Uno de cada cinco habitantes del mundo padece hambre crónica, situación que afecta a más de 800 millones de personas en África, Asia y América Latina. La FAO, organismo responsable de los problemas de la alimentación y la agricultura en el mundo, estima que la proporción de población que sufre de desnutrición ha disminuido en los 25 años, pero el número absoluto de desnutrición ha aumentado. Además, en estos últimos años la tasa de mortalidad infantil ha descendido de forma vertiginosa en los países desarrollados, pero no así en los países en vías de desarrollo o subdesarrollados. Por ejemplo en el continente africano se ha incrementado el numero de menores de un año y preescolar que mueren anualmente. Asimismo la malnutrición materna genera niños con muy bajo peso que más tarde aumenta la lista de mortalidad infantil en África. El hambre y la desnutrición afectan a cerca de 53 millones (10 por ciento) de personas de América Latina y el Caribe. Casi 9 millones (16 por ciento) de niñas y niños menores de cinco años padecen desnutrición crónica o retardo en talla. Además de los 9 millones de niños desnutridos, se estima que hay 9 millones adicionales que están en riesgo de desnutrirse.
Sin embargo vemos como muchas veces en los países industrializados se generan grandes excedentes de alimentos que muchas veces se destruyen para controlar los precios. Asimismo, muchos países y allí incluyo a Venezuela, los gobiernos aumentan cada vez más los presupuestos para la compra de armamentos de guerra y no para el desarrollo de la agricultura o la educación. La desnutrición en Venezuela afecta a un 25% de la población infantil en edad escolar y a un 11% de los habitantes en general, que son más de 24 millones de personas. Es muy triste que en Venezuela, un país donde en su fértil tierra germina casi todo lo que cae en ella, los que germinan son inoperantes políticos y gobernantes de lujo pendientes más de gastar el dinero de nuestro petróleo en viajes innecesarios, avioncitos, pistolitas y por supuesto en una Hummer que en crear políticas eficaces en el desarrollo agrícola del país, pero lo peor de todo es que si en verdad las crearan lo más seguro es que nunca las ejecuten, porque pareciera que tener un pueblo hambriento y sin educación es lo más conveniente para los gobiernos autocráticos y tiránicos.
Por Félix Esteves
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