atrapada en la confusa red de tu engaño
y rememoro con delicadeza de niño
un beso... una caricia tuya edulcorada.
Resucita mi corazón sombrío y contrito
queriendo volar como un pájaro herido
y llegas tu con la vil diana del olvido
a gestar dolor a mi neonato sentimiento.
Quisiera morir... quedarme en el infierno
y sufrir de una vez en el eterno Averno
para no volver a sentir tu yerro galanteo
este mal que me atrapa como a Prometeo.
Por Félix Esteves
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