¿La modernidad u occidentalización?
Para la mayoría de los chinos del
siglo XIX la Modernidad fue sinónimo de Occidentalización. Estos cambios
históricos que tuvieron sus mayores consecuencias a finales del siglo XIX y
principios del XX en la tierra de Confucio hicieron pensar a muchos intelectuales
chinos, que discernieron sobre su forma de vida, su cultura y sus costumbres y
el papel que estas jugaron en las derrotas del pueblo chino frente a las
guerras que sostuvieron contra los imperios occidentales (Las Guerras del Opio).
Los nuevos ideólogos, filósofos y
moralistas chinos influenciados por las costumbres europeas y principalmente
por la mojigatería Victoriana, usaron la “avanzada” de la cultura occidental
como una norma y empezaron a desechar sus tradiciones, especialmente aquellas
que para muchos eran producto de su escasa moralidad. De esta manera la occidentalización
fue vista como el signo del progreso y la civilización. No hay ningún otro
período en la historia China, en que los cambios sociales fueron tan profundos
como los que se dieron a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Sin
embargo cada cambio social era prácticamente el resultado de la influencia
occidental, como el vuelco del Imperio Qing o Manchú a principios del siglo XX y
de la Revolución Cultural de Mao incluso.
Entre los cambios influenciados
por la transculturización occidental en los aspectos socio-culturales en China,
que empezaron en el último decenio del siglo XIX y en las dos primeras décadas
del siglo XX, se vieron la transformación del sistema de unión de la poligamia
a la monogamia, el sistema educativo imperial que envió estudiantes chinos a
Europa para estudiar en las Universidades,
la incorporación de las mujeres a
la vida social y a la educativa, se prohibieron el vendaje de pies de las
mujeres (Pie de Loto), y en la forma de ver, sentir y mirar el sexo,
especialmente con aquellas que involucraron la relaciones homoeróticas.
El Amor Homoerótico en la China Tradicional
La homosexualidad masculina fue
aceptada ampliamente a lo largo de la historia China, especialmente en la
tardía China Imperial. Además, la homosexualidad masculina en la China
tradicional fue un tipo particular de la homosexualidad basada en sus
antecedentes sociales y era muy diferente al concepto de la homosexualidad
occidental contemporánea que todos estamos familiarizados. Y a diferencia de su
contraparte occidental de la misma época, la homosexualidad en la sociedad de la tardía China Imperial
nunca encontró problema legal, pues la homosexualidad masculina era una
práctica abierta y aún de moda entre los hombres de clase alta y jóvenes
animadores y actores.
La prostitución homosexual masculina
incluso había eclipsado los prostíbulos femeninos e hizo que hasta casi
desaparecieran en Beijing a finales del XIX. A principios del siglo XX, empieza
una clara decadencia, y empieza los historiadores a tratar de borrar la
realidad homoerótica, sin embargo, la Asociación del Teatro Qing seguía siendo
un reconocida institución de prostitución masculina, eso sí en silencio.
La comercialización del Amor Homoerótico en la Dinastía Qing.
La comercialización de la
prostitución y la pornografía son a menudo vistas como un símbolo de
modernidad. Empero, este “fenómeno de la
modernidad” de prostitución homosexual masculina pasó en China ya en la
dinastía Song (1127-1279). En la última dinastía de Ming, en Pekín, la prostitución
homosexual masculina goza de un gran auge, y existió una corte de prostitución
homosexual masculina conocida “El Camino de las Semillas de Loto”, que incluía
a miles y cientos de niño animadores o Xiaochang (Muchachos cantantes) que
ofrecían servicios homosexuales, y donde sus clientes eran principalmente hombres de clase alta como literatos y
funcionarios.
La moda por la belleza masculina,
el compañerismo, y el amor homoerótico se desarrolló de igual manera entre los
literatos de Pekín a través del período temprano de la dinastía Qing y continuó
a siglos posteriores. Al mismo tiempo existió una forma de élite de jóvenes muy atractivos que
eran educados para tal propósito, estos eran reclutados desde muy temprana edad,
permitiendo un mercado abierto. Los jóvenes prostitutos eran propiedad de sus
amos-entrenadores que a su vez eran dueños de casas de Té, restaurantes,
teatros o simples prostíbulos, siendo los más exitosos los teatros debido a la
popularidad e interés del público por este tipo de arte.
El crecimiento de la prostitución
masculina que rodea el mundo del teatro de Pekín de la segunda mitad del siglo
XVIII llevó a una nueva comercialización de la relación de catamita y cliente,
y mientras que no todos los chicos estaban a disposición de cualquier persona,
cualquier persona con dinero podía encontrar un joven prostituto. Desde la
segunda mitad del siglo XVIII la Ópera de Pekín
participó en un sistema de prostitución masculina asociada con el mundo
del teatro pero volviendo cada vez más independiente de la representación
teatral.
Xianggong.
Desde el mediados de la Dinastia Qing
hasta los primeros años del siglo XX el término que llegaron a ser más
ampliamente utilizado para referirse a los homosexuales asociados con las
compañías de ópera era Xianggong (caballero). El término denota bastante
específicamente chico-actores (dan) que representaban papeles de mujeres jovenes
en los escenarios públicos de Pekín. La palabra Xianggong, sin embargo, no era
parte de la terminología teatral y solo se lugar se refería al papel o rol de
los chicos en la prestación de servicios
sexuales, por lo tanto su significado y su uso estaba mucho más cerca de prostituta
que al de actor.
Sin excepción los Xianggong
procedían de familias completamente indigentes o afectadas por desastres, estos
niños eran vendidos y algunos eran hijos de la servidumbre que trabajan en los
lupanares, teatros o casa de Té. Después de la transacción comercial los padres
que vendían a sus niños tenían prohibido por diez años o más ver o preguntar
por ellos En aquí un hay una breve referencia a los contratos de venta
negociada entre los padres de los chicos y el maestro de grupo o amo-entrenador
“El precio más alto para la venta de
un niño es sólo diez cadenas de dinero en efectivo. Después de que el contrato
estaba listo una línea de tinta fue encerrada en él. Llamado ‘un río’, indicó
que en los próximos diez años los padres fueron prohibidos a preguntar por el
niño, incluso para saber si estaba vivo o muerto.” 1
Pocos actores de la tardía Pekín
Imperial eligieron su carrera a través de un interés en el teatro, la gran
mayoría de ellos fueron vendidos a los amos-entrenadores desde pequeños y
fueron adiestrados para actuar y aquellos que eran extremadamente hermosos y
femeninos fueron disciplinados para ejercer la prostitución homosexual.
Teatros, restaurantes y los Siyu (residencias privadas)
Teatro, restaurantes y prostíbulos
o residencias privadas (siyu) fueron las principales arenas donde se cruzaron
los caminos de los clientes (en su mayoría intelectuales) y los Xianggong. Estas
fueron las tres arenas públicas dominantes en la dinastía Qing de Pekín donde
los intelectuales se unieron en busca de ocio, sociabilidad y entretenimiento.
Los teatros de la China Imperial, sin embargo, no eran un lugar aparte de seria
reflexión cultural; eran informales, animados, comerciales y siempre cambiantes.
Los teatros y restaurantes en su mayoría estaban ocupados durante todo el día,
las residencias privadas o siyu revivían en la noche.
Teatros.
Mientras que las mujeres tenían
prohibidas por el estatuto de gobierno entrar en teatros, el público del teatro
fue compuesto por hombres de todos los niveles de la sociedad Qing de Pekín. Sin embargo, mientras que el
interés en los jóvenes-actores fue compartido por todos en la audiencia, sólo
los ricos o influyentes compitieron por asientos donde los chicos podrían verse
en ventaja. Los teatros fueron uno de los lugares más activos de la
homosexualidad masculina.
El actor joven o “Dan” era la
principal atracción. La enorme prosperidad del teatro en Pekín durante la
dinastía Qing en primer lugar no era una cuestión de sensibilidad dramática, más
bien se basaba en la admiración de los niños u jóvenes actores, una
sensibilidad homosexual. La mayoría de las obras, centrándose en el Dan a la
exclusión de otros roles. La apreciación del Dan se basaba en su apariencia, y
la capacidad técnica y artística era relegada a segundo plano. En Pinhua
baojian, una importante novela homosexual desde mediados de la dinastía Qing, afirma:
“Lo que me importa es la persona, no
la obra. Cuando un guion es elegante y los actores son promedios, es menos
interesante que cuando los actores son elegantes y el guion es promedio.” … “La
aparición de actores es más importante para mí que la capacidad de actuar. El
guión, trama y roles son irrelevantes, para mí es sólo el encanto del actor. 2
El verdadero objeto de interés en
el teatro no era el arte sino la convivencia. Irónicamente, uno de los más
vívidos relatos de la atmósfera dentro del teatro, debemos recurrir a un pasaje
de la novela Pinhua baojian. De las descripciones que tenemos de otras fuentes
que podemos estar bastante seguros de que el autor no ha añadido mucho (si nada
en absoluto) en el camino de exageración literaria. El pasaje describe a un
joven que visita la capital por primera vez, que también va a su primera
incursión dentro de un teatro:
Entrar, los puestos o laterales, así
como la sala principal, fueron atiborrados por completo, la obra estaba a punto
de comenzar. El ujier se acercó para saludarlo y lo condujo a una silla con una
mesa y cerca de la pared en los puestos del balcón. Pincai no había traído su
propio amortiguador, el Ujier trajo un cojín y le ayudó a ponerse cómodo,
regresando con una taza de té y algo de incienso encendido. Casi de inmediato
el escenario cobró vida, pero el primer acto no fue muy interesante y comenzó a
estudiar a los mecenass en el lado opuesto de la platea. Parecían ser los
funcionarios judiciales de Beijing, y detrás de ellos cada uno tenía un tren de
siervos. Entonces notó varias jóvenes dan, sus rostros de blancos puros mirando
alrededor de la cortina en la parte trasera del escenario, haciéndoles ojitos a
los mecenas. En poco tiempo caminaron hacia fuera en grupos de tres o cinco
para saludarlos. Desde lejos podía ver que algunos eran suaves, pocos inteligentes
y un poco traviesos. Llevaban la vestimenta más hermosa, incluyendo pieles de
visón, zorro, nutria y sellante. Sus rostros eran suaves y translúcidos, como
flores de primavera. 3
Es evidente que el público
entendió y usó el teatro como un espacio erótico y para la ostentación pública.
En el teatro se iba a charlar, tomar el té
y comer pasteles, mientras sus mentes y corazones estaban ocupados en la
conquista de los dan o actores. Para la élite, el teatro era principalmente un
lugar para la exhibición social y ostentación, pero fue sólo la primera
estación, de allí partían con sus conquistas o amantes a los restaurantes.
Restaurantes.
Los restaurantes sirvieron como
“intermediarios” entre los teatros y el lecho. El teatro y los restaurantes
estaban conectados en las mentes de las personas en este momento. Los teatros
eran tan dependientes de la cultura gastronómicas y de entretenimiento que
muchos historiadores no logran encontrar una palabra apropiada para una
institución dedicada exclusivamente al teatro como arte, incluso a principios
del siglo XIX, cuando asistían a la ópera exclusivamente, sin grandes festejos,
el lugar es conocido como un teatro “chayuan”, es decir “jardín de Té” o “casa
de Té”. El uso de chayuan en este contexto es mejor traducido como “teatro”,
pero el sustantivo revela la relación histórica entre lugares para cenar y
lugares utilizados para tal funcionamiento.
Como la ópera creció en su
importancia como institución cultural que es el lugar para cenar y la
relajación, aumento igualmente los chayuan y al mismo tiempo crecieron las
tabernas y salas de vino. Esto permitió
que los Dan al finalizar sus actuaciones estaban libres para acompañar a sus
clientes a los establecimientos cercanos a comer. Durante el reinado Jiaqing
(1796-1820) estaba prohibido que los actores salieran de los teatros y que se
fueran a los restaurantes, sin embargo esta prohibición se desvaneció
enseguida.
Los restaurantes también
proporcionaban a sus clientes con actores que eran todos de las compañías de
ópera de los alrededores. Ordenar un catamita o Xianggong era conocida como tiaozi
jiao, es decir “convocar una orden”, y la aceptación era conocida como tiaozi
gan “un pedido de reunión”. La mayoría eran actores comunes y corrientes de las
sesiones del día anteriores. Pero si un cliente querían impresionar a sus
invitados pedía al dan o actor más popular. No era infrecuente que un Dou o
cliente pidiera siempre al mismo chico, por lo general existían formas de
enlace basados en la familiaridad o una relación amorosa. Los muchachos o
Xianggong menos populares no podían rechazar a los clientes, empero los Dan más
populares fueron capaces de rechazar
invitaciones si veían que el cliente no era de una posición alta de la
sociedad, o porque simplemente no les gustaba físicamente.
El Dan primero debían saludar a
todos en la mesa formalmente, inclusive podía verter el vino a los invitados
empezando primeramente por el cliente o Dou principal. Luego se sentaba al lado
del cliente que lo contrato, y además de comer recitaba poemas, cantaba o
tocaba algún instrumento musical, muchas veces se realizaban juegos. Pero los
Dan no sólo alegraban la comida, los Dou esperaban muestras de afecto físico,
aquí un ejemplo dado donde un actor llamado “Doble Felicidad” muestra su afecto
con un juego erótico a su cliente:
“Doble felicidad se sentó a
horcajadas sobre el regazo de Yuanmao, con la cabeza delante de su rostro y
levantó la barbilla de Yuanmao para que su cabeza se posará detrás. Luego
presiona con fuerza contra el miembro de Yuanmao sus labios rojos delicadas y
lentamente exhala, brindando así tres veces. Yuanmao sentí que había entrado al cielo, era felicidad indecible.” 4
Además de estas actividades
eróticas, hay documentación que revela que algunos restaurantes de la época
incluyeron habitaciones secretas que estaban equipadas con camas y edredones:
“Adentro existe una habitación
oculta”… “La hermosura de las cortina, la belleza de las plantas y las
elegantes obras de arte adornan la camara donde el honorable señor”…
“compartirá después de la cena su edredón con su amante masculino.” 5
La existencia de las habitaciones
secretas en los restaurantes ya no es un secreto, pero no todos los restaurantes
podían permitirse este tipo de servicio. Había otra forma de espacio que era
mucho más privado y cómodo y es poco probable que la mayoría de los grandes
clientes habría sentido comodidad con la atmósfera pública de los restaurante. Los
Dou más importantes preferían la tranquilidad de los Siyu también conocidos
como “las residencias de las 24
armonías.”
Los Siyu o Residencias Privadas.
El término siyu (residencia
privada) en Pekín de la dinastía Qing fue originalmente una expresión cortés
refiriéndose a un domicilio privado de una persona. En el mundo del teatro, sin
embargo, vino para referirse a residencias privadas del Amo-entrenador, que
incluían apartamentos para los Dan más populares. Los Dan residentes que por lo
general eran dos o tres vivian en dichos
apartamentos ricamente decorados donde podían recibir admiradores. El
término siyu cada vez más vino a significar una casa de prostitutos de lujo.
Antes del siglo XX los siyu de
Pekín eran una característica abiertamente reconocida de la ciudad, y eran
lugares de entretenimientos bien reconocidos, tanto así que figuraban abiertamente en las guías contemporáneos de la
ciudad, donde se motraban las direcciones de los siyu de los xianggong más
famosos. De las décadas medias de la dinastía Qing y en las primeras décadas
del siglo XX el término siyu fue utilizado para referirse a los apartamentos
privados de actores populares Dan. El siyu era operado por el amo-entrenador y
estos siyu eran identificados por las linternas y tableros al estilo de
“discoteca”, es decir avisos luminosos y muy decorados, que incluían los
nombres de los populares Dan. El éxito de los Dan fue tal que existían calles
enteras llenas de siyu.
Si bien existieron siyu de alta
categoría, donde los Dan eran erúditos en las artes del canto, la recitación y
la música, y eran además personas bien informadas y educadas, proliferaron siyu
de baja categoría que muchos historiadores chinos comparaban con los
empobrecidos burdeles femeninos que rodeaban las afueras de Pekín.
La Homofobia Occidental y la Decadencia del Amor Homoerótico
A principios del siglo XX los
Siyu y sus integrantes estaban empezando a declinar. Ya a finales del siglo XIX el oficio del Dan
comenzó hacer poco valorado. Occidente y su homofobia empezaba a minar de odio
la mente de los chinos. La primera ley en contra de la homosexualidad entró en
vigor en China en 1740, gracias a los esfuerzos de los jesuitas y su influencia
en la corte, no obstante, no hay registros históricos del nivel de presión, ni
de la efectividad en el cumplimiento de esta ley. Los chinos promulgaron dicha
ley para quitarse de encima las presiones de los católicos y de los
occidentales prominentes, pero olvidaron pronto dicha legislación.
Tuvieron que pasar casi dos
siglos para que la influencia occidental hiciera efecto, la nueva ilustración
que trajo el Movimiento de Auto-Fortalecimiento que importó de occidente no
unicamente su filosofía y su ciencia, con ella vino la homofobia y la
consideración como enfermedad mental de la psiquiatría de la época.
El Movimiento de
Auto-Fortalecimiento (1861–1895) fue un periodo de reformas institucionales que
se produjo en el último periodo de la Dinastía Qing tras una serie de derrotas
militares de China y concesiones a potencias extranjeras. De esta manera, China
para pacificar sus relaciones con las fuerzas occidentales nombró al príncipe
Gong regente, Consejero mayor y el jefe del recientemente formado Ministerio de
Asuntos Exteriores. Aunque la mayoría de las élites habían sido partidarias de
formas más tradicionales y conservadoras, debido a la necesidad de fortalecer a
China frente a los países occidentales admitieron que debían aprender de Europa
sus técnica de fabricación de barcos y armas, y dominar los conocimientos
científicos que estaban detrás de estas tecnologías militares. Estos avances
trajeron consigo el fin de las dinastías imperiales en el siglo XX y también
enmarcó el fin de la extraordinaria tolerancia hacia la homosexualidad en
China, aunque tres de los emperadores entre 1851 y 1935 tenían amantes
masculinos.
Con la occidentalización, muchos
personajes ilustrados chinos, y principalmente influenciados por la religión
cristiana, denunciaron los siyu, cuya campaña fue llamada “Siyuzhi”. Sin
embargo, los intereses de los poderosos en el sistema Siyu detuvieron la
campaña. Con la promulgación de la república en 1911 se continuó con la campaña
solicitando al nuevo gobierno que legalizara contra los siyu y sus integrantes,
teniendo esta vez éxito.
El 15 de abril de 1912, la
policia publicó en el periódico más
importante de Pekín la ley que prohibía dichos locales y se habló y discutió
sobre el papel que jugaba la Ópera de Pekín en el reclutamiento de niños para
después convertirlos en Dan y prostituirlos. En dicho artículo se comentó el
nuevo papel de China como país que va a la vanguardia de los países occidentales
y las reformas que tenían que acabar con las repugnantes costumbres en que el
pueblo chino vivía. Tres semanas después del boletín de la policía, en el mismo
diario, un editorial abogó en cambiar el
concepto de Actor como se conocía en China hacia la forma o manera occidental,
es decir separar el concepto de actor de prostituto.
La nueva preocupación del
gobierno por la posición moral internacional de China, tuvieron éxito en el
cierre de la Siyu y comenzaron a poner fin a la asociación cultural del Dan y a
la prostitución homosexual. Dicha actividad se hizo en el más estricto secreto,
porque estaba muy arraigada en la forma o estilo de vida chino. Pero poco a
poco dicha actividad fue casi olvidada y las pocas residencias privadas y la confraternización
con los Dan se transformaron en los temas de humor y burla, e indudablemente de
rechazo social.
Coincidentemente, los burdeles
femeninos, que fueron eclipsados anteriormente por los Dan y los siyu durante
más de trescientos años, empezaron a disfrutar de un auge durante la transición
de la dinastía Qing a la República. La
pérdida del amor homoerótico fue visto por lo tanto, como el símbolo de
modernidad de China durante la primera mitad del siglo XX y fue gradualmente a
ser totalmente "olvidados" o erradicado de memorias culturales
chinas.
En la década de 1940, hubo una
novela popular “La Peonia Roja” por Lin Yutang, que menciona el romance entre
dos altos funcionarios y actores de niño. El autor Lin era un escritor muy
popular de la época y fue considerado un intelectual occidentalizado, que
también publicó una serie de obras en inglés. Lin escribió la historia con
admiración, y elogiaba la historia homoerótica como algo extremadamente
romántica, pero dicha historia no pudo ser entendida por muchos de sus
contemporáneos, la homofobia ya había erradicado el amor de los Dan para
siempre.
Con el surgimiento de la
República Popular China en 1949 la tolerancia de la sociedad prácticamente
desapareció y la homosexualidad se convirtió en clandestina. El régimen
comunista persiguió duramente a los homosexuales, especialmente durante la Revolución
Cultural. La nueva dirigencia comunistas
china consideraban la homosexualidad como una perversión capitalista y por tanto
una práctica contrarevolucionaria que debía ser eliminada de la sociedad.
Aunque no existía ninguna ley que tipificara específicamente la homosexualidad
como delito, las personas acusadas de prácticas homosexuales eran condenadas a
severas penas de prisión, castración forzada o incluso a la pena de muerte,
usando una serie de vagas leyes diseñadas para mantener el orden social. La
homofobia del régimen también se impuso con políticas sociales de matrimonios
obligatorios y medidas de ostracismo.
Tras la muerte de Mao Zedong en
1976 se produjo en el régimen un proceso de reforma y apertura, que llevó a que
se aflojaran a partir de 1979 las medidas de control y persecución de la
homosexualidad.
La Revolución Cultural
(1966-1976) fue un período de terrible persecución y destrucción sin sentido.
La homosexualidad fue considerada como una enfermedad mental, un estigma que
soportaron hasta abril de 2001 cuando se derogó la ley.
Referencias.
1 Cuncun Wu.
Homoerotic Sensibilities in Late Imperial China. p.125
2 Chen Se. The precious
mirror of ranked flower. pp. 61, 184.
3 Cuncun Wu. Op. Cit.
p. 138
4 Chen Se. Op.Cit. p. 115.
5 Cuncun. Op. Cit. p. 145.
Bibliografia.
Chen Se. The precious mirror of ranked
flower / Shangai : Shanghai guji chubanshe, 1990.
Cuncun Wu. Homoerotic Sensibilities in Late
Imperial China / Abingdon, New York : RoutledgeCurzon, 2004.
Fang Fu Ruan. Sex in China: Studies in
Sexology in Chinese Culture / New York : Plenum Press, 1991.
Hinsch, Bret. Passions of the Cut Sleeve:
The Male Homosexual Tradition in China / Berkeley : University of
California Press, 1990.
Sex and Sexuality in China / Elaine Jeffreys, ed. -- Abingdon,
New York : Routledge, 2007.
Vitiello, Giovanni. The Libertine's Friend:
Homosexuality and Masculinity in Late Imperial China / Chicago : University
of Chicago Press, 2011.
Xiaomingxiong. History of Homosexuality in
China / Hong Kong : Rosa Winkel Press, 1997.
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