LA MUERTE DE OSAMA BIN LADEN: ¿La llegada de la Paz?

Osama Bin Laden

Osama Bin Laden, quien fue asesinado en Pakistán el día de ayer,  domingo primero de mayo, era un hijo de la élite saudí, y cuya campaña radical violenta se convirtió en la amenaza más grande del terrorismo para el siglo XXI. Con los ataques contra el World Trade Center y el Pentágono el 11 de septiembre de 2001, Bin Laden fue elevado al reino del mal en el imaginario estadounidense, hecho que solo había sido  reservado para los dictadores como Hitler y Stalin. Osama Bin Laden era un nuevo enemigo nacional, y él se  regodeaba en cintas de vídeo, burlándose de los Estados Unidos y la civilización occidental.

El terrorista se convirtió en el hombre más buscado por Occidente desde ese 11 de septiembre y por todo el mundo existían carteles al más puro cine western “Se busca: Muerto o Vivo”. A Estados Unidos le costo una década de búsqueda, ayer en Pakistán en un enfrentamiento con las fuerzas estadounidense cayó Bin Laden en un complejo urbanístico donde se escondía según la prensa y las autoridades norteamericanas.

El World Trade Center  el 11 de Septiembre

Bin Laden se había convertido en un héroe en el mundo islámico radical, la CIA lo llegó a llamar “La Estrella del Norte” y así el hombre héroe se convirtió en un mito del terrorismo global y se unieron a él diferentes grupos militantes, desde Egipto a Chechenia, desde Filipinas a Yemen, bajo la bandera de Al Qaeda y su ideal de una fraternidad sin fronteras del Islam radical.

El terrorismo antes de Bin Laden a menudo era patrocinado por el Estado o contra el Estado, pero Bin Laden era un terrorista que patrocinaba un Estado. Durante cinco años, entre 1996 y 2001, él pago por la protección de los talibanes, entonces los gobernantes de Afganistán, el compro así la libertad y el tiempo para hacer de Al Qaeda un Estado empresa multinacional para exportar el terror alrededor del mundo.

Durante años, después de los ataques del 11 de septiembre del 2011, el nombre de Al Qaeda y la fama de Bin Laden se extendió como una plaga del siglo XXI. Empezaron a surgir grupos que actuaban en nombre de Al Qaeda o que eran patrocinados por Bin Laden que no sólo atacaron a las bases norteamericanas, sino que también atacaron y bombardearon centros de interés turístico por todo globo terráqueo como es el caso de Bali, los trenes del metro de Madrid y los atentados en Londres entre otros muchos, y que generalmente estaban destinados a hacer daño a la sociedad civil internacional.

Atentado de Al Qaeda en Bali

En la actualidad, y a pesar que ya no existe su principal líder (Osama Bin Laden), el alcance exacto del poder de Al Qaeda sigue siendo desconocido, no sabemos en ciencia cierta cuántos miembros en verdad cuenta esta empresa-estado y con cuántas células hay y en que países ciertamente están, o cuales son sus armas.

Osama Bin Laden libró una guerra santa con métodos modernos. Enviaba fatwas o decretos religiosos por faz y declaró la guerra a los estados Unidos por correo electrónico emitido por todo el mundo vía satélite. Al Qaeda demostró tener la misma tecnología de comunicación que los americanos y arremetió contra la globalización utilizando las mismas técnicas de la globalización para perjudicar al mundo globalizado. Bin Laden construyo su reputación sobre su experiencia de combate contra las tropas soviéticas en Afganistán en la década de 1980, aunque algunos partidarios niegan que el haya luchado en realidad durante esa época. Y aunque el afirmó que el sigue la forma más pura del Islam, muchos estudiosos insisten que Bin Laden pasa por alto los edictos de la fe islámica cuando se mata a inocentes y civiles.

El terrorista islámico acusaba a Estados Unidos de aplicar la ley del embudo, cuando declaro en una entrevista realizada por CNN en 1997 donde decía: “Se quiere ocupar de nuestros países, robar nuestros recursos”… “y quiere que nos pongamos a sus pies.” … “nos negamos a ello y por eso nos llaman terroristas. Cuando los niños palestinos arrojan piedras contra la ocupación israelí, los Estados Unidos los acusan de terroristas. Pero, cuando Israel atacó el edificio de las Naciones Unidas en el Líbano, que estaba lleno de mujeres y niños, los Americanos no condenaron a Israel. Condenan a cualquier musulmán que pide que se respeten sus derechos, pero reciben al líder del IRA en la Casa Blanca como un líder político. Donde veamos, los Estados Unidos es el líder del terrorismo y de la delincuencia en el mundo.”

Madrid el 11 de Marzo del 2004, los Yihadistas
apoyados por Bin Laden atacan varias paradas
o estaciones del metro de la capital española.

Quizás en cierta forma Estados Unidos ha aplicado la “Ley del embudo” en muchos casos, tal como afirmó Bin Laden, pero nunca llego a formas tan criminales, tal vez algunos me digan o me  recuerden  Hiroshima y Nagasaki, es cierto, la bomba atómica mató a centenares de miles de civiles, pero también terminó con una guerra que llevaba ya seis años donde murieron millones de inocentes por la ambición de los líderes del eje. Si me ponen a escoger, mi lealtad está hacia occidente y los principios básicos de la libertad y el respecto de los derechos humanos que siempre se han inculcado en esta parte del mundo.

Bin Laden nunca respecto esos derechos, ni lo de sus enemigos ni de los derechos de sus compatriotas, y llevaba ya más de veinte años sembrando el terrorismo por todo el mundo. Su muerte no me llena de alegría, porque creo que ninguna muerte esta justificada, sea cual sea el delito, pero creo que a partir de dicha muerte las cosas pueden mejorar no sólo para la paz tan deseada. No obstante me queda cierto temor al pensar en las palabras del temible terrorista cuando dijo en una oportunidad que su gran esperanza era que si moría en manos de sus enemigos los americanos, el mundo musulmán se alzaría y derrotaría la nación que lo había matado.

El 7 de julio del 2005 en Londres, Al Qaeda y su mano negra 

La cuestión está, que pasará ahora con Al Qaeda y todas sus células, sus seguidores alrededor de todo el mundo... Ojalá hayan muerto sus sueños radicales y deseos de venganza junto con el hombre que se convirtió en el enemigo número uno no sólo de Occidente, sino también de los musulmanes que piden por la paz y sus derechos de una forma justa y pacífica. Bin Laden y su equívoca filosofía no solamente era enemigo del gobierno norteamericano, era un terrorista cruel, sangriento y hostil a  todo lo que se puede llamar humanidad.