Una pequeña presentación

Los Mínimos y Máximos de Félix Esteves es una casa, un hogar, construido con amor, esfuerzo, dedicación y hasta con aburrimiento. Tiene muchas puertas donde todos pueden entrar. Tiene muchas habitaciones, donde de seguro en algunas podrás sentirte cómodo, y en otras, tal vez contrariado y hasta… por qué no… molesto. Sin embargo su propósito no es agradar ni molestar, no es ganar amigos ni enemigos… de todas maneras ambos son bienvenidos; su fin es mostrar y demostrar lo variopinto de una mirada, la pluralidad de una cosmogonía a través de mi “micromundo”, de lo exterior visto y sentido desde mi interioridad… es un grito contra la discriminación, es un arrullo de amor a la diversidad, es mi tarjeta de presentación como ser humano, como hombre, como gay y miembro de la comunidad LGBT... tal vez es algo más… no lo sé… aún lo estoy averiguando.

Félix Esteves

Amigos de Los Mínimos y Máximos

jueves, 31 de mayo de 2012

LA RUSIA HOMOSEXUAL. Segunda Parte: Desde la Rusia de Pedro El Grande hasta 1917.


En el artículo anterior dijimos que la tradición rusa de la homosexualidad fue mermada por la transculturización evocada por el Zar Pedro El Grande (1689-1725)[1]. La corte rusa adopto las formas, modos y las costumbres europeas del siglo XVIII, pero no solo los nobles fueron afectados por aquella invasión cultural, sino también los campesinos y las clases más populares. Pedro El Grande si bien no fue el primero, propulso el contacto de la Rusia Moscovita con los salones y el comercio con occidente, tal como lo afirma Burns:

“Es difícil apreciar la importancia de Pedro El Grande. No fue únicamente él quien transformó a Rusia en una nación occidental. Durante muchos años”… “la influencia occidental se había filtrado en el país. Pedro apresuró el proceso y le dio una dirección más radical.”[2] 

Las ideas de la Ilustración sobre las relaciones entre los sexos invadieron a la Rusia y los europeos que vinieron a enseñar y a practicar  profesiones y técnicas en esta gran nación que se perfilaba como una potencia, trajeron consigo nuevas actitudes hacia lo erótico, incluyendo una estigmatización de la "sodomía". Las relaciones sexuales entre hombres en el nuevo ejército del Zar que fue remodelado, fueron tipificadas como delito. La homofobia se hizo patente y se dejaron las indulgencias para aquellos generales y soldados que preferían la compañía de su propio sexo en sus lechos y tiendas de campañas. Igualmente, en la corte, los jovencitos (que eran muchos) que pertenecían al coro imperial y que aparte de cantar como ángeles también ofrecían sus servicios homoeróticos a la alta nobleza fueron denunciados y sacados de los privilegios reales, afirmación que hace Dominique Maroger “sanctions for improprieties with imperial choirboys were denunciates.”[3]

Moscú dejó de ser la capital de Rusia, y la transferencia del poder y la ventana hacia Occidente paso a San Petersburgo (fundada en 1703); esta nueva capital introdujo otra división en la cultura rusa, entre la vieja moscovita y la imperial San Petersburgo existían diferencias abismales, Moscú proseguía con sus viejas costumbres aunque poco a poco fue cediendo a los cambios.  La nueva capital un centro de riqueza y de la influencia europea, eclipsó a Moscú, pero no obstante la vieja Moscú seguía siendo centro del amor homoerótico.

Alexander Menshikov y el Zar Pedro El Grande.
Pero Pedro El Grande, también fue un “Grande” en hipocresía, porque es bien sabido  su preferencia sexual con hombres, el zar ruso no escapo del “encantador y divino  vicio de la homosexualidad” y tenía un favorito,  Alexander Menshikov, quién  se ganó rápidamente no sólo la confianza sino la amistad del zar, convirtiéndose en compinche de todos sus proyectos y aficiones, sino también en su amante y compañero de lecho. Menshikov no se separaba del zar, acompañándole en sus viajes por Rusia y en la “Gran Embajada” por Europa. Después de la muerte de Lefort, Menshikov llegó a ser el primer asesor de Pedro y seguía su preferido durante muchos años. Dotado de inteligencia innata, excelente memoria y gran energía, Alexander Menshikov nunca buscaba pretextos para no cumplir tal o cual encargo y lo hacía todo con ahínco, recordaba todas las órdenes, sabía guardar los secretos y, como nadie, sabía atenuar el carácter violento del zar, especialmente con su buen humor, sus ocurrencias y caricias.

Otro representante de la dinastía de los Romanov, que poseía tendencias bisexuales, fue la sobrina de Pedro, Ana Ivanovna. Ella gobernó el Imperio Ruso desde 1730 hasta 1740 y existen evidencia lésbicas pues según muchos biógrafos aseguran que mantuvo relaciones íntimas con varias de sus damas de honor.[4]

Catalina II, conocida como Catalina La Grande[5], pudo haber tenido una corta pasión lésbica con la Princesa  Catalina Dashkova, que ayudó a Catalina a sacudir el trono de su marido, Pedro III, y apoderarse del trono. En sus memorias, “Mon Histoire”,    Dashkova, tiene indicios muy fuertes de una conexión sentimental con Catalina II. La Princesa Dashkova fue una intelectual que no temió escribir artículos de crítica social, firmándolos con su nombre añadiéndole además el complemento “de una mujer rusa”. Durante ese siglo las mujeres no firmaban sus trabajos con su nombre, por lo general utilizaban seudónimos masculinos, pues era mal visto que una mujer expresara sus ideas.

Princesa Catalina Dashkova y la Zarina Catalina II La Grande.
El popular pobratimstvo disminuyó durante los siglos XVIII y XIX entre los habitantes de las ciudades, mientras que es probable que persistiera entre los campesinos, los cuales emigraron a Moscú por mano de obra estacional. Mientras tanto, en la cultura de elite, la adopción de códigos de la moral occidental siguió a un ritmo acelerado, y en 1835 la "sodomía" entre los varones fue tipificado como delito formal para todas las partes de la sociedad rusa, en la legislación promulgada por Nicolás I.

Ivan Dmitriev
A mediados del siglo XVIII, la literatura rusa se encontró con las actuales formas literarias de Europa Occidental. El final de ese siglo fue en Rusia, como en otras partes, la era del Romanticismo, y el gran poeta de esta nueva corriente en Rusia fue Ivan Dmitriev (1760-1837). Dmitriev era un funcionario del gobierno que finalmente se elevó a la posición del ministro de Justicia durante el reinado de Alejandro I. En su carrera en el gobierno, era nepotista, y gustaba rodearse de hermosos jóvenes asistentes, algunos de los cuales deben su avance al hecho de que eran Los amantes de Dmitriev.

En su poesía, sin embargo, llevaba una máscara de heterosexual, haciéndose pasar por algún personaje neoclásico. Las excepciones son sus adaptaciones de fábulas de La Fontaine "Las dos palomas" y "Los Dos Amigos", que se convirtieron en representaciones inequívocas de relaciones amorosas entre hombres.

Lo que si podemos asegurar es que las primeras leyes contra los actos homosexuales apareció en el siglo XVIII, durante el reinado de Pedro el Grande, pero se trataba leyes  militares se aplicaron sólo a los soldados. No fue sino hasta 1832 que el Código Penal incluye en el artículo 995, lo que hizo el “muzhelozhstvo” (hombres acostado con hombres, lo que los tribunales interpretan como el coito anal) un acto punible, castigado con el exilio a Siberia durante un máximo de 5 años. Aun así, la legislación se aplicó sólo en raras ocasiones, sobre todo entre las clases altas. Muchos intelectuales destacados del siglo XIX tuvieron una vida homosexual relativamente abierta o bisexual. Entre éstos estaban el explorador Nikolai Przhevalski ,  el compositor Peter Tchaikovsky, y Nikolai Gogol  entre otros.

Nikolai Przhevalski (1839-1888) era homosexual, y aunque estuvo casado, prefirió siempre la compañía de jóvenes varones. Después que enviudo, fueron muchas las propuestas de amor que recibió por parte de mujeres, pero a todas las rechazo.  Entre sus ayudantes varones jóvenes que lo acompañaron en cada uno de sus viajes estaba Nikolay Yagunov, de 16 años, Mijail Pyltsov, Fyodor Eklon ambos de 18 y Yevgraf, que podrían haber sido sus amantes.

Nikolai Gogol
Nikolai Gogol (1809-1852) fue uno de los casos más terribles de la violencia sexual auto-represiva que se pueden encontrar en los anales de la literatura. Total y exclusivamente gay, Gogol pasó su vida negando este hecho a sí mismo y a los demás, principalmente por razones religiosas. Sus cuentos y obras de teatro están impregnadas de miedo al matrimonio y otras formas de contacto sexual con las mujeres, pero Gógol envuelto este tema en una nube de símbolos y fantasías surrealistas que sus lectores contemporáneos no pudieron discernir su presencia. Muchos historiadores reconocen a Iosif Vielhorsk, como el amante de Gogol mientras escribía la primera parte de “Almas muertas” en Italia, mientras algunos investigadores sostienen que nunca salió del clóset.
No obstante, muchos aseguran que Gogol  salió del closet cuando vivió en Roma junto con el afamado pintor Aleksandr Ivanov:

“Fue en Italia que la sexualidad reprimida de Gogol encontró una salida. Su actitud más relajada con la sexualidad puede ser debido a su amistad con el destacado pintor ruso Aleksandr Ivanov, que vivió en Roma durante 20 años y era conocido por sus retratos de desnudos adolescentes en escenario al aire libre. En diciembre de 1838, Gogol se reunieron en la villa del príncipe ruso, el joven conde Iosif Vielhorsky”… “los pocos meses que pasaron Gogol y Vielhorsky  juntos fueron los más felices y más plenos en la vida de Gógol.”[6]

Gogol  se suicidó a la edad de cuarenta y tres, después de confesar su verdadera sexualidad a un sacerdote fanático, quien le ordenó que el día ayunara y en las noches se dedicara a la oración y la autoflagelación para que su alma pudiera  escapar del fuego del infierno. En su depresión y locura Gogol se sometió fielmente a la penitencia.

Otros de los grandes gays de la Rusia de aquel entonces fue el genio musical de Tchaikovsky (1840-1893), aunque muchos estudiosos sovieticos quieran tapar con un “dedo” la verdad de su sexualidad. La homosexualidad de Tchaikovsky no es un mito sino un hecho plenamente establecido de su vida privada. Este hecho era conocido por muchos de sus contemporáneos y se discute de manera explícita y detalladamente en la autobiografía inacabada de su hermano Modest, quien también era gay.

Pyotr Ilyich Tchaikovsky
La correspondencia de Tchaikovsky con muchos de sus contemporáneos demuestran su homosexualidad, muchas de estas cartas han desaparecido misteriosamente, no obstante se conservan algunas donde el músico dice frases como esta:

… "hay personas que no pueden remediar el despreciarme a causa de mi vicio” ... “Deseo, por medio del matrimonio o de algún otro lazo público con una mujer, cerrar la boca de esas despreciables criaturas."[7]

O esta otra a su hermano Anatoly

“Sólo ahora, especialmente después del incidente de mi matrimonio, he llegado a comprender finalmente que nada es tan vano como querer ser aquello que no soy por naturaleza.”[8]

En los últimos años, las investigaciones  de archivos privados como públicos han permitido conocer estas epístolas que por mucho tiempo los censores soviéticos quisieron ocultar. Una serie de pasajes en estas cartas describen sus relaciones sexuales con hombres jóvenes de distinta naturaleza.

Ya en 1835  Nicolás I introdujo una interdicción de los actos homosexuales entre hombres en el artículo 995 del código civil en respuesta a la frecuencia de relaciones sexuales entre niños y jóvenes de internados. En el artículo 995 sólo se tenía en cuenta la sodomía, sexo anal, y no otros actos sexuales. En la práctica, muy pocos hombres fueron condenados por el artículo 995, especialmente después de las reformas introducidas por el zar Alejandro II. Muchos miembros de las clases altas, llevaban una vida más o menos abiertamente homosexual, conocida entre los rusos. Debido a que muchos de estos hombres eras de la clase noble, el adjetivo “azul” se designo también para nombrar a los homosexuales de la época.

Especialmente durante la década de 1890 parecía que la homosexualidad estaba de moda: en esos años hubo una producción masiva de intelectuales, hombres y mujeres, homosexuales en la escena cultural rusa. Muchos de los parientes de los últimos tres zares eran abiertamente homosexuales; entre ellos se puede mencionar al gran duque Sergio Aleksándrovich, el hermano del zar Alejandro III y tío de zar Nicolás II.

El Gran Duque Sergio Aleksàndrovich 
Las décadas finales del zarismo fue un período de rápida transformación social, y como era de esperar, Moscú, compartió en ese cambio. En 1861, cuando el Edicto de Emancipación liberó a los siervos, había 350.000 habitantes en la antigua capital. En la década de 1880 y 1890, una política nacional de industrialización había transformado a Moscú en un importante centro manufacturero y el centro de transporte. Mientras tanto, la producción continuó en los talleres e industrias y mucho de los niños y jóvenes aprendices que trabajaban en las fabricas convivían en hogares comunitarios. Los distritos industriales comenzaron a desarrollarse más allá de los límites tradicionales de la ciudad, mientras que más campesinos y hombres  de las zonas rurales llegaban a las zonas urbanas con el fin de quedarse y conseguir nuevas oportunidades laborales, surgiendo una nueva clase obrera que para antes de 1914 llegaba a 1,4 millones de habitantes. 

El carácter de las relaciones homosexuales eróticas sufrió transformaciones asociadas con este nuevo sistema de vida, muchos de estos hombres abandonaron sus familias en los campos donde las mujeres seguían al servicio de los feudos y en el cultivo de sus propias tierras. Los hombres afloraron su amor hacia su mismo sexo y era común en las tabernas los bailes entre ellos, más de uno ebrio y borracho se entregaron a las pasiones homoeróticas, otros no tan borrachos se aprovecharon de esa situación. En 1903 se suavizó la ley contra la homosexualidad masculina. El artículo 516 del nuevo código seguía considerando la sodomía como delito, pero sólo era condenado a prisión máxima de tres meses. Ese mismo año, 1903, durante la preparación de la nueva ley, Vladimir Nabokov, padre del famoso escritor de igual nombre, escribió y publicó un artículo sobre la situación legal de los homosexuales en Rusia. En el artículo argumenta que el Estado no debería interferir con las relaciones sexuales personales. Los diarios, los documentos tribunalicios y los textos médicos,  dan cuenta de eso, y aunque existía las leyes que penalizaban la sodomía, la creciente población masculina en Moscú y en San Petersburgo, hizo una floreciente subcultura gay.

Hombres rusos en un bar de Moscù
Mucho de los hombres que trabajaban como cocheros completaban sus ingresos ofreciendo sus servicios sexuales a otros hombres, un servicio sexual era cobrado de 30 a 50 Kopeks, según la actividad sexual que iban desde la masturbación hasta la penetración anal. Muchos informes también relatan que muchos soldados eran prostitutos en las calles de las grandes ciudades rusas. En los talleres o industrias los niños y jóvenes aprendices eran objeto de abuso sexuales o agresiones por parte de los hombres mayores, a menudo en posiciones de autoridad sobre ellos. Un hombre confesó en su diario que en repetidas ocasiones se masturbaba con un miembro masculino de su familia, con jóvenes de 18 años:  … “un aprendiz”  “que me satisfizo de acuerdo a mi deseo con el onanismo manual, y yo hice lo mismo por él”[9]  

Baño Pùblico de Moscù
En Moscú siguieron funcionando los baños públicos, y la mayoría de los empleados eran jóvenes, cuya edad y condiciones físicas atraía a innumerables caballeros pues estos chicos eran objeto de comercio sexual tal como se seguía practicando desde la Rusia zarista. En San Petersburgo estos baños saunas tuvieron éxito hasta la revolución de 1917. Según textos de aquella época narran la siguiente historia:

“(Un cliente) que estaba a mi lado yacía con una mujer,  me ordenó que le hiciera como si él fuera una mujer, sólo en el ano”… “Además de todo esto, otros visitantes les pidió lo mismo o que hicieran eso con otro joven del baño público”.[10]

Muchos chantajistas aprovecharon las saunas y baños públicos para conseguir victimas y muchos de estos hombres extorsionados declararon en los tribunales y en consultorios psiquiátricos sus inclinaciones. Existen registros de estos casos llevados a la corte, por ejemplo existe un caso contra un obispo en 1919:  
… “indican que las prácticas homosexuales en los balnearios, especialmente aquellos con habitaciones privadas, fueron notorios en Moscú también. Este clérigo fue acusado de 'pederastia' con un principiante monástico de 14 años que sirvió como su siervo, Ivan Volkov. Dos veces el obispo declaró que, si bien había ido a los baños públicos. Era  para el alto clero en Moscú, específicamente insistió en que nunca había ido con los  principiantes a los baños con cuartos privados.”  … "era costumbre que los dos chicos se fueran conmigo, para disipar las sospechas de los transeúntes."[11]

Como vemos ya existían desde aquel entonces saunas como se conocen hoy día, con cabinas privadas donde los hombres pueden realizar sus actividades homoeróticas en la más estricta privacidad.

Un desarrollo más significativo en el surgimiento de una subcultura homosexual en Moscú fue la llegada de los patrones de cruising o cancaneo, con el reconocimiento mutuo y la comunicación más allá del lugar de trabajo y las relaciones patrón-cliente que esto implica. También cada vez más evidente es el uso del espacio público no sólo para socializar, sino también para el sexo. Las fuentes de estos patrones son de nuevo más humildes en Moscú que San Petersburgo, esta última ciudad había desarrollado grandes boulevares, plazas y parques que eran propicios para la actividad del cruising. Un ejemplo del cruising  está en una carta escrita por el compositor Tchaikovsky donde le narra a su hermano Modest sus encuentros sexuales con hombres  la clase baja en Moscú:
“Tchaikovsky escribió a Modest, cómo un amigo, Nikolai Bochechkarov le presentó a un joven mayordomo en un boulevar y luego fueron a un bar, más tarde Tchaikovsky se fue con su enamorado a una habitación privada”[12]

Plaza y Boulevard Prechistenskii donde los hombres gays de principios de siglo
hacian cruising o el cancaneo.
Un ejemplo de cruising en una calle de Moscú  viene de un registro policial de sodomía en 1888 de un hombre 42 años de edad, Petr Mamaev. Mamaev fue detenido después de una pelea con Nikolai Agapov de 28 años que estaba en estado de ebriedad, en el Boulevard Prechistenskii en la noche del 29 de julio de ese año. Mamaev dijo que había cometido sodomía con Agapov en el boulevard y admitió que había recogido  hombres extraños para este fin en los bulevares de la ciudad en los últimos ocho años. Mamaev fue acusado de pederasta pasivo y Agapov fue dejado en libertad. Petr Mamaev era casado, pero su failia residía en la lejana Ekaterinburg, Mamaev describió sus hábitos sexuales por lo tanto:

“Durante los últimos ocho años he estado cometiendo sodomía con personas diferentes y desconocidas. Salgo a la avenida por la noche, entablar una conversación, y si puedo encontrar un amante, entonces lo hago con él.”[13]

En 1912, el mismo boulevard de Moscú fue el escenario de un encuentro sexual de un joven campesino llamado  Pavel, el muchacho de 17 años de edad, estaba recién llegado de la provincia de Smolensk. Pavel encontró empleo a través de una mujer de su pueblo, que residía en Moscú. Mientras trabajaba como aprendiz en un taller, comenzó a asistir a clases nocturnas para los trabajadores. De vuelta a casa por la noche después de las clases a lo largo de los boulevares de Prechistenskii y de Nikitskii, conoció a otros jóvenes con los que comenzó a tener relaciones sexuales, el joven también frecuentaba los baños públicos, saunas y retretes para mantener relaciones sexuales. Pavel empezó a frecuentar más seguido aquellos lugares donde se prostituía hasta que un día conoció al príncipe Félix Feliksovich Iusupov y tuvieron relaciones sexuales de forma seguida casi todas las noches durante los dos años siguientes. Pavel se unió el servicio del hogar del príncipe como un lacayo, desde entonces Pavel dejo deambular por las calles.  El príncipe Iusupov presuntamente mantuvo otros dos sirvientes masculinos, un cocinero y cochero, como parejas sexuales.[14]

Principe Felix Feliksovich Iusopov
El cambio del siglo XIX al siglo XX  vio una relajación de las leyes, y el correspondiente aumento en la tolerancia y la visibilidad. En 1903, Vladimir Nabokov, el padre del escritor y uno de los fundadores del Partido Demócrata Constitucional, publicó un artículo sobre la situación jurídica de los homosexuales en Rusia en el que sostenía que el Estado no debe interferir en las relaciones sexuales privadas. El período entre las revoluciones de 1905 y 1917 fue la época dorada para los homosexuales rusos. Muchas figuras importantes llevaron abiertamente su homosexualidad, entre ellos varios miembros de la Corte Imperial.

Anna Yevreinova. 
Muchos fueron los personajes famosos y de la nobleza que vivieron libremente su homosexualidad desde finales del siglo XIX hasta la llegada de los revolucionarios o bolcheviques, entre ellos tenemos al autor  y crítico Konstantin Leontiev que era bisexual, y una de las parejas más famosas de finales del siglo XIX mundo de la literatura rusa eran las lesbianas Anna Yevreinova que era abogada, con María Feodorova que era escritora;  otra lesbiana rusa notable p fue la autora de Polixena Soloviova Manaseina que vivía con su pareja Natalia. Otros notables gays de la época incluyen el poeta Alexei Apukhtin,  el editor príncipe Vladimir Mecherski, Sergei Diaghilev, que tuvo un romance con su primo Dmitri Filosofov y, después de la ruptura, con Vaslav Nijinsky.  Mikhail Kuzmin  se convirtió en uno de los primeros de salir del closet al publicar en sus trabajos poéticos y sus novelas su propia homosexualidad, en sus diarios privados ofrecen una visión detallada de una subcultura gay, donde se ven involucrados a los hombres de todas las clases sociales.

Mikhail Kuzmin
Si bien hubo un cierto grado de tolerancia del gobierno, este se extendió a algunos artistas homosexuales o bisexuales e intelectuales, sobre todo si estaban en buenas relaciones con la familia imperial, la opinión pública dominante. El Gran Duque Sergei Alexandrovich Romanov (el hermano menor y su tío, respectivamente, del ruso Alexander III emperadores y Nicolás II) sirvió como el gobernador de Moscú de 1891-1905, fue un homosexual consumado y sus relaciones homosexuales eran ampliamente conocida en Moscú.

No obstante hubieron ciertos “modulo” de la sociedad que estaban bajo la influencia de la Iglesia Ortodoxa Rusa, y opinaban que la homosexualidad era un signo de la corrupción, la decadencia y la inmoralidad. La novela de autor ruso Alexander Amfiteatrov titulado “Pueblo de la década de 1890”, publicada en 1910  refleja el prejuicio con dos personajes gays, claramente decadentes. La novela “Resurrección” de León Tolstoi presenta a un artista ruso, condenado por mantener relaciones sexuales con sus alumnos, pero narra que su sentencia fue indulgente, y también presenta en la misma novela a un activista ruso para los derechos de gays, no obstante Tolstoi los pone como ejemplos de la corrupción generalizada y la inmoralidad en la Rusia zarista.

El Bailarín Nijinsky
Estas representaciones de hombres y mujeres homosexuales en la literatura rusa sugieren que la tolerancia selectiva del gobierno de la homosexualidad no se expresó igualmente a los homosexuales de clases bajas, el gobierno y la familia imperial daba a sus homosexuales de salón todo el apoyo, pero los homosexuales de las clases desposeídas eran por lo general “olvidados” y no se tomaban en cuenta sus derechos. A diferencia de otros países que ya existía una lucha por los derechos de los homosexuales como en Alemania que tuvieron un activo movimiento por sus reivindicaciones sociales.

Así, los homosexuales se dividieron o estaban divididos en dos grandes clases, la primera la de los literatos, intelectuales y artistas que deleitaban a la clase privilegiada y que por lo tanto eran objeto de iguales correspondencias en sus privilegios; y la segunda, aquellos homosexuales reprimidos por las condiciones deplorables de una ciudades inmersas en la pobreza y el hambre, homosexuales que se prostituían para poder sobrevivir en los largos inviernos de la rica San Petersburgo y de la casi roja Moscú, pues se fraguaba en aquel entonces en sus calles una nueva ideología que cambiaría el mundo, muchos homosexuales pobres creerían en ella, pero sólo basto unos pocos años para que se dieran cuenta que ser homosexual en la era de los Soviet era el peor delito que se podía cometer, y empezó una era de cruel y terrible persecución.
Muchacho ruso de principios del siglo XX. 
Por Fèlix Esteves.


[1] http://minimosymaximos.blogspot.com/2012/05/la-rusia-homosexual-primera-parte-de-la.html
[2] Burns, Edward Mc Nall. Western civilizations: their history and their cultura. – New York : W.W. Norton and Company; 1947.—p . 531.
[3] Maroger, Dominique. The Memoirs of Catherine the Great. --  London: Hamish Hamilton; 1955.—p. 193.
[4] http://www.bestreferat.ru/referat-22815.html
[5] http://es.wikipedia.org/wiki/Catalina_II_de_Rusia
[6] Aldrich, Robert. Who is who in Gay and Lesbian History .— London: Routledge: 2001.--  p. 185.
[7] http://el-arbusto-del-pastor.lacoctelera.net/post/2009/04/27/vida-y-realidad-pyotr-ilyich-tchaikovsky
[8] http://es.wikipedia.org/wiki/Homosexualidad_en_Rusia
[9] Burns, Jeffrey. Diary of Moscow merchant Pavel Vasil'evich Medved'ev, 1854-1864.—p. 152.
[10] Ibídem. – p. 157.
[11] Higgs, David. Queer Sites: Gay Urban Histories Since 1600. -- London : Routledge, 1999.--  p. 45.
[12] Ibídem. – p. 46
[13] Ibídem.
[14] Ibídem.—p. 46 y 47.

1 comentario:

  1. Querido Félix:

    Muy bueno y me gustó ese reportaje sobre la homosexualidad en la Rusia Zarista, de verdad me quedé impresionado que hubo cierto grado de tolerancia hacia la homsexualidad hasta la llegada de la Revolución de los bolcheviques del año 1918.

    Muy bueno y me gustó. Un beso para ti


    ¡¡¡¡¡CAPRILES PRESIDENTE!!!!!!!!

    ¡¡¡¡¡¡¡¡LIBERTAD PARA MARIA LOURDES AFIUNI!!!!!!!!!

    100% antichavista y venezolano de corazón

    Manry de Panamá
    Ciudad de Panamá

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