Una pequeña presentación

Los Mínimos y Máximos de Félix Esteves es una casa, un hogar, construido con amor, esfuerzo, dedicación y hasta con aburrimiento. Tiene muchas puertas donde todos pueden entrar. Tiene muchas habitaciones, donde de seguro en algunas podrás sentirte cómodo, y en otras, tal vez contrariado y hasta… por qué no… molesto. Sin embargo su propósito no es agradar ni molestar, no es ganar amigos ni enemigos… de todas maneras ambos son bienvenidos; su fin es mostrar y demostrar lo variopinto de una mirada, la pluralidad de una cosmogonía a través de mi “micromundo”, de lo exterior visto y sentido desde mi interioridad… es un grito contra la discriminación, es un arrullo de amor a la diversidad, es mi tarjeta de presentación como ser humano, como hombre, como gay y miembro de la comunidad LGBT... tal vez es algo más… no lo sé… aún lo estoy averiguando.

Félix Esteves

Amigos de Los Mínimos y Máximos

domingo, 7 de junio de 2009

NUESTRO HOLOCAUSTO

Erwin Schimitzek. Joven deportado y asesinado durante el Holocausto
solo por ser homosexual.
Ya han pasado sesenta y cuatro años de la liberación de Auschwitz y aún no se sabe a ciencia cierta la cantidad de los asesinados en los campos de exterminio o de concentración nazi, se ha llegado hablar solamente de más de un millón trescientos mil [1]asesinados en Auschwitz donde las victimas no solo eran los judíos, sino también Gitanos, Testigos de Jehová, Musulmanes, Socialistas y Homosexuales entre otros. Pero es en el año 2000 que se reconoce verdaderamente nuestro holocausto primeramente por el gobierno francés en abril y en noviembre de ese mismo año en Alemania cuando el Estado o gobierno alemán pidió disculpas por la persecución, tortura, deportaciones y homicidios de la población gay y lesbiana durante la dictadura nazi.

Símbolos para clasificar a los "antisociales" durante el régimen Nazi: Judíos,
Testigos de Jehová, Homosexuales, Políticos, entre otros muchos. El triangulo
rosa estaba destinado a los gays.
Cuando Adolfo Hitler llega al poder en el año 1933 se empieza a maquinar el exterminio a todos aquellos que se oponían al régimen y a todas aquellas personas que supuestamente eran los culpables de la decadencia alemana y en octubre de ese año la Gestapo creó un cuartel general para combatir la homosexualidad alegando que eran “socialmente aberrantes” y “anti-alemanes” porque supuestamente mermaban al país de hijos y por tanto de la persistencia, estabilidad y supervivencia de la raza aria. A partir de entonces empieza el horror de los homosexuales que son torturados y asesinados en los diferentes campos de concentración. Al principio eran llevados a los campos y se les colocaba un punto negro o se les colocaba el número 175 que era el artículo que pertenecía al código penal alemán donde se penaba el acto homosexual y que fue creado el 15 de mayo de 1871 y que estuvo vigente hasta 1994 con la unión de las legislaciones de las dos Alemanias. Más tarde se utilizaría el símbolo del triangulo rosado invertido como distintivo para los gays y lesbianas.

Durante esos largos años (1934-1945) nuestra población fue sometida a las más aberrantes situaciones, torturas y experimentaciones. Entre los más terribles experimentos cometidos era la castración manual, la castración por medio de radiación, la aplicación del virus de la hepatitis, el congelamiento, y la alimentación únicamente con agua de mar. Después de la liberación los pocos sobrevienes fueron olvidados y durante el famoso juicio de Núremberg no fueron considerados como víctima de los nazis.

Todavía hay países donde se estipula en sus legislaciones el castigo al homosexual hasta con pena de muerte como es el caso de muchos países musulmanes:


“La homosexualidad es ilegal en 26 países musulmanes, y es castigada con penas que van desde años de prisión, pasando por castigos físicos como latigazos y llegando hasta la pena de muerte. De hecho los 7 países del mundo que castigan la homosexualidad con la muerte son todos islámicos.”[2]

Pero lo que es peor aún, es que en los países desarrollados y en naciones en vías de desarrollo donde supuestamente no existen leyes discriminatorias contra nuestra población, es el mismo colectivo que segrega a los homosexuales y vemos en los diarios, televisión y también por internet que cada vez se cometen asesinatos solo por el hecho de amar y ser amado por la personas del mismo sexo. En Alemania solamente en el 2008 el monumento dedicado a la población gay exterminada durante el Holocausto fue profanada dos veces, rompiendo los cristales; y esto no es nada con los muchos asesinatos que se comenten a diario en muchos países contra la población GLBT.

Monumento en la ciudad de Berlín dedicado a las victimas gays del Holocausto.
Por la ventanilla se puede ver la imagen de dos chicos besándose. Este monumento
como muchos dedicados a la población GLBT ha sido motivo de ataque de ciertos
grupos pro-nazis y de personas intolerantes.
Nuestro holocausto está ahí, cada vez que despiden de su trabajo al muchacho y a la joven por ser gay y lesbiana, o cuando se niega la entrada a un lugar a una persona solo por el hecho de presentar su diferencia de genero, cada vez que gritan "Maricón" cuando un jugador de fútbol que decidió salir del closet entra al campo a jugar, cuando leemos en la prensa que mataron a un hombre por ser homosexual, cada vez que vemos que la policía únicamente para a unos jóvenes por ser gays y los humillan delante de todo el mundo... pero también persiste la sombra del holocausto cada vez que nos escondemos, cuando negamos nuestro estilo de vida porque aun existe el miedo de no encajar en un mundo donde desgraciadamente parece que el amor es un delito.


Fuentes:
Por Félix Esteves

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