Una pequeña presentación

Los Mínimos y Máximos de Félix Esteves es una casa, un hogar, construido con amor, esfuerzo, dedicación y hasta con aburrimiento. Tiene muchas puertas donde todos pueden entrar. Tiene muchas habitaciones, donde de seguro en algunas podrás sentirte cómodo, y en otras, tal vez contrariado y hasta… por qué no… molesto. Sin embargo su propósito no es agradar ni molestar, no es ganar amigos ni enemigos… de todas maneras ambos son bienvenidos; su fin es mostrar y demostrar lo variopinto de una mirada, la pluralidad de una cosmogonía a través de mi “micromundo”, de lo exterior visto y sentido desde mi interioridad… es un grito contra la discriminación, es un arrullo de amor a la diversidad, es mi tarjeta de presentación como ser humano, como hombre, como gay y miembro de la comunidad LGBT... tal vez es algo más… no lo sé… aún lo estoy averiguando.

Félix Esteves

Amigos de Los Mínimos y Máximos

Mostrando entradas con la etiqueta Historia de la Homosexualidad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Historia de la Homosexualidad. Mostrar todas las entradas

martes, 18 de marzo de 2014

EL HOMINTERN O LA CONSPIRACIÓN GAY.La historia de una ficción producto de la homofobia.


PREAMBULO

Para poder entender la ficción del Homintern es necesario conocer y relacionar el término traición con homosexualidad, o mejor dicho como la heteronormativa quiso emparejar como sinónimos ambos vocablos. Por lo tanto desde este mismo momento hemos de ver el Homintern como una palabra más producto de la homofobia y de las políticas del heterocentrismo.

La asimilación de los homosexuales a los de traidores a la nación es un argumento repetitivo del discurso homofóbico. Esta imputación, que  gravita y se fundamenta en algunos argumentos irracionales, se alimenta desde finales del siglo XIX de los escándalos políticos y militares en los que había homosexuales incriminados.

En el imaginario colectivo se suele pensar al homosexual como el otro y por lo tanto es visto como “extranjero” y es situado in o voluntariamente por la heteronorma al margen de la comunidad, ya sea familiar o nacional. Su conducta, analizada desde las mentes homofóbicas es vista en términos de placer inmediato, es además considerado egoísta y narcisista al ennoblecer una forma de sexualidad no reproductiva, por lo tanto el homosexual es considerado un peligro para la civilización del heterocentrismo.

El homosexual representa igualmente para la sociedad heterocentrista, falocéntrica y patriarcal una amenaza para el orden social, ya que el homosexual no duda en traspasar o romper las barreras de clase para encontrar nuevos compañeros, poniendo en peligro las jerarquías existentes y por lo tanto el status quo. Pero el discurso homofóbico sigue y se extiende, y proclama que el homosexual, pensado como afeminado, es o se le atribuye taras presuntamente inherentes al otro sexo: versátil, voluble, charlatán y cobarde. En consecuencia, en los períodos de crisis, dificultades, y tensiones bélicas los homosexuales son, condicio sine qua non, junto a otras minorías estigmatizadas, los chivos expiatorios de la venganza y la represalia pública.

Así, la imagen del traidor homosexual es tanto más recurrente cuanto la homosexualidad es considerada colectivamente, generalmente y siempre como una importación extranjera: en el siglo IX se trataba de una “costumbre árabe”. En el siglo XIII se convirtió en una “depravación francesa”. En el siglo XV y el subsiguiente se conoció como el “vicio italiano”, en los siglos XVIII y XIX fue el “libertinaje inglés”; el “vicio occidental” en Oriente, la “maldición de los blancos” en África negra; la “perversión gringa” en Sudamérica, etcétera, etcétera.  

ALGO DE HISTORIA.

Tanto en Inglaterra como en Francia el caso Eulemburg, a comienzos del siglo XX, contribuyó a asimilar la homosexualidad a un “mal alemán”.  El caso Eulemburg es considerado como el mayor escándalo sexual del Imperio alemán. Aunque básicamente se trataba de una pelea entre Philipp, príncipe de Eulenburg-Hertefeld, y el periodista Maximilian Harden, las acusaciones e inculpaciones extendieron el conflicto hasta el punto de que se empleaba la expresión Círculo de Liebenberg para describir el círculo de personas homoeróticas que rodeaba al emperador Guillermo II, y cito a Leopold Stape:

"El palacio de caza de Grunerwald fue el lugar elegido para la sonada orgía que hizo temblar los cimientos del imperio alemán, allí acudieron varios miembros del entorno del Emperador, el grupo conocido como ‘Círculo de Liebenberg’."
(http://leopoldest.blogspot.com/2011/04/el-caso-harden-eulenburg-la-orgia-que.html)

Durante la Primera Guerra Mundial la sospecha de homosexualidad adquirió un tono especialmente amenazador; tal como lo relata Marcel Proust en En busca del tiempo perdido:

"Desde la guerra el ambiente había cambiado. No sólo se denunció la inversión del barón sino también su supuesta nacionalidad alemana"…
(http://www.edu.mec.gub.uy/biblioteca_digital/libros/p/Proust,%20Marcel%20-%208%20El%20tiempo%20recobrado.pdf)

En Inglaterra, el diputado Noel Pemberton Billing organizó una notoria y verdadera caza de brujas contra los homosexuales, al denunciar en 1918 en un artículo llamado “El Culto al Clítoris” en su capítulo “Los primeros 47.000”, el chantaje ejercido según él por los servicios secretos alemanes sobre homosexuales británicos de alta posición. Noel Pemberton Billing consideró que la homosexualidad estaba infiltrada y corrompiendo la sociedad inglesa, y que esto estaba relacionado con el espionaje alemán en el contexto de la Primera Guerra Mundial. Pemberton en su ensayo, altamente imperialista, y basado en la información proporcionada por Harold Sherwood Spencer, que afirmaba que los alemanes estaban chantajeando a homosexuales británicos de alto rango,  para propagar el vicio de Sodoma y Lesbos. Por su parte, el periodista Arnold White afirmó que los homosexuales alemanes se entregaban fácilmente a la seducción sistemática de los jóvenes soldados británicos.

En el curso entre las dos grandes guerras las sospechas de traición se volvieron más políticas. La expansión de una subcultura homoerótica en las capitales europeas, como Berlín, Londres, Paris y hasta la misma Barcelona habían sido observadas con desconfianza por una opinión pública obsesionada con el fantasma del contagio gay, mientras que el desarrollo de los movimientos homosexuales militantes alimentaban los rumores de un complot homoerótico, supuestamente alentado y auspiciado por los comunistas.

EL HOMINTERN.


No existió nunca un grupo homosexual que conspirara cual Pinky y Cerebro para conquistar el mundo. Lo que realmente existía era una trama imaginada de ciertos grupos de psicóticos alimentados por la filosofía heterocentrista y que temían a la expansión de la influencia homosexual. Existía, eso sí, La Internacional Comunista, que fue una verdadera organización creada por Lenin en 1919 y que fue disuelta en 1943. Hay que aclarar también que muchos homosexuales fueron atraídos por el movimiento comunista, porque este proclamaba la igualdad en todos los sentidos, tanto social como de género. De ese modo, muchos políticos temieron a los homosexuales y comunistas, porque ambos estaban en contra de todo el status quo y eran según las esquizofrénicas palabras heterocentritas, algo muy preocupante:

"Como las cosas se va desarrollando la Internacional Homosexual se ha convertido en una especie de auxiliar de la Internacional Comunista. Este es más que alarmante, ya que los homosexuales se están multiplicando como la arena de la orilla del mar."
(Waldeck, R. G. Homosexual International // En : Human Events. -- Vol. XVn, No. 39 — Section II. -- September 29, 1960)

El término “Homintern” a menudo se dice que fue acuñado por Cyril Connolly o por W. H Auden, pero Harold Norse reclamó para sí mismo tal creación. Lo más probable, es que varias personas inventaran el término al mismo tiempo. La implicación humorística fue que los homosexuales constituían una red secreta en todo el mundo y que estaba destina a acabar con el poder del patriarcado y el heterocentrismo, es decir la Homintern era un “Internacional Homosexual”

Las únicas personas que alguna vez tuvieron este sencillo juego de palabras como algo serio eran los que temían la expansión de la influencia homosexual. En simples conversaciones, vieron parcelas, en grupos de amigos, las conspiraciones. Si bien es cierto que algunas personas homosexuales se convirtieron en el centro de la literatura y la cultura moderna, en general, el Homintern era sólo una forma de visibilidad del movimiento homosexual que se destacaba superficialmente.

Un grupo de intelectuales en todo el mundo fueron llamados o acusados de pertenecer al Homintern, por ejemplo en Inglaterra, W. H. Auden o Stephen Spender, junto con su club universitario el apodo de Homintern, porque simplemente simpatizaban con el movimiento comunista y no ocultaban su homosexualidad. En Francia la alianza comunismo y homosexualidad también fue tomada muy a pecho y en las ciudades portuarias y militares donde la prostitución masculina era muy frecuente se hicieron informes de vigilancia con el fin de tener una lista de los establecimiento públicos frecuentados por los comunistas, homosexuales, extranjeros y marineros gais podían conspirar con la paz francesa.

En la década de los 20 del siglo pasado, los partidos comunistas, sobre todo el KPD alemán, apoyaba las reivindicaciones homosexuales, no obstante a la hora de la verdad, sus actuaciones eran ambiguas. A partir de 1934, cuando la Unión Sovietica puso en marcha su legislación homofóbica, la nueva línea del partido asimiló la homosexualidad como una perversión fascista, porque en cierto modo algunos grupos nazis como la SA, y fascista como Las Camisas Negras, desarrollaron una estética gay u homoerótica y valoraban las relaciones viriles, pero fueron rápidamente eliminados. Los homosexuales fueron acusados de comunistas y muchos comunistas de homosexuales, y la traición era sospechada tanto por ser comunista como por ser homosexual, y tanto los nazis como los fascistas italianos vieron a ambos como un complot que impedía la expansión del pueblo alemán e italiano respectivamente.

En la “amargada cristiandad española”, que se autodestruía en una sangrienta guerra civil, muchos homosexuales declarados comunistas fueron perseguidos, apresados y ejecutados; intelectuales, escritores, poetas, cantantes, bailarines que por alguna razón mostraran en público su simpatía al movimiento comunista fueron injuriados, vilipendiados, y al mismo tiempo de ser acusados de comunistas y homosexuales, porque parecía que una cosa llevaba a la otra y más si eras artista, gran parte de estos hombres perdieron la vida, o fueron exiliados, pero todos fueron metidos en el mismo saco. Hemos de recordar al excelso Federico García Lorca que murió fusilado y al padre del decadentismo español Álvaro Retana, acusado en 1939 por “rojo y mariquita”.

En los Estados Unidos de Norteamérica, ya Tennessee Williams y Aaron Copland fueron acusados de originar “momentos raros” dentro la cultura y la sociedad norteamericana, igualmente Cole Porter por su relación homoerótica con el bailarín ruso Boris Kochno, fue sometido a cierta vigilancia.  Pero la Homintern no había impresionado tanto a los políticos estadounidenses, es después de la Segunda Guerra Mundial, que se relanzó la retórica homofóbica y anticomunista con la caza de brujas liderada por McCarthy en la parte de los rojos y por los “traidores sodomitas” orquestada por el senador de Nebraska Kenneth Wherry, que argumentaba que durante la guerra, los asuntos exteriores estaban dominados por una elite de homosexuales, abiertos al chantaje, y que eran o alcanzaban los 6000 miembros gais infiltrados en las más altas esferas del Estado. Curiosamente la mano de derecha de McCarthy era homosexual, Roy M. Cohn, y el jefe del FBI J. Edward Hoover también era homosexual.

Con la arremetida norteamericana contra los homosexuales y comunistas, muchos países, especialmente Gran Bretaña asumió el Homintern como una realidad, especialmente con el caso de  “Los Cinco de Cambridge”: grupo británico de espías reclutados por la Unión Soviética en el Trinity College de la Universidad de Cambridge que trabajó durante la Guerra Fría del siglo XX: Anthony Blunt, Kim Philby, Donald Maclean, Guy Burgess y John Cairncross. Se infiltraron en la sociedad británica como “topos”, en la jerga de los servicios secretos.anto Guy Burgess, como Anthony Blunt y Maclean eran homosexuales y eso constituyo el apogeo de la paranoia del Homintern, donde se mezclaba homosexualidad, traición, comunismo y control mundial.

En el mundo cultural fueron muchos los artistas que fueron acusados de homosexuales y comunistas; el Homintern de esa manera fue utilizado en la década de 1950 y 1960, apareciendo en un sin fin de  número de artículos de revistas de circulación masiva para referirse a lo que se creyó por muchos y por mucho tiempo como una conspiración internacional de gays influyentes que, según se afirmaba , controlaban las artes y la cultura. Estos artículos de revistas a menudo se ilustraban con el color lavanda, y por eso es también conocido a veces a la Homintern como “La conspiración de lavanda”.

Los homófobos alegaron que existía una red secreta mundial de propietarios gais de galerías de arte, directores de ballet, productores de cine, ejecutivos de sellos discográficos, editores y fotógrafos que, tras bambalinas, determinaban quien se convertiría en artistas de éxito, escritores de bestseller, bailarines, actores y modelos. Los psicóticos que veían en la homosexualidad una amenaza latente llegaron hasta asegurar que programas de televisión como Batman eran producto del Homintern y que era una forma de propagar la homosexualidad en los televidentes.

En los mediados de los años 90 el hecho de que los magnates de los medios de comunicación David Geffen, Barry Diller, y Sandy Gallin, el diseñador Calvin Klein, el pintor Ross Bleckner, y escritor Fran Lebowitz eran todos amigos cercanos dio lugar a rumores de un nuevo Homintern, pero ya sin el agregado comunista que se venía desvaneciendo o desligando ya desde los sesenta, y que termino con la caída del muro de Berlín.

Para los homofóbicos la presencia de más de una persona gay evoca la posibilidad de un golpe de estado, de un desastre cultural perverso. Podemos citar el presidente Robert Mugabe de Zimbabwe y sus partidarios que  llamaban el gabinete del primer ministro británico, Tony Blair, una “mafia gay” por el mero hecho de que solía incluir dos ministros gay.

Lo que si podemos asegurar es que los intelectuales gais son más propensos al dialogo y a las reuniones masivas, pero no para controlar al mundo, no para hacerse dueños de la tierra, en general, las masas homosexuales se están accionando para hacer respetar nuestros derechos, y para eso no se debe actuar como una conspiración o realizar un complot, aunque para la heteronormativa y sus psicóticos  piensan que cualquier encuentro gay debe inevitablemente ser pervertido o siniestro  o ambos, y cuando ven las transacciones culturales gais, ven un complot subversivo, pero tal cosa no lo es, somos más inteligentes y esperamos con la lucha pacífica que el mundo cambie a favor de todos.

Por Félix Esteves.

miércoles, 22 de enero de 2014

HOMOSEXUALIDAD EN EL RENACIMIENTO ESPAÑOL.

El Martirio de San Sebastián. El Greco.
Catedral de Palencia.

Para la mayoría de los historiadores el final de la Edad Media española es habitualmente la fecha de 1492, que es principalmente la fecha del Descubrimiento de América por Cristóbal Colón. Para los españoles de aquel entonces, la fecha tenía un significado muy diferente; en España y toda Europa se tardaron unos veinte años aproximadamente para reconocer la importancia de los nuevos descubrimientos geográficos, que únicamente cobraron importancia cuando fueron hallados los metales preciosos en México y Perú, fue en realidad esto lo que hizo que América alcanzara una gran importancia para los españoles y el resto de Europa.

Para los españoles de 1492 el gran evento fue la unificación religiosa de España, a través de la prohibición del judaísmo y la expulsión de aquellos judíos que no se convirtieron al catolicismo. La expulsión de los judíos de España ordenada por los Reyes Católicos en Granada el 31 de marzo de 1492 fue acogida en Europa como un signo de modernidad, e incluso hay una pláceme de la Universidad de la Sorbona hacia las Coronas de Aragón y Castilla. Aunque el mismo Edicto de Granada (que indica los dominios o territorios) se refería también a los territorios italianos de la Corona de Aragón (concretamente del Reino de Sicilia, pues el Reino de Nápoles se conquistó en 1495), pudo haber un decreto posterior de Fernando II de Aragón, el Católico, para ellos.

Y por otra parte, la conquista del reino musulmán de Granada, la última y gloriosa retención islámica en Europa occidental. La Guerra de Granada fue el conjunto de campañas militares que tuvieron lugar entre 1482 y 1492, emprendidas por la reina Isabel I de Castilla y su esposo el rey Fernando II de Aragón en el interior del reino nazarí de Granada, que culminaron con la Capitulaciones de Granada del rey Boabdil, quien había oscilado entre la alianza, el doble juego, la contemporización y el enfrentamiento abierto con ambos bandos y que tuvo como consecuencias la integración en la Corona de Castilla del último reino musulmán de la Península Ibérica finalizándose el proceso histórico de la Reconquista que los reinos cristianos habían comenzado en el siglo VIII y por el cual el papa Alejandro VI reconoció a Isabel y Fernando con el título de Reyes Católicos en 1496. Esta conquista supuso la prohibición del Islam, aunque no inmediata, seguido dentro de diez años. Para los judíos españoles y musulmanes, por supuesto, el gran evento de la época era inversa, una catástrofe: la pérdida de la libertad de religión, con las opciones de conversión religiosa,  el exilio o la muerte en manos de la Inquisición.

Los Reyes Católicos de España. Fernando II de Aragón  e Isabel I de Castilla.

Lo que no se reconoce generalmente es el componente sexual a estos eventos aparentemente religiosos. Según el mito español cristiano de aquel entonces, la conquista del país por los invasores musulmanes del siglo VIII - en realidad una rápida y en su mayoría pacífica transición – fue la consecuencia de la depravación sexual de su último gobernante cristiano, el semi-legendario Rey Rodrigo.

Los musulmanes fueron demonizados por los cristianos como pervertidos, y que su religión no era más que una farsa para facilitar su indulgencia sexual. Los placeres sexuales hicieron los hombres débiles, y por lo tanto los musulmanes eran vulnerables; mientras la castidad masculina española los hizo fuertes guerreros, y la lucha para expulsar a los “invasores” no cristianos fue bendecida por el  Dios Católico y su Santa Iglesia. La fuerza moral y valentía y la última victoria cristiana nunca estuvo en duda, según esta mitología.

Así España se unificó y se convirtió en la primera nación moderna, en el cual la autodefinición del país tenía un fuerte trasfondo sexual; y donde la virtud, la castidad, la ideología socio-religiosa católica habían producido la nación; mientras la lujuria y la depravación había causado la derrota del enemigo. Un Dios agradecido gratificó a España con nuevas tierras, y en ellos, milagrosamente, grandes cantidades de oro y plata estaban allí para la corona, la iglesia y el pueblo español. Defender el catolicismo era defender la heterosexualidad, y ser un patriota español significaba ser católico y heterosexual. Las dos opciones legítimas fueron la castidad y el matrimonio para toda la vida, ni judíos, ni musulmanes, ni homosexuales tenían cabida en la nueva nación de la península ibérica.

Detrás de esta ideología sexual-católica estaba la creencia de que la sexualidad era una cuestión de elección consciente,  no hubo ni existía una clase separada de los hombres que nacieron con deseos homosexuales u orientación sexual distinta a la heterosexual, por lo tanto todos aquellos quienes cometían actos  homosexuales lo hacían consciente; por otra parte la heterosexualidad era el producto del amor de, para y hacia Dios, mientras que la homosexualidad, producto del libre albedrío de los hombres, era la decisión de hacer el mal, y del amor hacia Satanás, el Diablo.

La España del Renacimiento, estaba rodeada por las alcantarillas de la depravación, al menos así lo pensaban la gran parte de los españoles. Los piratas del Mediterráneo provenientes de Africa del Norte  que capturaban y vendían a los cristianos a los musulmanes  ricos para ser juguetes sexuales. Italia era por lo menos católica, pero también era suave y degenerada. Los nativos del nuevo mundo eran salvajes entregados a los sacrificios humanos y a la sodomía. Inglaterra, por deseo del monarca, rompió con la iglesia verdadera, para divorciarse de Catalina de Aragón. Y de la lejana Germania un cura hereje, Martin Lutero, no sólo repudió su voto de castidad, además sedujo y se casó con una monja.

Esta pequeña simplificación de la nacionalidad española del siglo XVI nos ubica en el contexto donde estudiaremos la homosexualidad. Por lo tanto podemos asegurar que la homosexualidad o los deseos homoeróticos era algo intrínsecamente anticristiano y poco español, por supuesto que los homosexuales y las conductas homosexuales existieron dentro de la España Renacentista  pero muy secretamente, pues se castigaba con la muerte.

Pero si bien, la homosexualidad a partir del siglo XIV es que comienza a ser perseguida y gravemente castigada en Europa, en ciudades como Ratisbona, Venecia, Florencia, Augsburgo y Basilea; en Castilla sin embargo los primeros ajusticiamientos por sodomía no se darían hasta 1495. En España entre 1494 y 1495 se colgaba de los pies a los acusados de sodomía, se les castraba y a continuación se les ataban los testículos al cuello. Los Reyes Católicos cambiaron el castigo que correspondía a los reos del que se consideraba como el peor de los delitos contra la moralidad y que hasta entonces había sido la castración y la lapidación, en la pragmática del 22 de agosto de 1497, donde se ordenó que se les aplicara el castigo que era más usual en el resto de estados europeos —ser quemado vivo—, junto con la confiscación de sus bienes:

“Ley I. D. Fernando y Dña Isabel en Medina del Campo a 22 de agosto de 1497. Pena del delito nefando; y modo de proceder a su averiguacion y castigo.
Porque entre los otros pecados y delitos que ofenden a Dios nuestro Señor, e infaman la tierra, especialmente es el crimen cometido contra orden natural; contra el que al las leyes y derechos se deben armar para el castigo deste nefando delito, no digno de nombrar, destruidos de la orden natural, castigado por el juicio Divino; por el qual la nobleza se pierde, y el corazon se acobarda” ... “y se indigna a dar a hombre pestilencia y otros tormentos en la tierra” ... “y porque las antes de agora no son suficientes para estirpar, y del todo castigar tan abominable delito” ... “y en quanto en Nos sera refrenar tan maldita macula y error” ...
… “mandamos, que cualquier persona, de cualquier estado, condicion, preeminencia o dignidad que sea, que cometiere el delito nefando contra naturam seyendo en el convencido por aquella manera de prueba, que segun Derecho es bastante para probar el delito de heregia o crimen laesae Majestatis, que sea quemado en llamas de fuego en el lugar, y por la Justicia a quien pertenesciere el conoscimiento y punicion del tal delito” ... “y sin otra declaracion alguna, todos sus bienes asi muebles como raices; los cuales desde agora confiscamos, y habemos por confiscados y aplicados a nuestra Camara y Fisco” ...
… “y mandamos, que si acaesciere que no se pudiere probar el delito en acto perfecto y acabado, y se probaren y averiguaren actos muy propinquos y cercanos a la conclusion del, en tal manera que no quedase por el tal delinquente de acabar este dañado yerro, sea habido por verdadero hechor del delito, y que sea juzgado y sentenciado, y padezca aquella misma pena” ... “y que se pueda proceder en el dicho crimen a peticion de parte o de cualquier del pueblo, o por via de pesquisa, o de oficio de Juez: y proceder contra el que lo cometiere, y en la manera de la probanza, asi para interlocutoria como para difinitiva, y para proceder a tormento y en todo lo otro, mandamos, se guarde la forma y orden que se guarda” ... “en los crimenes y delitos de heregia y laesae Majestatis” ... “que los que fueren acusados sobre este delito, que lo hobiere cometido antes de la publicacion desta Pragmática y no despues, que se guarden las leyes y Derechos que son hechas antes desta nuestra carta” ...
Reyes Catolicos Premática sobre el pecado nefando.
Archivo General de Simancas Leg. 1, num. 4
Titulo XXX. De la sodomía y bestialidad 1


Así pues, los Reyes Católicos con la promulgación de la Pragmática de 1497 modificaron y endurecieron las leyes sobre la sodomía al elevar la gravedad del crimen al nivel de la herejía y la traición, permitiendo “requisitos evidénciales relajados” e instituyendo la tortura sistemática incluso para el clero y la nobleza.

La Quema de los Herejes. Pedro Berruguete.
Museo del Prado.
La misma intensidad de la condena de la homosexualidad es un testimonio de su atracción, una implicación que no se perdió en contemporáneos. Las actividades poco atractivas no deben prohibirse. La iglesia católica a comienzos del siglo XVI fue una institución tan corrupta económicamente, moralmente y espiritualmente  que su oposición significó que la homosexualidad era algo incorruptible, leso e incluso que  poseía un tipo de pureza. En términos más sencillos: Si la Iglesia Católica se opuso a la sodomía, habrá muchas cosas buenas que decir sobre la existencia de los sodomitas.

Hay que tomar en cuenta que España se vio como el principal país católico. Fernando e Isabel eran por supuesto “los Reyes Católicos” y los defensores de todo el catolicismo. Si España es el país más católico, entonces se deduce que la homosexualidad en el país de los Reyes católicos era vista, al menos por muchos extranjeros, como más atractiva, más misteriosa, más seductora que  en otra parte del mundo. Vale la pena decir que la homosexualidad atribuida al español, y los musulmanes y los judíos españoles en cierta medida como algo exótico, y como una proyección y una creación del cristianismo español.

Por ejemplo, Argel en el siglo XVI, era reconocida por que se practicaba abiertamente la homosexualidad, donde los hombres de todas las clases vivían abiertamente con sus parejas masculinas (generalmente jóvenes) y podían circular libremente, donde además el gobernante tenía un harén masculino, según el testimonio de visitantes europeos indignados. Sin embargo esta cultura positiva hacia la homosexualidad no era algo nativo de Argel; abrumadoramente era algo traído allí y mantenido allí por aquellos nacidos en el Catolicismo Europeo, y en mayoría  los españoles católicos. A este conglomerado gay se les unió después los musulmanes y judíos que no renegaron de su religión. En cierto sentido, Argel era o fue el primer gueto gay de Europa.

Incluso dentro de la Península Ibérica, antes de 1492, hay pruebas limitadas de que el mismo fenómeno fue encontrado. Aquellos que deseaban tener la libertad de disfrutar de la homosexualidad se reubicaron a los reinos musulmanes del sur, reforzado la creencia dentro del catolicismo español  que la homosexualidad era una parte esencial y central de la cultura Hispanomusulmana.

En 1500 se hizo una gran fogata con los manuscritos árabes y judíos, quedando un vacío del conocimiento sobre el periodo final del Islam ibérico, siendo muy imperfecta las datas registradas. De igual manera se borraron los muchos de los aportes dados por el mundo musulmán y judío a la cristiandad española. Sin embargo, puede ser el caso de que la oposición cristiana a la homosexualidad contribuyó a una mitología positiva de ello en Al-Ándalus. En la poesía sufí, que se desarrolló tardíamente en la cultura hispano-árabe por ejemplo conseguimos hermosos versos como estos:

¡Cuántas noches me han servido las copas
las manos de un corzo que me compromete!
Me hacía beber de sus ojos y de su mano
y era embriaguez sobre embriaguez, pasión sobre pasión.
Yo tomaba los besos de sus mejillas y mojaba mis labios
en su boca, ambas más dulces que la miel. 2


En contraste, en la cultura musulmana, antes de la influencia europea,  la sexualidad era  sin duda buena. El deseo sexual era como tener sed: totalmente natural y significaba al tomar agua estar satisfecho. Así que los musulmanes al tener ser de sexo, lo hacían. Mientras que en la cultura española católica, tener ese tipo de sed era pecado y por lo tanto se era reprimido, más aún si esa sed era sentida por una mujer. Por otra parte, para la cultura hispano-árabe el amor homoerótico tenía una connotación urbana, de refinamiento y de poder masculino, y por lo tanto la poesía homoerótica nunca levanto escándalo. Tenemos que también decir, que el sexo hombre-mujer tenía un vínculo o conexión más reproductiva que satisfactoria, al contrario de las relaciones sexuales entre hombres que eran completamente por placer.

En la cultura sefardí, la situación es muy diferente. Su cultura era más autónoma, apartados lingüísticamente de los musulmanes y católicos, crearon un mundo poético aislado, aunque duro poco, porque  fue en la España gobernada por musulmanes que se estudió el hebreo y al  Antiguo Testamento, donde, por ejemplo, las dos voces en Isaías fueron identificadas. Fue también donde se compiló el primer diccionario de hebreo, y donde el renacimiento del hebreo como lengua literaria, no sólo religioso, comenzó. Así los letrados, traductores, y otros eruditos de aquel entonces se percataron de la homosexualidad del judaísmo, por ejemplo del Rey David y Jonatán, de la prostitución masculina del templo que se encuentra en la Biblia. En cualquier caso, en la poesía homosexual que escribieron ellos y sus contemporáneos, la homosexualidad es una práctica muy frecuente en su cultura. La homosexualidad es también parte de una metáfora religiosa y nacional, además que el amor para el Dios de Israel Jehová se expresó como el amor a un hombre.

Esta tradición homosexual en el judaísmo medieval ibérico floreció cuando el contexto cultural era completamente Hispano-árabe. El territorio Hispano-árabe se contrajo con cada nuevo siglo, los judíos empezaron emigrar al norte, a la España Católica. Los judíos  empezaron  a escalar estatus en la sociedad, eran los administradores, médicos, financieros y las personas a quien el rey y su gobierno dependían generalmente. Sin embargo, la poesía homosexual desaparece de la vista y se convirtió en parte de una tradición ocultista.  Este, entonces, es el fondo del Renacimiento español.

Los Reyes Católicos, inmersos en su afán de ser los portadores de la espada castigadora de Dios, decidieron acabar con el pecado nefando. Isabel “La Católica” cerró los baños de Granada después de tomar la ciudad en 1492, con el fin de obstaculizar las actividades sexuales que estos facilitaban. Los puertos de Sevilla y Valencia fueron altamente vigilados por las miradas inquisitorias, y los guetos gais como los existentes en las ciudades de Sevilla y Valencia desaparecieron, aunque nunca desaparecieron las actividades homoeróticas, y con ello aumento la clandestinidad de la prostitución masculina. Lo que si podemos asegurar es que existía redes de prostitución masculina e las ciudades portuarias españolas, especialmente en Sevilla puestas al servicio de personajes adinerados y que estaban dispuestos a pagar para satisfacer sus necesidades homoeróticas; los archivos de la Inquisición y de los tribunales civiles así lo confirman, según nota de Josefina Alventosa del Río en su libro “Discriminación por orientación sexual e identidad de género en el derecho español”:

“En este sentido, se ha recogido el dato de que los Tribunales de Granada y Sevilla, junto con el Tribunal de la Casa de la Contratación, instruyeron 175 casos de sodomía entre 1560 y 1699, en los que sentenciaron a unos cincuenta sodomitas a la hoguera” … “Pero no sólo existen datos de estas condenas en Sevilla. El ‘sexo contra natura’ tuvo un desarrollo notable en esta época en España.” … “entre 1450 y 1700, el Tribunal Inquisitorial instruyó 380 casos por sodomía en Valencia, otros 791 en Zaragoza y 453 en Barcelona; en Valencia, el tribunal sentenció a la hoguera a 37 hombres entre 1566 y 1775, la gran mayoría entre 1616 y 1630”… Los tribunales no condenaron a la pira a ningún sodomita después de 1630; en lugar de eso los condenaron al cadalso, a que se les administraran latigazos o al destierro perpetuo del Reino. En Castilla este cambio ocurrió en la última década del siglo XVII. Pero añade el Padre León que esos eran los descubiertos, diciendo «que no son los mayores pecadores los que mueren quemados, que otros hay que nos los prenden». Esta documentado en los expedientes judiciales que los «pecadores» eran de toda clase social y origen: nobles, clérigos, frailes, taberneros, maestros de escuelas, napolitanos, franceses, negros, mulatos, turcos ...; «mocitos galanes», «caballeritos» de 17 años e incluso niños.” 3

Los que se sentían atraídos por el sexo homosexual tenían las siguientes opciones: Una era la de emigrar. Como vimos más adelante, muchos emigraban al norte de África; otros preferían las ciudades de Florencia, Venecia y Roma, donde existía mayor tolerancia en comparación con España; Cervantes fue uno de los españoles que prefirieron pasar su juventud en las tierras itálicas.  Muchos incluso  preferían prefirieron las ciudades portuarias de Portugal y Holanda ya que eran ciudades más abiertas a la homosexualidad y  las leyes menos represivos. Muchos homosexuales emigraron al Mediterráneo Oriental, territorio Otomano, al igual que muchos judíos que se vieron obligados a autoexilarse. Grecia fue otra alternativa para los gais de aquellos años y por último estaban las nuevas tierras descubiertas: América.  

San Juan de la Cruz. Francisco de Zurbarán.
Museo Arquidiocesano de Katowice.
No obstante, España, con su exagerada catolicismo tuvo “territorios” donde la homosexualidad era bienvenida: hablamos de los monasterios, conventos y abadías. En el aislamiento de aquellas paredes eclesiásticas, entre rezos, existía la posibilidad de los intercambios homoeróticos.   Por ejemplo en su poesía mística San Juan de la Cruz toma el papel de la mujer frente a la unión con el Dios masculino, aquí un botón de “Llama de Amor Viva”:

¡Cuán manso y amoroso
Recuerdas en mi seno
Donde secretamente solo moras
Y en tu aspirar sabroso
De bien y gloria lleno,
Cuán delicadamente me enamoras!. 4

Otra de las órdenes religiosas disidentes e ideológicamente a escondidas homoeróticas, a parte de la fundada por San Juan de la Cruz y Santa Teresa, “Las carmelitas”, estaba la Orden de la Merced, el cual Tirso de Molina pertenecía. La obra de Tirso de Molina se caracteriza por lo andrógino de su forma y temas, donde el travestimos y otras formas de sexualidad son de gran importancia, tal como lo acredita Henry W. Sullivan:
“La variedad de expresión sexual en el teatro de Tirso de Molina, sin embargo, — mucho más rica que la de otros dramaturgos de su época —, es una realidad objetiva cuyas implicaciones piden nuestra consideración. En las ochenta y ocho obras dramáticas estantes de Tirso, es posible documentar la presencia de”… “el travestismo, el lesbianismo”… 5

Además Sullivan nos muestra su interés en estudiar el travestismo en la obra del gran Tirso de Molina:
… “a un resumen descriptivo del fenómeno teatral del travestismo en Tirso, y sus posibles implicaciones para una visión andrógina de la situación humana como ideal por parte del autor, ideal andrógino que borrase la diferencia entre los sexos como principio paradójico de la reintegración psíquica.” 6

La literatura ofreció la oportunidad de hablar sobre la homosexualidad, una de las primeras importantes representaciones españolas de la homosexualidad se produce en Francisco Delicado en “La Lozana Andaluza” (1528), una novela dialogada, con comentarios y explicaciones intercaladas en el texto personal del autor. En el libro se predica una filosofía del amor libre. Los personajes no presentan inhibiciones en sus hazañas sexuales. Su deseo es que todo el mundo puede actuar sexualmente en la forma de su elección. Por lo tanto, no es extraño que tanto el lesbianismo y la homosexualidad masculina aparezcan en el texto.

En las novelas pastoriles del Renacimiento Español, el amor homosexual se insinúa a través de las confusiones del travestismo y la androginia. Sin embargo, la androginia y el travestismo presentado en estas novelas suelen ser subsumido en  juegos adolescentes aparentemente inocentes. El jugar con los roles de género facilita el despertar y la exploración de los deseos sexuales, pero estos deseos son invariablemente heterosexual en el final. Por lo tanto, la homosexualidad implícita de estos textos no es más que una fase a través del cual los personajes pasan en su camino a “madurar” la heterosexualidad. Curiosamente, sin embargo, este privilegio de configuración homosexual es una forma de admitir la homosexualidad como una orientación sexual original.

La literatura del Renacimiento también está llena de pseudo- andróginos. Una forma popular es la del travesti femenino que recurrentemente se abre paso en el escenario del teatro del Siglo de Oro . Aunque algunas de las representaciones abrigan matices lésbicos, este tipo de carácter general, se viste como un hombre, no para expresar su naturaleza sexual, pero para obtener privilegios negados a ella porque ella es una mujer. Cervantes presenta, a través de las amistades del mismo sexo, las relaciones con muchos matices homosexuales.

La homosexualidad también fue tratada a través de la utilización de la mitología clásica. El poeta más importante, difícil e innovador de España del siglo XVII es Góngora. En su obra maestra, las Soledades, sin duda uno de los más famoso poemas en el idioma español, el protagonista joven alienado se describe al principio como más hermoso que un efebo, la alusión  a Ganímedes. Las Soledades comenzó una furiosa controversia, Quevedo conservador atormentado repetidamente atacó a Góngora como sodomita y un Judío, dos términos que eran, para entonces, casi sinónimos.

Un seguidor importante de Góngora fue Pedro Soto de Rojas, autor de un largo poema sobre Adonis, del que sólo se conservan fragmentos, otro fue el poeta y cortesano asesinado Juan de Tassis y Peralta Conde de Villamediana, cuyo nombre fue siempre una alusión a la homosexualidad y la cual la Inquisición le abrió un expediente o proceso secreto por sodomía con algunos esclavos negros y sirvientes.

Entre los muchos grandes pintores españoles del Renacimiento, no podemos dejar de nombra al Greco, que aunque griego de nacimiento, sabemos que era un toledano de corazón y también podemos decir que era homosexual, y que vivía con su amante traído desde iItalia, te llamado Francisco Preboste:

… “tenía un amigo íntimo llamado Francisco Preboste, que vino con él de Italia. Era amistad e incluso…amor. Hace unos años el pintor toledano Mariano Serrano ganó un concurso literario de Cartas de amor a Toledo con una epístola en la que el Greco salía del armario, es decir, confesaba su inclinación homosexual.” 7

Pero tal vez las mejores pruebas de la homosexualidad de El Greco eran sus pinturas de la figura masculina, donde los desnudos estaban impregnados de una intensa energía homoerótica.

Otras de las formas de escape, donde los hombres podían liberar sus conductas homosexuales y satisfacer sus necesidades homoeróticas era en la actividad de la caza. Los hombres se adentraban en los bosques con la excusa de la búsqueda de un jabalí, conejos o venados, y así fuera de la vista pública se desahogaban sexualmente con sus compañeros de cacería. Las casa de juegos o clubes masculinos eran también propicios para las relaciones homoeróticas, existen informes de casas de juego donde se suministraban jovencitos a los clientes.

Vista de Sevilla en el siglo XVI. Alonso Sánchez Coello.

El Renacimiento, la puerta de la era moderna, trajo consigo una nueva forma de ver la sexualidad, la filosofía renacentista que pregonaba el hombre por el hombre, y este como medida de todas las cosas, también avivó los deseos homoeróticos, ya reconocidos en la Grecia Clásica y que debido al oscurantismo del medioevo permaneció como una llama sin luz. Tuvieron que aparecer los nuevos hombres eclipsados por el clasicismo primario y todos su Dioses, como Apolo, Zeus, y otros tantos para avivar esa llama. España no escapo de  las flamas ardientes del amor homoerótico, ya con su transculturización judeo-islámica estaba preparada para recibir la nueva forma de ver el amor… no obstante existió un fuego tal vez más intenso, tal vez más “oscuro”, con menos luz, y más dañino que opaco los deseos homoeróticos… La Inquisición con todo su infierno logró opacar ese renacer, más no pudo con él.


 REFERENCIAS.
3 Alventosa del Río, Josefina. Discriminación por orientación sexual e identidad de género
en el derecho español. p.p. 145, 146.
5 Sullivn, Henry W. Tirso de Molina: dramaturgo andrógino. p. 811
6 Ibidem.
7 http://www.abc.es/20110128/local-toledo/abci-agujeros-negros-greco-201101281333.html

Por Félix Esteves

domingo, 19 de enero de 2014

EL AMOR HOMOERÓTICO Y PROSTITUCIÓN MASCULINA EN LA TARDÍA CHINA IMPERIAL HASTA LA MUERTE DE MAO ZEDONG.




 ¿La modernidad u occidentalización?

Para la mayoría de los chinos del siglo XIX la Modernidad fue sinónimo de Occidentalización. Estos cambios históricos que tuvieron sus mayores consecuencias a finales del siglo XIX y principios del XX en la tierra de Confucio hicieron pensar a muchos intelectuales chinos, que discernieron sobre su forma de vida, su cultura y sus costumbres y el papel que estas jugaron en las derrotas del pueblo chino frente a las guerras que sostuvieron contra los imperios occidentales  (Las Guerras del Opio).

Los nuevos ideólogos, filósofos y moralistas chinos influenciados por las costumbres europeas y principalmente por la mojigatería Victoriana, usaron la “avanzada” de la cultura occidental como una norma y empezaron a desechar sus tradiciones, especialmente aquellas que para muchos eran producto de su escasa moralidad. De esta manera la occidentalización fue vista como el signo del progreso y la civilización. No hay ningún otro período en la historia China, en que los cambios sociales fueron tan profundos como los que se dieron a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Sin embargo cada cambio social era prácticamente el resultado de la influencia occidental, como el vuelco del Imperio Qing o Manchú a principios del siglo XX y de la Revolución Cultural de Mao incluso.

Entre los cambios influenciados por la transculturización occidental en los aspectos socio-culturales en China, que empezaron en el último decenio del siglo XIX y en las dos primeras décadas del siglo XX, se vieron la transformación del sistema de unión de la poligamia a la monogamia, el sistema educativo imperial que envió estudiantes chinos a Europa para estudiar en las Universidades,  la incorporación de las mujeres  a la vida social y a la educativa, se prohibieron el vendaje de pies de las mujeres (Pie de Loto), y en la forma de ver, sentir y mirar el sexo, especialmente con aquellas que involucraron la relaciones homoeróticas.


El Amor Homoerótico en la China Tradicional

La homosexualidad masculina fue aceptada ampliamente a lo largo de la historia China, especialmente en la tardía China Imperial. Además, la homosexualidad masculina en la China tradicional fue un tipo particular de la homosexualidad basada en sus antecedentes sociales y era muy diferente al concepto de la homosexualidad occidental contemporánea que todos estamos familiarizados. Y a diferencia de su contraparte occidental de la misma época, la homosexualidad  en la sociedad de la tardía China Imperial nunca encontró problema legal, pues la homosexualidad masculina era una práctica abierta y aún de moda entre los hombres de clase alta y jóvenes animadores y actores.

La prostitución homosexual masculina incluso había eclipsado los prostíbulos femeninos e hizo que hasta casi desaparecieran en Beijing a finales del XIX. A principios del siglo XX, empieza una clara decadencia, y empieza los historiadores a tratar de borrar la realidad homoerótica, sin embargo, la Asociación del Teatro Qing seguía siendo un reconocida institución de prostitución masculina, eso sí en silencio.

La comercialización del Amor Homoerótico en la Dinastía Qing.

La comercialización de la prostitución y la pornografía son a menudo vistas como un símbolo de modernidad.  Empero, este “fenómeno de la modernidad” de prostitución homosexual masculina pasó en China ya en la dinastía Song (1127-1279). En la última dinastía de Ming, en Pekín, la prostitución homosexual masculina goza de un gran auge, y existió una corte de prostitución homosexual masculina conocida “El Camino de las Semillas de Loto”, que incluía a miles y cientos de niño animadores o Xiaochang (Muchachos cantantes) que ofrecían servicios homosexuales, y donde sus clientes eran principalmente  hombres de clase alta como literatos y funcionarios.  

La moda por la belleza masculina, el compañerismo, y el amor homoerótico  se desarrolló de igual manera entre los literatos de Pekín a través del período temprano de la dinastía Qing y continuó a siglos posteriores. Al mismo tiempo existió una  forma de élite de jóvenes muy atractivos que eran educados para tal propósito, estos eran reclutados desde muy temprana edad, permitiendo un mercado abierto. Los jóvenes prostitutos eran propiedad de sus amos-entrenadores que a su vez eran dueños de casas de Té, restaurantes, teatros o simples prostíbulos, siendo los más exitosos los teatros debido a la popularidad e interés del público por este tipo de arte.


El crecimiento de la prostitución masculina que rodea el mundo del teatro de Pekín de la segunda mitad del siglo XVIII llevó a una nueva comercialización de la relación de catamita y cliente, y mientras que no todos los chicos estaban a disposición de cualquier persona, cualquier persona con dinero podía encontrar un joven prostituto. Desde la segunda mitad del siglo XVIII la Ópera de Pekín  participó en un sistema de prostitución masculina asociada con el mundo del teatro pero volviendo cada vez más independiente de la representación teatral.




Xianggong.

Desde el mediados de la Dinastia Qing hasta los primeros años del siglo XX el término que llegaron a ser más ampliamente utilizado para referirse a los homosexuales asociados con las compañías de ópera era Xianggong (caballero). El término denota bastante específicamente chico-actores (dan) que representaban papeles de mujeres jovenes en los escenarios públicos de Pekín. La palabra Xianggong, sin embargo, no era parte de la terminología teatral y solo se lugar se refería al papel o rol de los chicos  en la prestación de servicios sexuales, por lo tanto su significado y su uso estaba mucho más cerca de prostituta que al de actor.

Sin excepción los Xianggong procedían de familias completamente indigentes o afectadas por desastres, estos niños eran vendidos y algunos eran hijos de la servidumbre que trabajan en los lupanares, teatros o casa de Té. Después de la transacción comercial los padres que vendían a sus niños tenían prohibido por diez años o más ver o preguntar por ellos En aquí un hay una breve referencia a los contratos de venta negociada entre los padres de los chicos y el maestro de grupo o amo-entrenador

“El precio más alto para la venta de un niño es sólo diez cadenas de dinero en efectivo. Después de que el contrato estaba listo una línea de tinta fue encerrada en él. Llamado ‘un río’, indicó que en los próximos diez años los padres fueron prohibidos a preguntar por el niño, incluso para saber si estaba vivo o muerto.” 1


Pocos actores de la tardía Pekín Imperial eligieron su carrera a través de un interés en el teatro, la gran mayoría de ellos fueron vendidos a los amos-entrenadores desde pequeños y fueron adiestrados para actuar y aquellos que eran extremadamente hermosos y femeninos fueron disciplinados para ejercer la prostitución homosexual.

Teatros, restaurantes y los Siyu (residencias privadas)

Teatro, restaurantes y prostíbulos o residencias privadas (siyu) fueron las principales arenas donde se cruzaron los caminos de los clientes (en su mayoría intelectuales) y los Xianggong. Estas fueron las tres arenas públicas dominantes en la dinastía Qing de Pekín donde los intelectuales se unieron en busca de ocio, sociabilidad y entretenimiento. Los teatros de la China Imperial, sin embargo, no eran un lugar aparte de seria reflexión cultural; eran informales, animados, comerciales y siempre cambiantes. Los teatros y restaurantes en su mayoría estaban ocupados durante todo el día, las residencias privadas o siyu revivían en la noche.

Teatros.

Mientras que las mujeres tenían prohibidas por el estatuto de gobierno entrar en teatros, el público del teatro fue compuesto por hombres de todos los niveles de la sociedad  Qing de Pekín. Sin embargo, mientras que el interés en los jóvenes-actores fue compartido por todos en la audiencia, sólo los ricos o influyentes compitieron por asientos donde los chicos podrían verse en ventaja. Los teatros fueron uno de los lugares más activos de la homosexualidad masculina.

El actor joven o “Dan” era la principal atracción. La enorme prosperidad del teatro en Pekín durante la dinastía Qing en primer lugar no era una cuestión de sensibilidad dramática, más bien se basaba en la admiración de los niños u jóvenes actores, una sensibilidad homosexual. La mayoría de las obras, centrándose en el Dan a la exclusión de otros roles. La apreciación del Dan se basaba en su apariencia, y la capacidad técnica y artística era relegada a segundo plano. En Pinhua baojian, una importante novela homosexual desde mediados de la dinastía Qing, afirma:

“Lo que me importa es la persona, no la obra. Cuando un guion es elegante y los actores son promedios, es menos interesante que cuando los actores son elegantes y el guion es promedio.” … “La aparición de actores es más importante para mí que la capacidad de actuar. El guión, trama y roles son irrelevantes, para mí es sólo el encanto del actor. 2

El verdadero objeto de interés en el teatro no era el arte sino la convivencia. Irónicamente, uno de los más vívidos relatos de la atmósfera dentro del teatro, debemos recurrir a un pasaje de la novela Pinhua baojian. De las descripciones que tenemos de otras fuentes que podemos estar bastante seguros de que el autor no ha añadido mucho (si nada en absoluto) en el camino de exageración literaria. El pasaje describe a un joven que visita la capital por primera vez, que también va a su primera incursión dentro de un teatro:

Entrar, los puestos o laterales, así como la sala principal, fueron atiborrados por completo, la obra estaba a punto de comenzar. El ujier se acercó para saludarlo y lo condujo a una silla con una mesa y cerca de la pared en los puestos del balcón. Pincai no había traído su propio amortiguador, el Ujier trajo un cojín y le ayudó a ponerse cómodo, regresando con una taza de té y algo de incienso encendido. Casi de inmediato el escenario cobró vida, pero el primer acto no fue muy interesante y comenzó a estudiar a los mecenass en el lado opuesto de la platea. Parecían ser los funcionarios judiciales de Beijing, y detrás de ellos cada uno tenía un tren de siervos. Entonces notó varias jóvenes dan, sus rostros de blancos puros mirando alrededor de la cortina en la parte trasera del escenario, haciéndoles ojitos a los mecenas. En poco tiempo caminaron hacia fuera en grupos de tres o cinco para saludarlos. Desde lejos podía ver que algunos eran suaves, pocos inteligentes y un poco traviesos. Llevaban la vestimenta más hermosa, incluyendo pieles de visón, zorro, nutria y sellante. Sus rostros eran suaves y translúcidos, como flores de primavera. 3

Es evidente que el público entendió y usó el teatro como un espacio erótico y para la ostentación pública. En el teatro se iba a  charlar, tomar el té y comer pasteles, mientras sus mentes y corazones estaban ocupados en la conquista de los dan o actores. Para la élite, el teatro era principalmente un lugar para la exhibición social y ostentación, pero fue sólo la primera estación, de allí partían con sus conquistas o amantes a los restaurantes.

Restaurantes.

Los restaurantes sirvieron como “intermediarios” entre los teatros y el lecho. El teatro y los restaurantes estaban conectados en las mentes de las personas en este momento. Los teatros eran tan dependientes de la cultura gastronómicas y de entretenimiento que muchos historiadores no logran encontrar una palabra apropiada para una institución dedicada exclusivamente al teatro como arte, incluso a principios del siglo XIX, cuando asistían a la ópera exclusivamente, sin grandes festejos, el lugar es conocido como un teatro “chayuan”, es decir “jardín de Té” o “casa de Té”. El uso de chayuan en este contexto es mejor traducido como “teatro”, pero el sustantivo revela la relación histórica entre lugares para cenar y lugares utilizados para tal funcionamiento.

Como la ópera creció en su importancia como institución cultural que es el lugar para cenar y la relajación, aumento igualmente los chayuan y al mismo tiempo crecieron las tabernas y salas de vino.  Esto permitió que los Dan al finalizar sus actuaciones estaban libres para acompañar a sus clientes a los establecimientos cercanos a comer. Durante el reinado Jiaqing (1796-1820) estaba prohibido que los actores salieran de los teatros y que se fueran a los restaurantes, sin embargo esta prohibición se desvaneció enseguida.

Los restaurantes también proporcionaban a sus clientes con actores que eran todos de las compañías de ópera de los alrededores. Ordenar un catamita o Xianggong era conocida como tiaozi jiao, es decir “convocar una orden”, y la aceptación era conocida como tiaozi gan “un pedido de reunión”. La mayoría eran actores comunes y corrientes de las sesiones del día anteriores. Pero si un cliente querían impresionar a sus invitados pedía al dan o actor más popular. No era infrecuente que un Dou o cliente pidiera siempre al mismo chico, por lo general existían formas de enlace basados en la familiaridad o una relación amorosa. Los muchachos o Xianggong menos populares no podían rechazar a los clientes, empero los Dan más populares fueron  capaces de rechazar invitaciones si veían que el cliente no era de una posición alta de la sociedad, o porque simplemente no les gustaba físicamente.  

El Dan primero debían saludar a todos en la mesa formalmente, inclusive podía verter el vino a los invitados empezando primeramente por el cliente o Dou principal. Luego se sentaba al lado del cliente que lo contrato, y además de comer recitaba poemas, cantaba o tocaba algún instrumento musical, muchas veces se realizaban juegos. Pero los Dan no sólo alegraban la comida, los Dou esperaban muestras de afecto físico, aquí un ejemplo dado donde un actor llamado “Doble Felicidad” muestra su afecto con un juego erótico a su cliente:
“Doble felicidad se sentó a horcajadas sobre el regazo de Yuanmao, con la cabeza delante de su rostro y levantó la barbilla de Yuanmao para que su cabeza se posará detrás. Luego presiona con fuerza contra el miembro de Yuanmao sus labios rojos delicadas y lentamente exhala, brindando así tres veces. Yuanmao sentí que había entrado al cielo, era felicidad indecible.” 4

Además de estas actividades eróticas, hay documentación que revela que algunos restaurantes de la época incluyeron habitaciones secretas que estaban equipadas con camas y edredones:
“Adentro existe una habitación oculta”… “La hermosura de las cortina, la belleza de las plantas y las elegantes obras de arte adornan la camara donde el honorable señor”… “compartirá después de la cena su edredón con su amante masculino.” 5

La existencia de las habitaciones secretas en los restaurantes ya no es un secreto, pero no todos los restaurantes podían permitirse este tipo de servicio. Había otra forma de espacio que era mucho más privado y cómodo y es poco probable que la mayoría de los grandes clientes habría sentido comodidad con la atmósfera pública de los restaurante. Los Dou más importantes preferían la tranquilidad de los Siyu también conocidos como  “las residencias de las 24 armonías.”

Los Siyu o Residencias Privadas.

El término siyu (residencia privada) en Pekín de la dinastía Qing fue originalmente una expresión cortés refiriéndose a un domicilio privado de una persona. En el mundo del teatro, sin embargo, vino para referirse a residencias privadas del Amo-entrenador, que incluían apartamentos para los Dan más populares. Los Dan residentes que por lo general eran dos o tres vivian en dichos  apartamentos ricamente decorados donde podían recibir admiradores. El término siyu cada vez más vino a significar una casa de prostitutos  de lujo.

Antes del siglo XX los siyu de Pekín eran una característica abiertamente reconocida de la ciudad, y eran lugares de entretenimientos bien reconocidos, tanto así que figuraban  abiertamente en las guías contemporáneos de la ciudad, donde se motraban las direcciones de los siyu de los xianggong más famosos. De las décadas medias de la dinastía Qing y en las primeras décadas del siglo XX el término siyu fue utilizado para referirse a los apartamentos privados de actores populares Dan. El siyu era operado por el amo-entrenador y estos siyu eran identificados por las linternas y tableros al estilo de “discoteca”, es decir avisos luminosos y muy decorados, que incluían los nombres de los populares Dan. El éxito de los Dan fue tal que existían calles enteras llenas de siyu.

Si bien existieron siyu de alta categoría, donde los Dan eran erúditos en las artes del canto, la recitación y la música, y eran además personas bien informadas y educadas, proliferaron siyu de baja categoría que muchos historiadores chinos comparaban con los empobrecidos burdeles femeninos que rodeaban las afueras de Pekín.

La Homofobia Occidental y la Decadencia del Amor Homoerótico

A principios del siglo XX los Siyu y sus integrantes estaban empezando a declinar.  Ya a finales del siglo XIX el oficio del Dan comenzó hacer poco valorado. Occidente y su homofobia empezaba a minar de odio la mente de los chinos. La primera ley en contra de la homosexualidad entró en vigor en China en 1740, gracias a los esfuerzos de los jesuitas y su influencia en la corte, no obstante, no hay registros históricos del nivel de presión, ni de la efectividad en el cumplimiento de esta ley. Los chinos promulgaron dicha ley para quitarse de encima las presiones de los católicos y de los occidentales prominentes, pero olvidaron pronto dicha legislación.  

Tuvieron que pasar casi dos siglos para que la influencia occidental hiciera efecto, la nueva ilustración que trajo el Movimiento de Auto-Fortalecimiento que importó de occidente no unicamente su filosofía y su ciencia, con ella vino la homofobia y la consideración como enfermedad mental de la psiquiatría de la época.

El Movimiento de Auto-Fortalecimiento (1861–1895) fue un periodo de reformas institucionales que se produjo en el último periodo de la Dinastía Qing tras una serie de derrotas militares de China y concesiones a potencias extranjeras. De esta manera, China para pacificar sus relaciones con las fuerzas occidentales nombró al príncipe Gong regente, Consejero mayor y el jefe del recientemente formado Ministerio de Asuntos Exteriores. Aunque la mayoría de las élites habían sido partidarias de formas más tradicionales y conservadoras, debido a la necesidad de fortalecer a China frente a los países occidentales admitieron que debían aprender de Europa sus técnica de fabricación de barcos y armas, y dominar los conocimientos científicos que estaban detrás de estas tecnologías militares. Estos avances trajeron consigo el fin de las dinastías imperiales en el siglo XX y también enmarcó el fin de la extraordinaria tolerancia hacia la homosexualidad en China, aunque tres de los emperadores entre 1851 y 1935 tenían amantes masculinos.

Con la occidentalización, muchos personajes ilustrados chinos, y principalmente influenciados por la religión cristiana, denunciaron los siyu, cuya campaña fue llamada “Siyuzhi”. Sin embargo, los intereses de los poderosos en el sistema Siyu detuvieron la campaña. Con la promulgación de la república en 1911 se continuó con la campaña solicitando al nuevo gobierno que legalizara contra los siyu y sus integrantes, teniendo esta vez éxito.

El 15 de abril de 1912, la policia publicó en el  periódico más importante de Pekín la ley que prohibía dichos locales y se habló y discutió sobre el papel que jugaba la Ópera de Pekín en el reclutamiento de niños para después convertirlos en Dan y prostituirlos. En dicho artículo se comentó el nuevo papel de China como país que va a la vanguardia de los países occidentales y las reformas que tenían que acabar con las repugnantes costumbres en que el pueblo chino vivía. Tres semanas después del boletín de la policía, en el mismo diario,  un editorial abogó en cambiar el concepto de Actor como se conocía en China hacia la forma o manera occidental, es decir separar el concepto de actor de prostituto.

La nueva preocupación del gobierno por la posición moral internacional de China, tuvieron éxito en el cierre de la Siyu y comenzaron a poner fin a la asociación cultural del Dan y a la prostitución homosexual. Dicha actividad se hizo en el más estricto secreto, porque estaba muy arraigada en la forma o estilo de vida chino. Pero poco a poco dicha actividad fue casi olvidada y las pocas  residencias privadas y la confraternización con los Dan se transformaron en los temas de humor y burla, e indudablemente de rechazo social.
Coincidentemente, los burdeles femeninos, que fueron eclipsados anteriormente por los Dan y los siyu durante más de trescientos años, empezaron a disfrutar de un auge durante la transición de la dinastía Qing a la República.  La pérdida del amor homoerótico fue visto por lo tanto, como el símbolo de modernidad de China durante la primera mitad del siglo XX y fue gradualmente a ser totalmente "olvidados" o erradicado de memorias culturales chinas.

En la década de 1940, hubo una novela popular “La Peonia Roja” por Lin Yutang, que menciona el romance entre dos altos funcionarios y actores de niño. El autor Lin era un escritor muy popular de la época y fue considerado un intelectual occidentalizado, que también publicó una serie de obras en inglés. Lin escribió la historia con admiración, y elogiaba la historia homoerótica como algo extremadamente romántica, pero dicha historia no pudo ser entendida por muchos de sus contemporáneos, la homofobia ya había erradicado el amor de los Dan para siempre.


Con el surgimiento de la República Popular China en 1949 la tolerancia de la sociedad prácticamente desapareció y la homosexualidad se convirtió en clandestina. El régimen comunista persiguió duramente a los homosexuales, especialmente durante la Revolución Cultural. La nueva dirigencia  comunistas china consideraban la homosexualidad como una perversión capitalista y por tanto una práctica contrarevolucionaria que debía ser eliminada de la sociedad. Aunque no existía ninguna ley que tipificara específicamente la homosexualidad como delito, las personas acusadas de prácticas homosexuales eran condenadas a severas penas de prisión, castración forzada o incluso a la pena de muerte, usando una serie de vagas leyes diseñadas para mantener el orden social. La homofobia del régimen también se impuso con políticas sociales de matrimonios obligatorios y medidas de ostracismo.

Tras la muerte de Mao Zedong en 1976 se produjo en el régimen un proceso de reforma y apertura, que llevó a que se aflojaran a partir de 1979 las medidas de control y persecución de la homosexualidad.
La Revolución Cultural (1966-1976) fue un período de terrible persecución y destrucción sin sentido. La homosexualidad fue considerada como una enfermedad mental, un estigma que soportaron hasta abril de 2001 cuando se derogó la ley.

Referencias.

1 Cuncun Wu. Homoerotic Sensibilities in Late Imperial China. p.125
2 Chen Se. The precious mirror of ranked flower. pp. 61, 184.
3 Cuncun Wu. Op. Cit. p. 138
4 Chen Se. Op.Cit. p. 115.
5 Cuncun. Op. Cit. p. 145.

Bibliografia.

Chen Se. The precious mirror of ranked flower / Shangai : Shanghai guji chubanshe, 1990.
Cuncun Wu. Homoerotic Sensibilities in Late Imperial China / Abingdon, New York : RoutledgeCurzon, 2004.
Fang Fu Ruan. Sex in China: Studies in Sexology in Chinese Culture / New York : Plenum Press, 1991.
Hinsch, Bret. Passions of the Cut Sleeve: The Male Homosexual Tradition in China / Berkeley : University of California Press, 1990.
Sex and Sexuality in China / Elaine Jeffreys, ed. -- Abingdon, New York : Routledge, 2007.
Vitiello, Giovanni. The Libertine's Friend: Homosexuality and Masculinity in Late Imperial China / Chicago : University of Chicago Press, 2011.

Xiaomingxiong. History of Homosexuality in China / Hong Kong : Rosa Winkel Press, 1997.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...