El pasado viernes 11 de Septiembre se cumplieron ocho años del atentado terrorista contra las Torres Gemelas de Nueva York. No podemos negar que este hecho cambio la historia de la humanidad y la manera de ver la realidad política del mundo. Este acto terrorista marco muy claramente el enfrentamiento entre pensamientos extremadamente opuestos del genero humano y puntualizó que el objetivo primordial del fundamentalismo musulmán es la guerra contra la cultura occidental.
Pero para entender bien este suceso o atentado se tiene que revisar dos guerras: La Guerra de Afganistán y la Guerra del Golfo Pérsico. La primera se originó con el golpe militar que en 1978 condujo al poder a Mohamed Taraki, joven militar de izquierda y que estableció un régimen comunista en el país. Las modificaciones socializadoras y laicas de Taraki fueron rechazadas por la mayoría de la población que estaba aferrada a un pensamiento islámico muy arraigado al pasado y que mantenía a los afganos en una sociedad con rasgos aún feudales. La resistencia se transformo en Guerrilla y por supuesto esto trajo problemas internos que condujeron la rápida intervención de la ya desaparecida URSS en 1979. Esta intervención molesto a los Estados Unidos que pensaban que Afganistán estaba fuera de la zona de influencia soviética y articulo una dura respuesta embargando la exportación de alimentos a Afganistán y a la URSS y apoyando la Guerrilla llamada también "mujahidines". Los mujahidines fueron eficazmente armados por los americanos y reforzados por los árabes e ideologizados por la extrema e intransigente islamita y entre los que se encontraba Osama Bin Laden. Esto trajo una guerra cruel que no pudo mantener la Unión Soviética y con la apertura de la Perestroika, Gorbachov decidió sacar a sus tropas. En 1988, la URSS, EE.UU., Pakistán (país que más sufrió la emigración de la población y la guerrilla Afgana) y Afganistán firmaron un acuerdo por el que los soviéticos se comprometían a retirar sus tropas lo antes posible. Lo que efectivamente hicieron en 1989. Sin embargo, esto no produjo una paz inmediata al país. En 1992 las guerrillas islamistas asaltaron Kabul y se inició un período de luchas intestinas que culminaría con la toma del poder por los extremistas islamistas en 1996.
La segunda guerra fue la Guerra del Golfo Pérsico, que fue la respuesta de Estados Unidos y sus aliados internacionales compuesto por 34 países contra la invasión y anexión de Kuwait por parte de Irak. El inicio de la guerra comenzó el 2 de agosto de 1990 cuando Saddam Hussein invadió Kuwait, se apodero del castillo real y destrono al emir y coloco un gobierno títere. Inmediatamente las Naciones Unidas sanciono económicamente a Irak pero las hostilidades entre los bandos empezaron en enero de 1991, dando como resultado una victoria para las fuerzas de la coalición. Las principales batallas fueron combates aéreos y terrestres dentro de Irak, Kuwait, Arabia Saudita e Israel. Fue una guerra corta pero que dejo muchas victimas y secuelas a nivel mundial.
Ambos acontecimientos polarizaron la opinión pública internacional y en especial la manera en que el mudo occidental ve al mundo musulmán y viceversa. Los extremistas y fundamentalistas islámicos han crecido enormemente y han extendido su odio e influencia a otros países y regiones como Pakistán, Indonesia, Gaza, Egipto y Palestina. Pero no solo es un problema religioso y cultural, hay factores más concluyentes, como por ejemplo la economía del petróleo, los problemas migratorios, el papel de la mujer en las sociedades islámicas, la justicia musulmana tan cruel, además de los conceptos de Estado que separan a los gobiernos musulmanes de las democracias occidentales. Pero estas diferencias se agudizan más con la creciente aparición de la energía nuclear en países como Pakistán e Irán, naciones muy inestables y que por lo general siempre están en constante conflicto interno y con sus países limítrofes. Es tan bien seguro que la riqueza petrolera a acrecentado la influencia de muchos países musulmanes y a alentado sus ansias de expansionismo, pero no podemos negar que la neocolonización e invasión de los Estados Unidos y muchos países de la unión Europea a estos países para controlar el mercado petrolero es injusta y cruel.
Ya a ocho años del vil atentado todavía no se sabe a ciencia ciertas lo que esta detrás de la caída de las gemelas, pero lo que si se puede asegurar es que las últimas excursiones del mundo occidental y en especial de Estados Unidos hacia el mundo musulmán han alentado aún mas el odio y desprecio entre ambos y que en realidad cuando vemos las dos caras de la moneda de tan disímiles concepciones, nos damos cuenta que no somos tan diferentes ya que el lev motiv de ambos mundos es simplemente la ambición desmesurada del hombre.
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