Quiero descansar en tu bosque tupido
tu tallo abrazaré hasta que me de sombra
y tu glande como luna roja
velará mis últimos placeres nocturnos
Deseo morir finalmente electrizado
y por dentro ser enteramente estremecido
extrememos este final deseo
hasta convertirlo en locura y en delirio.
No descansare hasta quedar cegado
y moribundamente feliz sobre tu cuerpo
que tu nombre quede en mis labios atrapado
mientras consumo tu salvia entre mis muslos.
Lleguemos a los extremos de sólo amarnos
sólo por ese último deseo de hedonismo.
Y moriremos corriéndonos al unísono
en este Edén que construimos desde el infierno.
Por Félix Esteves
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