EL DESNUDO MASCULINO EN LA PINTURA BARROCA

EL AMOR VICTORIOSO. Caravaggio.

El arte barroco se desarrolla entre los siglos XVII y XVIII y viene precedido por el gran movimiento artístico del Renacimiento, es por esto que el arte de estos siglos tuvo al igual que el arte humanista el deseo de conservar y recobrar el espíritu de la Grecia y la Roma Antiguas. Los artistas deseaban emular a los modelos clásicos, usaban títulos y temas clásicos para muchas de sus obras y la embellecían siempre que era posible con alusiones a la mitología antigua. Los artistas del Barroco seguían los pasos de los hombres renacentistas, sin embargo el arte barroco no era exactamente igual al humanista, por regla general fue mucho más sentimental, grandioso y extravagante, pero menos sincero, ya que se lo empleaba con frecuencia para glorificar a monarcas cínicos y a sus cortesanos corrompidos.

JOVEN CON CORDERO. Caravaggio.



EL TRIUNFO DE BACO Y ARIADNA. Anibal Carraci.

 


EL CÍCLOPE POLIFEMUS. Anibal Carraci.

  En el barroco la figura humana se hace protagonista y se convierte en el objeto decisivo del arte, pero no en su forma idealizada, sino en cualquier aspecto, ya sea este hermoso u horripilante, sublime o cotidiano. El rasgo principal del Barroco, en lo que al arte del desnudo se refiere, consiste en la realización de obras sagradas impregnadas de la misma sensualidad que las profanas. Pero el mayor esplendor del desnudo en el arte barroco estará representado en la pintura de los temas mitológicos.

SAN SEBASTIAN. Ludovico Carraci.



PLUTON. Ludovico Carraci.




EL ARCANGEL SAN MIGUEL Y LOS ANGELES CAIDOS.
Luca Giordani.

El desnudo masculino durante este período al igual que en tiempos pasados esta intimidado por las grandes obras pictóricas dedicadas al cuerpo femenino, sin embargo no deja de pasar inadvertidos fenomenales y grandilocuentes desnudeces varoniles que son un vivo ejemplo del barroco como arte.



HERCULES BORRACHO. Rubens.




PROMETEO. Rubens.



El desnudo masculino en el barroco es representado por el artista con un gran sentido del movimiento, energía y tensión. Una intensa espiritualidad aparece con frecuencia en las escenas de éxtasis y martirios, así como una fuerte tirantez y elasticidad que daban o representaban los sentimientos interiores, las pasiones y los temperamentos que además eran muy bien reflejados en los rostros de sus personajes: a su vez marcaban esa intensidad de los sentimientos y las pasiones en las representaciones realistas de la piel.



SILENO BORRACHO. José de Rivera.




BACO Y ARIADNA. Detalle. Guido Reni.





MIDAS ANTE BACO. Detalle. Nicolas Poussin.

  Por Félix Esteves