuvieron mucho trabajo en estas tierras, cosa que supongo no les molestaría, pues sabemos todos el afán y el deseo de estos señores por la tortura, el martirio y el tormento dirigido a los demás. La Iglesia, mayor aliado de los conquistadores, promulgo su exacerbado catolicismo y con ello quisieron borrar todas las costumbres autóctonas de América y con ello por supuesto la homosexualidad. La Europa del siglo XIV que había adoptado el homosexualismo como un pecado y desde entonces un tabú, algo que no se puede practicar, ni hablar, ni desear, impusieron en los pobladores de estas mal llamadas Indias Occidentales la moral judeo-cristiana, prefiriendo desde entonces perdonar en muchos casos el matricidio, el canibalismo… pero el “pecado nefando” y el sodomita eran llevados al patíbulo.

De esta manera se introdujo en América Latina la homofobia, sus raíces provienen de la conquista y la evangelización que declaraba:

 … “de todos los pecados, la sodomía es el más torpe, sucio y deshonesto, y no se encuentra otro más aborrecido por Dios y por el mundo. Por este pecado lanzó Dios el diluvio sobre la tierra y por este pecado destruyó las ciudades de Sodoma y Gomorra; por causa de la sodomía fue destruida la Orden de los Templarios por toda la Cristiandad en su día. Por lo tanto, mandamos que todo hombre que cometa ese pecado, sea quemado y convertido en polvo por el fuego, para que ya nunca de su cuerpo y sepultura se tenga memoria”. [6]

Los españoles y demás europeos que desembarcaban en estas tierras se escandalizaban por la desnudez de los aborígenes, su libertad sexual y por supuesto por su abierta homosexualidad. Los cronistas e historiadores de aquel entonces asociaban su diversidad sexual al motivo de que estos pobladores no conocían la fe verdadera, es decir el catolicismo. Pero no todas las culturas amerindias, estaban a favor de la homosexualidad, pues entre algunos pueblos mayas y aztecas, según los cronistas franciscanos la sodomía pasiva era despreciada. No obstante la homosexualidad en el antiguo México tenía varias percepciones, pues a veces era aceptada en las clases altas, y otras veces en el pueblo común y corriente era despreciada y muchas veces eran ejecutados los hombres o mujeres conseguidos practicando actos eróticos con su propio sexo.

“En las culturas prehispánicas de México, la homosexualidad tenía distintas percepciones. Los aztecas no permitían las prácticas homosexuales y daban castigo de muerte”… “no obstante la homosexualidad existía en esta sociedad y era ejercida clandestinamente. Dentro de la sociedad maya, la homosexualidad, era una práctica común, permisible e incluso venerada principalmente entre los jefes, sacerdotes y guerreros (clase alta)” [7]

Sin embargo, el cronista de la conquista de México por Cortés, Bernal Díaz del Castillo nos relata mientras eran asaltados los templos aztecas y incendiados sus ídolos, la siguiente historia:

“salieron de un aposento ocho papas que tenían cargo dellos”… “y toman sus ídolos y los llevan a la misma casa de donde salieron e los quemaron"… “e alcanzamos a saber que aquellos papas eran hijos de principales y no tenían mujeres, más tenían el maldito oficio de sodomías”…[8]

También en América del Sur, en la zona de los Andes, fueron hallados restos arqueológicos donde se confirma prácticas homoeróticas en las poblaciones precolombinas. Existen noticias y documentos que los españoles encontraron en Perú hermosas esculturas de oro puro de hombres practicando la copula anal. Muchas de esas piezas fueron derretidas para ser llevadas a la corte española. No obstante, quedaron para atestiguar que la homosexualidad en nuestros antepasados prehispánicos era algo común y corriente, muchas piezas de cerámica, vasijas y otros objetos, donde excelsos artistas preincaicos moldearon en arcilla y barro escenas explicitas homoeróticas. Una de las mayores colecciones existentes de arte erótico mochica revela que el 3% de ella es de arte homoerótico y pertenece al período anterior a 1000 A.C. [9]

Muxes actuales.
Cultura del travestismo y la homosexualidad que ha perdurado desde los tiempos más
remotos de nuestra historia precolombina hasta hoy día.
Pero no sólo la cerámica son los únicos testimonios de la existencia de la homosexualidad en la América Precolombina, existen los Códices Mayas como el “El Chilam Balam”, “El Popol Vuh” y “Las Profecías Mayas” que tratan de la historia mitológica y costumbres de las civilizaciones precolombinas. En el Códice Vaticano N° 3738 se constata que en el Panteón Azteca existía la Diosa “Xochiquetzal”, divinidad hermafrodita, protectora del amor y la sexualidad no procreativa, la cual en su forma masculina, Dios “Xochipilli”, era el padre o Dios de la homosexualidad.

También entre los aborígenes de Brasil y de la zona más meridional del cono sur, la homosexualidad era algo común y su práctica era a veces algo digno de ser contado, por otra parte los amores homosexuales eran una alternativa, y muchos de ellos vivían en pareja. En el “Tratado Descriptivo do Brasil em 1587”:

“No contentos de andar encarnizados en la lujuria naturalmente cometida, son muy aficcionados al pecado nefando, entre los cuales no se tiene por afrenta. Y el que sirve de macho se tiene por valiente y cuenta esta bestialidad con proeza. Y en sus aldeas por sartao hay algunos que tienen tienda pública a cuanto los quieren como mujeres públicas”[10]

En 1576 se describe en unas crónicas la existencia de las “Indias-Machos” o “Mujeres –Machos” que eran aborígenes femeninas lesbianas:

“Algunas indias hay que no conocen hombre alguno de ninguna calidad, ni lo consentirán aunque por eso las maten. Estas dejan todo el ejercicio de mujeres e imitan a los hombres y siguen sus oficios como si no fuesen hembras”… “y cada una tiene mujer que le sirve, con quien dice que es casada. Y así se comunican y conversan como marido y mujer.” [11]

Cabe notar que el núcleo de la cultura Zapoteca era la unidad familiar organizada en un sistema similar al matriarcado. Los hombres se hacían cargo de cazar, cultivar la tierra y tomar decisiones políticas mientras que las mujeres controlaban el comercio y las decisiones económicas. Un muxe podía participar en decisiones que por lo general se reservaban para las mujeres de la familia.[12]


En sus diarios de viaje Colón nunca nos relata sobre el tema de la homosexualidad o sodomía dentro de las comunidades indígenas, sus relatos nos cuenta de la maravillosa riqueza encontrada en estos lares, especialmente el oro. Los relatos o narraciones de las costumbres sodomitas en nuestras comunidades indígenas prehispánicas nos llegan con los diferentes cronistas, e igualmente ellos son los que nos hacen partícipe de los horrores cometidos por los conquistadores contra los aborígenes que acostumbraban la práctica del “pecado nefando”, por ejemplo Pedro Mártir de Anglería, en sus famosas “ Décadas”, nos narra que Vasco Núñez de Balboa, después de haber participado en la conquista del Darién, organizó una expedición hacia otras tierras, y al llegar a Cuarecua (en la actual Panamá), allí visitó la morada de un cacique, en la cual vio: 

… "llena de nefandos placeres; en ella sorprendió al hermano del cacique vestido de mujer y a otros muchos acicalados que, según atestiguaron los vecinos, eran invertidos. Mando el capitán español entregarlos en número de cuarenta a la voracidad de los perros"…[13]

Indios asesinados por los perros de los conquistadores como castigo a su
abierta homosexualidad.
Con este vil hecho se inicía la persecución a los homosexuales en América Latina iniciando desde ese entonces una cruel batalla contra las libertades de nuestros aborígenes y una historia que parece no terminar, la homofobia sigue perenne y viva en nuestras tierras, aún ya lejos del Santo Oficio de la Inquisición la población gay o mejor dicho la comunidad LGBT de América Latina, aunque ha conseguido o ganado ciertos derechos, sigue la cruel persecución, por ejemplo hace poco ocurrió un hecho que conmovió a la sociedad mundial: el caso del joven  Daniel Zamudio que fue vilmente torturado y asesinado solo por el hecho de ser diferente, por ser gay.

Para concluir, les dejo una lista de las tribus o comunidades indígenas prehispánicas y del presente donde era y es común la homosexualidad según los registros históricos de los exploradores y conquistadores, por los últimos estudios etno-lingüísticos y etnográficos, así como también por los retos arqueológicos hallados que demuestran sus costumbres homoeróticas:


Por Félix Esteves


[2] Raquena, Antonio. Noticias y consideraciones sobre las anormalidades sexuales de los aborígenes americanos: sodomía. / Caracas: Acta Venezolana, 1945.—Tomo 1; N° 1: jul-sept. – p. 3.
[3] Fernández de Oviedo, G. Historia General y Natural de las Indias.
[4] Vedia, Enrique de. Historiadores primitivos de Indias. p. 184.
[5] Cabeza de Vaca Alvar Núñez: Naufragios. México: Edición Origen, S.A., 1984.-- p. 98.
[6] Mercado Mondragon, Jorge.  Intolerancia a la diversidad sexual y crímenes por homofobia. Un análisis sociológico / Sociológica, año 24, número 69, enero-abril de 2009, pp. 123-156.
[7] Gastelum, Iris. Una aproximación a la homofobia desde un recorrido histórico / En : Revista d’estudis de la Violéncia.—núm. 1, juliol-octubre, 2007.
[8] Díaz del Castillo, Bernal. Historia verdadera de la conquista de Nueva España / Barcelona: Edición Ramón Sopeña, 1975. — p. 562.
[9] Larco Hoylo, R. Checan: essay on erotic elements in Peruvian Art / Ginebra: Nagel, 1965.
[10] Souza, Gabriel Soares. Tratado Descriptivo do Brasil em 1587 / Sao Paulo: Companhia Editora Nacional, 1971. – p. 334
[11] Gandavo, Pero Magallaes. Historia da provincia da Santa Cruz. Tratado da Terra do Brasil (1576) / Sao Paulo: Editora Obelisco, 1964. – p. 56, 91.
[13] Mártir de Anglería, Pedro. Décadas del Nuevo Mundo / Santo Domingo: Edición Sociedad Dominicana de Bibliófilos, 1989. -- Tomo I, p. 290.

10 comentarios:

  1. Como ocurre con la Edad Media, creo, tenemos una percepción errónea (y a veces interesada) de lo que fueron las relaciones homosexuales en la época precolombina, especialmente en lo que se refiere a la cultura azteca. Es lo que ocurre al resumir unos siglos en el corto instante de un relato o de una memoria: podemos ver muchos ejemplos de homofobia... pero desconocemos los otros, y seguramente fueron mas importantes y extensos. Como la guerra y la paz: solo se habla de la primera.

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  2. Muy interesante, por eso conozco gentes de raza indigena en Panamá, muchos de ellos son gays....Esas gentes son pacifistas pero sufre fuerte discriminación aqui en Panamá.

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  3. La sodomía de los nativos era el pretexto perfecto para aperrearlos (matarlos con mastines) y quedarse con sus tierras, por eso los españoles veían sodomía por todos lados...

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  4. Muy interesante el artículo, Félix. He podido ver muchas vasijas de la cultura Mochica que son extraordinariamente elocuentes. Pero tu artículo es muy completo. Gracias. Un placer leerte, como siempre.

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  5. Verdad q me agrada leer tu blog, gracias por presentar temas tan diferentes relacionados con la homosexualidad q tan criticada es y q ha existido desde siempre y en todas las culturas y civilizaciones.

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  6. El que haya existido desde siempre, no significa que sea lo correcto. La maldad siempre ha existido y dudo que se considere algún dia como algo correcto. ...se les ha respetado en muchas culturas! ¿Cual es la necesidad de ser aceptados por los demás? ¡la razón no está sujeta a la aceptación!

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  7. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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