Alberto García-Alix (León, 1956) es un reconocido fotógrafo español, fue uno de los emblemas de la llamada "Movida Madrileña". En su obra fotográfica emplea una vigorosa iconografía que nos traslada al lado más duro y perverso de la sociedad, combinándolo con su incontrovertible e irrebatible genio artístico.
Su trabajo recorre diversos países y es admirada en publicaciones como Vogue, British Journal of Photography o Vanity Fair. Destacan en particular sus retratos en blanco y negro, con series dedicadas a las motos, los presos, las estrellas del porno, toxicómanos y tatuados. Alberto García-Alix define su labor en el retrato como un enfrentamiento, un cara a cara con sus protagonistas, donde sus retratados son presentados sin pudor, sin cortinas embellecedoras, en todo caso puede haber una sobreactuación que intensifica la realidad sin distorsionarla. Su obra artística está plena de una fuerza expresiva y una eficacia gráfica y fotográfica indudable.
La fotografía de Alberto García-Alix es valiente al enmarcarse en una sociedad tan tradicional y religiosa como la española, sus fotos se convierten así en una crónica o en la confesión de una sociedad que esconde sus “otros paraísos” o sus “apetecibles infiernos”. Mirar la obra de García-Alix provoca en cierta manera un morbo y una curiosidad extrema por conocer el underground o por tocar desde afuera ese mundo que parece del “más allá”.
Alberto García-Alix se ha dedicado durante toda su carrera a la fotografía en blanco y negro, y el campo del documento social y personal, desde sus largas estancias en Francia y China de los años 2007 y 2008, ha hecho una prodigiosa y portentosa incursión en el video para documentar sus imágenes acompañadas de su voz y sus propios textos.
La obra de este singular mago del lente es como un espejo en que se ven reflejadas nuestros más bajos instintos (a veces terribles y odiados, otras veces gigantes y amados), la muerte, la soledad, el miedo, y la incertidumbre que rodea y atrapa nuestra propia existencia y las de los personajes que él retrata.
García-Alix retrata con sinceridad la “otra” sociedad española, y al mismo tiempo de una forma autobiográfica esputa imágenes de una intimidad única que desafía los convencionalismos. Alberto García-Alix desnuda y se desnuda, se abre y abre las puertas del infierno o lo que sería para muchos el prohibido paraíso.
Por Félix Esteves
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