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La Piedra de la Locura. El Bosco. |
La palabra "Locura" como la de "Loco" es utilizada indiscriminadamente en la actualidad, para decir que algo esta bien y es de nuestro agrado, decimos "eso esta de locura", sí no referimos a un comportamiento gracioso y algo fuera de lo común también la aplicamos, "eso es una locura", o "el joven esta loco de amor"... etc. Pero las enfermedades mentales o la "Locura" han desafiado a la salud pública a lo largo de toda la historia y todavía aún parece una incógnita, a pesar de todos los adelantos científicos y médicos.
Las culturas clásicas consideraban que la locura o enfermedades mentales
tenían un origen de “Otro Mundo”, es decir sobrenatural, y que estas expresaban
el disgusto de los dioses, o que pertenecían o eran una forma de posesión
diabólica. Los antiguos creían que la única solución a este mal no era el
tratamiento médico, sino el castigo.
Hipócrates (Grecia, 400 a.C.) fue el primero que le dio un enfoque
científico a la Locura al suponer que podía tener un principio fisiológico. En
siglos ulteriores algunos galenos latinos acompañaron su punto de vista y trataron
a los enfermos con terapia ocupacional y el uso de la herbolaria.
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Detalle de pintura de Angelo Bronzino. |
Durante la Edad Media estos avances no siguieron una línea sólida o
estable y resurgió la visión sobrenatural. Una vez más se creyó que la Locura
estaba conectada principalmente por el diablo o había sido producto de la
hechicería. Los árabes mostraron progresos más perceptivos en el siglo VIII,
pues existían en el Medio Oriente hospitales para enfermos mentales donde recibían
algún tipo de tratamientos. En Europa, no obstante, tuvieron que pasar siete
siglos para que aparecieran los primeros hospitales, al principio era una
alternativa para albergar a los dementes que deambulaban por las calles, pero
luego se convirtieron en unos simples
reclusorios. Los locos así, no eran vistos como enfermos sino como elementos o
individuos asociales que eran necesarios apartar y segregar.
Durante la Ilustración europea se enfocó la locura ya no como un estado
sobrenatural o demoniaco, empezó a verse o abordarse como una enfermedad, dándole
una aproximación científica. En otro aspecto, se demostró que existían alternativas
de racionalidad distintivas a las reconocidas hasta entonces.
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Han sido muchos los poetas y cancionistas que le han
dedicado sus letras y música a la locura, aquí les dejo una
demostración de "un loco de amor" en el insigne tango de
Horacio Ferrer y Astor Piazzola "Balada para un Loco":
Ya sé que estoy piantao, piantao, piantao...
No ves que va la luna rodando por Callao;
que un corso de astronautas y niños, con un vals,
me baila alrededor... ¡Bailá! ¡Vení! ¡Volá!
Ya sé que estoy piantao, piantao, piantao...
Yo miro a Buenos Aires del nido de un gorrión;
y a vos te vi tan triste... ¡Vení! ¡Volá! ¡Sentí!...
el loco berretín que tengo para vos:
¡Loco! ¡Loco! ¡Loco!
Cuando anochezca en tu porteña soledad,
por la ribera de tu sábana vendré
con un poema y un trombón
a desvelarte el corazón.
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“El Elogio de la Locura” (1511) de Erasmo de Rotterdam, marcó una
ruptura entre la idea de razón y la adhesión absoluta a un orden, definió una
psicología pionera contra las absurdas mitologías del fanatismo y reconoció la
libertad intelectual de los seres humanos. En los siglos XVII y XVIII toda
Europa era un inmenso laboratorio y la medicina era una de sus principales áreas
de acción y aunque a la Locura no se le dedicó un esfuerzo meritorio, tuvo
nuevo enfoque y el concepto de Locura fue objeto de estudio y de considerables
revisiones.
Después de la Revolución Francesa, Phillippe Pinel, director del
Hospital Bicetre (Institución psiquiátrica para varones) y dos años más tarde
director de Salpetriere (Hospital psiquiátrico para mujeres) hizo reformas
importantes, y liberó a los pacientes encadenados que habitaban terribles mazmorras.
Pinel rompió para siempre con la idea de la posesión diabólica y desde su perspectiva
la Locura era el resultado o la suma de tensiones sociales y psicológicas
combinadas con factores biológicos.
Phillippe Pinel publicó en 1798 “Nosographie philosophique” que era un
manual que distinguía y describía objetivamente diversos trastornos mentales.
Pinel descartó los métodos crueles e inútiles como las sangrías y las purgas,
optando por una aproximación psicológica, expuesta más tarde en el “Tratado
médico-filosófico sobre la alienación mental o la manía” en 1862, Pinel en el
propone la terapia ocupacional, las actividades físicas, pero sobre todo el
contacto cercano, humano y amistoso con los enfermos.
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Phillippe Pinel. |
Pero no todo era así de bueno, hubieron hechos que contrastaron con los
adelantos médicos de Pinel, por ejemplo en 1777, en Inglaterra existía un
Hospital para “Lunáticos”, pues se creía que la locura estaba relacionada con
las diferentes fases de la luna. En dicho hospital se eran castigados a los
pacientes y más que un hospital era verdaderamente una cárcel. Más adelante fue
cerrado, y en su lugar se estableció el Retiro de York, clínica fundada por los
cuáqueros en 1796 y reconocida como un centro de modelo de trato humano y
respetuoso para y con los enfermos.
A principio del siglo XIX los hospitales se multiplicaron, y aunque eran
simples centros de reclusión para enfermos mentales donde se les daba un trato
más humano, no eran mejores, pues no ofrecían verdaderas alternativas de
curación.
Pero es a mediados del siglo XIX que aparece la palabra Psiquiatría
(Curación de la mente) como un signo de disciplina formal resultado de la
confluencia del enfoque humanitario y la indagación biológica.
En el siglo XIX diversos médicos europeos, inspirados por la filosofía positivista
que sólo reconocía la validez de los conocimientos científicos, trataron de
sentar sus bases mediantes la experiencia clínica. La figura clave fue el
médico alemán Emil Krapelin (1856-1926)
que estudio los efectos de las drogas, el alcohol y el cansancio en el
cerebro, y halló que determinadas enfermedades infecciosas podían tener
impacto en la conducta. En 1883 Krapelin publica “Compendio de Psiquiatría”,
una completa clasificación de los trastornos. El renombrado médico alemán en su
obra divide las enfermedades mentales en dos tipos: los trastornos exógenos que
están causados por factores externos y responden al tratamiento, y los
trastornos endógenos que son el resultado de un problema biológico y que no
tienen cura.En la sexta edición de este mismo libro en 1899 ya incluía términos
como la psicosis maníaco-represiva y la demencia precoz, denominada más tarde
esquizofrenia.
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Bethlem Royal Hospital, grabado del siglo XIX |
Krapelin asentó el enfoque biológico de la Locura el cual estimulo la
investigación en ese campo. Diversos médicos y científicos se avocaron a hallar
una base fisiológica para entender los trastornos mentales. En muchos casos la
hallaron, en otros no. Retomando la antigua dualidad de los clásicos, muchos
médicos creían todavía que la mayoría de las enfermedades mentales provenían
del alma, y que otras, puy pocas, provenían de la mente u eran originados en el
cuerpo.
Tuvo que aparecer Sigmund Freud para cambiar la forma de ver la Locura…
pero esto lo dejo para la próxima entrega.
Por Félix Esteves
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