PREAMBULO.
Muchos
niños, y podemos decir ciento millones de ellos, en todo el mundo tienen padres
gais, lesbianas, bisexuales y / o transexuales (LGBT), y conforman familias
homoparentales. Algunos hijos de padres LGBT fueron concebidos en matrimonios o
relaciones heterosexuales. De igual manera muchos de los padres LGBT han
concebido estos hijos y/o los han criado desde el nacimiento, como padres
solteros o bajo la figura (muchas veces no legal) de una relación, otras veces
y bajo la figura legal del matrimonio gay o uniones civiles. Lo último ocurre a
través de la adopción, inseminación alternativa, padres sustitutos o de cuidado
de crianza. En muchos Estados o países en la actualidad tienen leyes de apoyo
para estos padres y grupos de familias homoparentales que van desde la ayuda en
la adopción hasta en la asesoría en la crianza de los hijos.
A
veces la gran parte de la población, educastrada bajo el régimen heterosexista
y de la heteronormativa, se preocupa de
que los niños sean criados por un padre gay, o dentro de familias
homoparentales, y que por lo tanto estos niños necesitarán apoyo emocional
adicional. No obstante muchas investigaciones sociales muestran que los niños
con padres LGBT no difieren de los niños con padres heterosexuales o en núcleos
familiares heteros. Es importante que la
gente, como los padres LGBT y los padres heterosexuales entiendan que es la
calidad de la relación padre/hijo y no la orientación sexual de los padres lo que
tiene un efecto positivo o negativo en un niño.
Las
investigaciones han demostrado que, en contraste con las creencias comunes, los
niños con padres LGBT no son más propensos a ser homosexuales que los niños con
padres heterosexuales; asimismo no son más proclives a ser víctimas de abuso
sexual. De igual manera las investigaciones arrojan que estos niños no manifiestan
las diferencias en si piensan de sí mismos como hombres o mujeres (identidad de
género), y no exponen o muestran las
diferencias en sus comportamientos masculinos y femeninos, es decir el
comportamiento del rol de género.
Sin
embargo, las investigaciones muestran que los niños con padres LGBT están tan
bien adaptados como los niños con padres heterosexuales, pueden enfrentar algunos retos adicionales. Algunas
familias homoparentales sufren discriminación en sus comunidades y los niños
pueden ser molestados o intimidados por el grupo social al cual pertenecen,
como compañeros de aulas.
Los
padres LGBT pueden ayudar a sus hijos a hacer frente a estas presiones; en
primer lugar tienen que preparar a su(s) hijo(s) para manejar preguntas y
comentarios acerca de su procedencia o familia LGBT u homoparental. En el grupo familiar homoparental los padres
deben permitir la comunicación abierta, y mantener informados a los niños de
una manera apropiada a su edad y su
nivel de madurez. Los padres LGBT deben ayudar a su(s) hijo(s) a inventar y
practicar las respuestas apropiadas a las burlas y comentarios malsanos, así
como saber eclipsar o desvalorizar dichas situaciones homofóbicas.
El
grupo familiar LGBT debe estar informado, deben leer libros, visitar sitios web
y ver en familia películas que muestran la verdad o la realidad LGBT, y
discutir o analizar dicha información. Siempre es importante que los padres
LGBT consideren la posibilidad de tener una red de apoyo para su hijo, como por
ejemplo, tener como amigos otros grupos familiares LGBT.
Las
familias homoparentales deben considerar la posibilidad de vivir en una comunidad donde
la diversidad es más aceptada. Los niños de familias homoparentales no son más propensos que los hijos de padres
heterosexuales para desarrollar problemas emocionales o de conducta . Si los
padres LG tienen preguntas o preocupaciones sobre su hijo, debe considerar
una consulta con un profesional de salud mental calificado. Y por último, los
padres LG, deben entender que su(s) hijos(s), como todos los niños , tendrán
tiempos buenos y malos, y que lo importante es que estén con ellos en esos
momentos y hacerles saber que son amados.
La
siguiente investigación recoge datos que favorecen a la comunidad homoparental y los padres gais y
madres lesbianas. Desgraciadamente las investigaciones en el campo de los
transgénero como padre ha sido poco explorada y es casi inexistente la bibliografía.
Por lo tanto se nombraran en el marco teórico aquellos documentos relacionados únicamente
con la paternidad LG (Padres Lesbianas y Gais). Al final se deja una no muy
extensa Hemerobiografía de las valientes investigaciones sobre el tema tratado.
PATERNIDAD LG
Históricamente
tres preocupaciones se han asociado a la toma de decisiones judiciales en los
litigios de custodia y las políticas públicas que rigen el cuidado de crianza y
adopción: la creencia de que las personas LG son enfermos mentales, que las
lesbianas son menos materna que las mujeres heterosexuales, y que las
relaciones de parejas LG dejan poco tiempo para la interacción padre-hijo.
La Salud Mental del Grupo LG
Los
profesionales psiquiátricos, psicológicos y sociales no consideran que la
orientación LGBT como un trastorno mental. Hace muchos años, la Asociación
Americana de Psiquiatría eliminó la homosexualidad de su lista de trastornos mentales, afirmando en
1974 que la homosexualidad per se no implica impedimento en el juicio, la
estabilidad, confiabilidad, o las capacidades sociales o vocacionales generales.
En 1975, la Asociación Americana de Psicología tomó la misma posición y exhortó
a todos los profesionales de la salud mental para ayudar a disipar el estigma
de la enfermedad mental que siempre se había asociado con la orientación
homosexual. Y en 1994 la Asociación Nacional de Trabajadores Sociales de
Estados Unidos asumió una política similar.
Asimismo,
en mayo del 2013 en la nueva edición revisada del Manual de Diagnóstico y
Estadísticas de Enfermedades Mentales de la Asociación Americana de
Psiquiatría, elimina el Trastorno de Identidad de Género de la categoría de
enfermedades mentales, es decir que los transexuales ya no son enfermos
mentales. El manual solo conserva la “disforia de género”, o la angustia que
sufre la persona que no está identificada con su sexo masculino o femenino.
La
decisión de eliminar la orientación LG de la lista de trastornos mentales
refleja una extensa investigación llevada a cabo durante más de treinta años
que demuestran que la orientación LG no es un desajuste psicológico. No
existe evidencia confiable de que la orientación LG per se perjudica el
funcionamiento psicológico, lo que sí se sabe muy bien y de lleno es que las
circunstancias sociales entre otras en las que las personas LG viven,
incluida la exposición a los prejuicios y la discriminación, a menudo provocan
un malestar y stress en las personas
LG.
Los Miembros LG como Padres.
Las
creencias que los adultos LG no se ajustan a los requerimientos de la
paternidad del mismo modo que las personas heterosexuales no tienen fundamento
empírico. No se han encontrado que los padres LG difieran notablemente, ya
sea en su salud mental en general o en sus aproximaciones a la crianza del
niño. Las investigaciones sobre padres LG asimismo sugieren que es probable
que se divida el trabajo involucrado en el cuidado de niños de manera
relativamente uniforme y que son felices con sus relaciones de pareja.
Los
resultados de algunos estudios sugieren que pueden ser superiores en las
habilidades de crianza a los de las parejas heterosexuales emparejados madres
lesbianas y padres gais. Por ejemplo, la investigación de Flaks , Fischer ,
Masterpasqua , y Joseph en 1995 titulada “Lesbianas
que eligen la maternidad: Un estudio comparativo de madres lesbianas y
heterosexuales y sus hijos. Psicología del Desarrollo”, donde se compararon
15 parejas de lesbianas con hijos de 3 a 9 años con 15 parejas heterosexuales
con hijos igualmente de 3 a 9 años, informaron que las habilidades de conciencia
para padres de parejas lesbianas eran más fuertes que los de las parejas
heterosexuales. Esto se atribuyó a una mayor conciencia de la crianza de las
madres no biológicas lesbianas que entre los padres heterosexuales.
En
un estudio de 1997 realizado por Brewaeys, Ponjaert, Van Hall, y Golombok, “Inseminación: El desarrollo infantil y el
funcionamiento familiar en familias de madres lesbianas”, informaron
asimismo patrones más favorables de la interacción padre-hijo entre lesbianas
en comparación con los padres heterosexuales. Un estudio más reciente,
2002, “Baby Boom: Psicología de la paternidad gay” realizada por Suzanne Johnson y Elizabeth O'Connor, ambas
especialistas en Psicología del Desarrollo, donde se monitoreo
a 256 familias gais y lesbianas,
encontró que, en contraste con los patrones que caracterizan a la mayoría de
los padres norteamericanos heterosexuales, muy pocos padres de gays y lesbianas
reportaron cualquier uso del castigo físico como una técnica disciplinaria,
sino que eran propensos a usar técnicas
positivas tales como el razonamiento.
La
mayoría de las investigaciones realizadas hasta ahora no han encontrado razones
para creer que las madres lesbianas, o padres gays no son aptos, por el
contrario, los resultados de las investigaciones sugieren que los padres gays y
lesbianas son más propensos que los padres heterosexuales de proporcionar
ambientes de apoyo en el hogar para los niños.
Opiniones Encontradas.
Muchos heterosexuales han expresado
tres grandes temores acerca de la influencia de los padres LGBT sobre sus niños.
El primero de estos temores es que el desarrollo de la identidad sexual se verá
perjudicado en los hijos de madres lesbianas y gais. Por ejemplo, una de esas
preocupaciones es que los niños criados por madres lesbianas o padres gais
muestran o mostraran alteraciones en la
identidad de género y / o en el comportamiento de rol de género. También se ha
sugerido que los niños criados por madres lesbianas o padres gays sean a su vez
lesbianas o gais. Una segunda categoría de problemas se refiere a los aspectos
de desarrollo personal de los niños que no sea la identidad sexual, como por ejemplo,
los fundamentalistas del heterosexismo han expresado su temor de que los niños
con padres gays o lesbianas serán más vulnerables
a la crisis nerviosa, presentan a su vez más dificultades de adaptación y
problemas de conducta, y será menos sanos psicológicamente que los otros niños
criados por heterosexuales.
Una tercera categoría de temores
específicos expresados por la heteronormativa es que los hijos de padres gais y
lesbianas pueden experimentar dificultades en las relaciones sociales. Por
ejemplo, algunos jueces de familia han expresado reiteradamente su preocupación
de que los niños que viven con madres lesbianas o padres gais pueden ser
estigmatizados, objeto de burlas, o ser victimizados por sus compañeros. Otro temor común es que los niños que viven
con padres homosexuales o lesbianas pueden ser más propensos a ser víctimas de
abuso sexual por estos padres y madres o por amigos o conocidos de los padres.
Identidad Sexual.
En las diferentes investigaciones
realizadas sobre el papel de los miembros LG como padres se han considerado tres
aspectos de la identidad sexual; en primer lugar tenemos la identidad de
género, que es la auto-identificación de una persona como varón o hembra; en
segundo tenemos el comportamiento del rol de género, que se refiere al grado en
que las actividades de una persona , ocupaciones, y similares son considerados
por la cultura como masculino, femenino, o ambos; y para terminar la
orientación sexual, que se refiere a la elección de parejas sexuales, que
pueden ser homosexual , heterosexual o bisexual
de una persona.
Identidad de Género. En estudios realizados en niños de
edades comprendidas entre 5 a 14, los resultados de las pruebas proyectivas y
procedimientos de entrevistas relacionadas han puesto de manifiesto que el
desarrollo de la identidad de género entre los niños de madres lesbianas sigue
el patrón esperado. Y en investigaciones más profundas donde las técnicas de
evaluación fueron más directas para evaluar la identidad de género los
resultados han sido los mismos: todos los niños de estos estudios informaron de
que estaban contentos con su género y que no tenían ningún deseo de ser miembro
del sexo opuesto. El problema está es que estas investigaciones hasta ahora
solo se han realizado con niños con madres lesbianas y no existe datos en el área
de niños con padres gais.
Comportamiento del rol de género. Un número de estudios han reportado
que el comportamiento del rol de género entre los niños de madres lesbianas se
cayó dentro de los límites típicos de los roles sexuales tradicionales. Por
ejemplo, encontraron diferencias entre los hijos de lesbianas frente a madres
heterosexuales en las preferencias de juguetes, actividades, intereses y
opciones ocupacionales.
En la investigación realizada por R.
L. Rees de 1979 “Una comparación de los hijos de madres lesbianas y heterosexuales
solteras en tres medidas de socialización”, donde se administró el Inventario Bem Sex
Role (BSRI) a 24 adolescentes, la mitad de los cuales pertenecían a madres
lesbianas divorciadas y la otra a madres heterosexuales igualmente divorcias,
la prueba BSRI arrojó que los hijos de madres lesbianas y heterosexuales no
difirieron en la masculinidad o la androginia, pero los niños de madres
lesbianas reportaron mayor feminidad psicológica que aquellos de madres heterosexuales
. Este resultado parece ir en contra de las expectativas basadas en
estereotipos de las lesbianas como carente de la feminidad, tanto en su propio
comportamiento y en sus posibles influencias sobre los niños.
La prueba Bem Sex Role fue construido
por la defensora de la androginia, Sandra Bem. El BSRI es una de las medidas de
género más ampliamente utilizadas. Y se basa en las respuestas de un individuo
a los elementos de la BSRI, que se clasifican cuatro orientaciones de rol de
género: masculino, femenino, andrógino o indiferenciado.
En “Las madres lesbianas y sus hijos: una comparación con los padres y
madres heterosexuales en solitario y sus hijos” realizada por Green y
Mandel en 1986 el comportamiento del rol
de género de los niños no hubo diferencias entre los 56 hijos de lesbianas y
los 48 hijos de madres heterosexuales, por ejemplo no fueron encontradas
diferencias con respecto a los programas favoritos de televisión, personajes de
televisión favoritos, o juegos favoritos o juguetes.
Hubo alguna indicación en las
entrevistas con los propios niños que los hijos de madres lesbianas tenían
menos preferencias sexuales para las actividades en la escuela y en sus barrios
que lo hicieron los hijos de madres heterosexuales. De acuerdo con este
resultado, las madres lesbianas también eran más propensas que las madres
heterosexuales a informar que a sus hijas a menudo participaron en juegos más
activos o de acción (generalmente más propenso en niños varones) o que ocasionalmente jugaban con juguetes “masculinos”,
como camiones o armas de fuego , pero no informaron diferencias en estas áreas
con los hijos varones . Las madres lesbianas no eran menos propensas que las
madres heterosexuales al informar que a menudo sus hijos juegan con los
juguetes “femeninos” como las muñecas. En ambos tipos de familia, sin embargo,
el comportamiento del rol sexual de los niños era visto como que cae dentro del
rango esperado .
Más recientemente , en la ya citado
trabajo de Brewaeys y sus colegas de 1997, se evaluaron el comportamiento del
rol de género entre 30 niños de 4 a 8 años de edad que habían sido concebidos
por inseminación artificial por parte de parejas de lesbianas, y en comparación
con el de 30 niños de la misma edad que había sido concebido mediante
inseminación artificial por parte de parejas heterosexuales, y de 30 niños de
la misma edad que habían sido concebidos de forma natural por parejas
heterosexuales. Utilizaron el Inventario actividades preescolares de Golombok y Rust, (1993) , un cuestionario de
informe materno diseñado para identifica el comportamiento “masculino” y “femenino”
entre los niños y niñas, no encontrando diferencias significativas entre los
hijos de lesbianas y los hijos de padres heterosexuales sobre las preferencias de
los juguetes de género , juegos y actividades.
En resumen, todas las
investigaciones sugieren que los niños de madres lesbianas desarrollan patrones
de comportamiento del rol de género que son muy parecidas a las de otros niños.
No se dispone de datos sobre el comportamiento del rol de género para los niños
de padres gais.
Orientación Sexual. Varios investigadores han estudiado
también un tercer componente de la identidad sexual: orientación sexual
como Bailey, Bobrow, Wolfe, y Mickach en 1995; Bozett en diferentes años como en
1980, 1987, 1989; Gottman en 1990; Golombok y Tasker en 1996; Green, 1978; Huggins, 1989; Miller,
1979; Paul en 1986; Rees en 1979; Tasker y Golombok en 1997. En todos los estudios la gran
mayoría de los hijos de madres lesbianas y padres gais se describieron a sí
mismos como heterosexuales. En conjunto, los datos no sugieren tasas elevadas
de la homosexualidad entre los hijos de padres gais o lesbianas. Por ejemplo,
Huggins en 1989 entrevistó a 36 adolescentes, la mitad de ellos tenían madres
lesbianas y la mitad de los cuales tenían madres heterosexuales, y ninguno de
los hijos de las madres lesbianas se identificó como gay o lesbiana , pero un
niño de una madre heterosexual si lo hizo; esta diferencia no fue
estadísticamente significativa. En otro estudio, Bailey y sus colegas de 1995 estudiaron
los hijos adultos de padres gais y encontraron que más del 90 % de los hijos
dijo ser heterosexual.
Golombok y Tasker, tanto en 1996 y
1997, estudiaron a 25 adultos jóvenes criados por madres lesbianas divorciadas
y 21 adultos jóvenes criados por madres heterosexuales divorciadas. Se informó
de que los hijos de madres lesbianas no eran más propensos que los de madres
heterosexuales para describir a sí mismos como sentimiento atraído a las
parejas sexuales del mismo sexo. Si ellos fueron atraídos de esta manera, sin
embargo, los adultos jóvenes con madres lesbianas eran más propensos a reportar
que considerarían entrar en una relación sexual entre personas del mismo sexo,
y que tenían más probabilidades de haber participado realmente en esa relación.
Estos resultados se basan en una muestra pequeña, y deben ser interpretados con
cautela. Al mismo tiempo, el estudio es el primero en seguir hijos de madres
lesbianas divorciadas en la edad adulta, y que ofrece un examen detallado y
minucioso de cuestiones importantes.
Otros Aspectos del Desarrollo Personal.
Los estudios de otros aspectos del
desarrollo personal entre los hijos de padres gays y lesbianas han evaluado una
amplia gama de características, como pueden ser la separación-individuación, evaluaciones
psiquiátricas, problemas de conducta, personalidad, auto-concepto o concepto de
si mismo, el locus de control o control interno-externo, juicio moral, adaptación escolar y la inteligencia.
Las investigaciones sugieren que las preocupaciones sobre las dificultades en
estas áreas entre los niños de madres lesbianas son injustificadas. Como fue el
caso de la identidad sexual, los estudios sobre estos aspectos del desarrollo
personal han puesto de manifiesto grandes diferencias entre los hijos de
lesbianas contra madres heterosexuales.
Una diferencia estadísticamente
significativa en el concepto de sí mismo surgió en el estudio de Patterson “Las
familias de los baby boom lésbico: la división del trabajo de los padres y la
adaptación de los niños” en 1994: Los niños de madres lesbianas reportaron
mayores síntomas de estrés, pero al mismo
tiempo una mayor sensación general de bienestar con respecto a lo que
hicieron o sintieron los niños en el grupo de comparación, pero estos resultados
aún no se ha replicado. En general, la creencia de que los hijos de padres gais
y lesbianas sufren déficits en el desarrollo personal no tiene ningún
fundamento empírico.
Relaciones Sociales.
Los estudios que evalúan las
posibles diferencias entre los hijos de padres gais y lesbianas, por un lado, y
los hijos de padres heterosexuales, por otro, a veces han incluido evaluaciones
de las relaciones sociales de los niños. El enfoque más común de la atención ha
estado en relaciones con los compañeros, pero un poco de información acerca de
las relaciones de los niños con los adultos también se ha recogido. En este
sentido las relaciones de niño a niño, sean de padres gais o lesbianas no varía
a los de los niños de padres heterosexuales.
Y la calidad de las relaciones con los compañeros de los niños fue
descrito, en promedio, en términos positivos por los investigadores. Aunque
algunos niños de padres gais y lesbianas han descrito tener encuentros con
comentarios homofóbicos con sus pares. Por otra parte, no se mostraron
diferencias en las relaciones románticas de estos jóvenes con sus parejas, y no
se encontraron relación con la orientación sexual de las madres lesbianas. No
hay datos contundentes sobre los hijos de padres gais ya que no han sido
reportados en esta área, o los pocos datos existentes no son de muestras
relevantes.
Por lo general la vida social de los
niños de madres lesbianas y gais con los adultos no difieren de los niños de
padres heterosexuales, por ejemplo , las relaciones entre adolescentes
con sus padres se han descrito como igual de cálida y atenta, sin importar si
los padres tienen las parejas del mismo o de distinto sexo. Golombok y sus
colegas (1983) encontraron que los niños de madres lesbianas divorciadas tenían
más probabilidades de haber tenido contacto reciente con sus padres que eran
hijos de madres heterosexuales divorciadas. Otro estudio, sin embargo, no
encontró diferencias en este sentido Kirkpatrick en 1981. Harris y Turner (1985 /86) estudiaron
a los hijos de padres gais, así como las de las madres lesbianas, e informó de
que las relaciones entre padres e hijos se describieron en términos positivos.
Una diferencia significativa fue que los padres heterosexuales tenían más probabilidades
que los padres gais y lesbianas en decir que las visitas de sus hijos con el
otro progenitor presentan problemas para ellos (Harris & Turner, 1985/ 86).
Otra diferencia significativa fue que los jóvenes de madres lesbianas divorciadas
describieron sentirse más cómodos al comunicarse más abiertamente con sus
madres y con las parejas actuales de sus madres, que los hijos adolescentes de
padres heterosexuales divorciadas (Tasker y Golombo , 1997).
Abuso Sexual.
Las preocupaciones de que los hijos
de padres gais o lesbianas tienen más probabilidades que los niños de padres
heterosexuales a ser víctimas de abuso sexual también se han abordado. Los
resultados en este campo revelan que la gran mayoría de los adultos que cometen
abusos sexuales son hombres, el abuso sexual de niños por mujeres adultas es
extremadamente rara (Finkelhor y Russell, 1984; Jones & McFarlane, 1980;
Sarafino, 1979). Por otra parte, la inmensa mayoría de los casos de abuso
sexual infantil implica un varón adulto abusando de una niña o adolescente
(Jenny , Roesler, y Poyer, 1994; Jones y McFarlane, 1980). La evidencia
disponible muestra que los hombres homosexuales no son más propensos que los
hombres heterosexuales a perpetrar el abuso sexual infantil (Groth y Birnbaum,
1978; Jenny, 1994; Sarafino, 1979).
Hay pocos informes publicados
relevantes para la cuestión de los abusos sexuales de niños que viven en la
custodia de los padres gays o lesbianas. Un estudio reciente, sin embargo,
demostro que ninguna de las madres lesbianas que participaron en un estudio
longitudinal había abusado de sus hijos (Gartrell, 2005). Los temores de que
los niños de la custodia de los padres gais o lesbianas podrían estar en mayor
riesgo de abuso sexual son sin base en la literatura de investigación.
CONCLUSIÓN
Los resultados de las
investigaciones hasta la fecha sugiere que los hijos de padres gais y lesbianas
no difieren de los niños heterosexuales, y que la vida familiar y social de los
niños y adolescentes con padres gais y lesbianas parecen seguir el mismo rumbo,
tal vez en algunos casos difieren por el entorno homofóbico en que algunos de
los hijos de los padres gais y lesbianas viven o se manejan, pero en datos o
estadísticas esta es muy pequeña. No obstante, se ha comprobado que la salud
psicosocial de los hijos de padres gais y madres lesbianas es tan normal como
la de cualquier niño y adolecentes de padres heterosexuales. Los temores sobre
los hijos de lesbianas y gais siendo abusado sexualmente por adultos,
condenados al ostracismo por sus compañeros, o aislados en comunidades de lesbianas o gais son en
realidad un mito, y los padres gais y madres lesbianas han recibido el apoyo de
los resultados de la investigaciones existentes.
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Excelente articulo. Saludos desde la Ciudad de Panamá.
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