El Estado, en nuestras sociedades contemporáneas y en especial en el
mundo occidental, ha ido progresivamente asumiendo en el medio por el cual se
hacen evidentes formas de parentesco y de sexualidad, tradicionalmente
rechazadas. El Estado construido o cimentado sobre la base del “Hombre
Virtuoso” en la tradición de Rousseau ha evolucionado al “Hombre de
Procedimientos o Normas”, la virtud perece a la necesidad de evolución y al
derecho natural que todos tenemos para ser felices. El Estado entonces debe
asegurar la libre determinación de los hombres y su sexualidad y su necesidad
de conformar una familia sea cual sea su género o su forma. En este sentido el
Estado debe ser neutral y debe conceder una práctica jurídico-política en el
derecho del matrimonio, de la familia, los sistemas de filiación y el
parentesco a todos por igual.
No obstante, por sobre el figurado y supuesto triunfo del movimiento
LGBT, en orden a la eventualidad que han alcanzado en unos pocos Países, de
contraer matrimonio o establecer sus relaciones bajo otras figuras equivalentes,
como lo son las uniones civiles, sabemos bien que esto no es ni el primer paso
para acabar o vencer con el Estado Heterosexual que se basa únicamente en la
“heteronormativa” o mejor dicho en las
relaciones que el Estado ve como normales o están dentro de la normalidad.
El concepto de normalidad se crea o nace a partir de esquemas o modelos
socio-culturales los cuales pueden evolucionar conforme a como la sociedad vaya
o va progresando y desarrollándose. En este sentido el Matrimonio no es más que
una construcción civil que puede ser cambiada de acuerdo a lo que la sociedad
establezca en su conjunto, siendo aún más importante lo civil a lo valórico
conforme a los temas que le compete al Estado.
El Matrimonio, como argumento valórico, no es un tópico de la naturaleza
humana, es simplemente una construcción de la sociedad que fue creada e
instituida por la ley cristiana. ¿Pero que es natural y naturalidad? Según la
RAE, Naturalidad es la “Conformidad de las cosas con las leyes ordinarias y
comunes” y a lo Natural como “perteneciente o relativo a la naturaleza o
conforme a la cualidad o propiedad de las cosas”. Pero el hombre, o la raza
humana que pertenece al Reino Animal, se ha desligado de esa naturaleza al
socializarse y crear para su bienestar las leyes económicas, las leyes
religiosas, las leyes civiles, entre otras muchas norma y modelos que han
permitido el desarrollo de las sociedades modernas. Por lo tanto no es natural
que un hombre y una mujer se casen, pero si es normal que un hombre y una mujer
contraigan matrimonio.
De acuerdo a todo lo anterior, el Matrimonio al ser una construcción
social no está vinculado a las formas que la naturaleza establece, en donde son
las especies de diferentes sexos quienes procrean sino a lo que la sociedad en
su conjunto establecería como criterio valido para contraer dicho vinculo, es
decir lo que el pueblo tome como normal y valórico en su conjunto. Por otra
parte, al ser el Matrimonio controlado por el Estado, es injusto que el
concepto de Matrimonio sólo se vinculara a la de la forma religiosa de Hombre
con Mujer, y más aún cuando los gobiernos occidentales y en casi toda la mayoría
de los países del mundo predominan el Estado laico.
Por lo tanto al separarse el Estado de la institución religiosa se
debería representar el interés de una sociedad pluralista e igualitaria, y el matrimonio
homosexual por lo tanto debe ser garantizado por el Estado laico ya que este no
tiene que velar por los intereses de una religión en particular, sino
estructurarse en base a los juicios y razonamientos de igualdad ante la ley y pluralidad
como fomento a una sociedad democrática y llena de libertades.
La sociedad es la que justifica y legitima el rol del Estado, y de esta
forma el Estado debe cumplir con los
intereses de la sociedad en su conjunto, independiente de la fe que se profese.
Lo mismo debe ocurrir cuando la sociedad al crear un constructo o categoría común
debe respetar valores ajenos, sin
imponer ideas y llegar a un consenso. Pese a que el matrimonio es entendido o
considerado como un constructo o categoría basada en la religión, es imperioso establecer
que la sociedad debe ser entendida en términos de pluralidad y por lo tanto ser
más tolerante, ya que que la homosexualidad ha existido siempre y la
gente ya no teme exponer su condición sexual.
Los homosexuales ya son reconocidos como ciudadanos de una sociedad y como
tales tenemos los mismos derechos y deberes que la Sociedad impone y gratifica
a todos sus ciudadanos por igual.
El matrimonio homosexual debe verse y encuadrarse en términos de
neutralidad del Estado e igualdad legal formal, no obstante muchos piensan que
el matrimonio gay implica ineludibles consideraciones morales y civilizadoras,
es cierto, es necesario no sólo la igualdad legal técnica, sino también las
normas sociales y valores públicos, y en este sentido la norma es que en
realidad la conformación de parejas gay, homosexuales, lésbicas o como la
quieran llamar ya es tan común y corriente que ya no escandaliza a nadie y es
cada vez más común ver en las sociedades parejas conformadas por el mismo sexo,
es decir ya es normal este tipo de relación. ¿Por qué no hacerla legítima?
Otros dirán porque no es moral, pero la moral está en la no discriminación
de los ciudadanos, por ejemplo hace años era inmoral en muchos países los matrimonios
interraciales, además estaban prohibidos legalmente, pero la norma cambio y
cada vez eran más las uniones entre diferentes razas, con esto quiero decir que
la norma hace o determina la moral de la unión y por lo tanto del matrimonio
gay.
Otros dirán que el matrimonio está basado en la procreación de la
especie humana, entonces las personas estériles o muy entradas en años que ya
no son fértiles están destinadas a nunca casarse y no formar un matrimonio pues
se les estaría prohibido ¿Es eso Moral?
Otros dirán que el matrimonio es para que los niños tengan y crezcan con
la presencia de un padre y una madre; todos sabemos que muchas madres crían a
sus hijos solas y sin el amparo de su pareja heterosexual; la realidad nos
indica que las bases de un niño sano es el amor y no de la mera presencia de un
individuo masculino o femenino. En todo caso, sí fuera eso cierto, entonces ¿a
las madres solteras o viudas se les quitarían los hijos para dárselos a
Matrimonios constituidos por un hombre y una mujer? ¿Es moral quitarle a un
padre o una madre sus hijos o hijo por el hecho de que no constituyen un grupo
familiar sin la figura materna o paterna?
La unión de parejas del mismo sexo ya es algo común y ordinario dentro
de la sociedad, ya entra dentro de la naturalidad de las sociedades modernas,
por lo tanto no se justifica que el Estado siga oponiéndose a la legislación e
institucionalización del Matrimonio Gay. Las parejas homosexuales tienen
derecho a los mismos derechos legales y el mismo respeto y dignidad que tienen
todos los ciudadanos, por lo tanto esa unión entre personas del mismo sexo debe
incluirse dentro de lo que la ley llama MATRIMONIO, sea este entre la unión de
un hombre y una mujer, entre un hombre y otro hombre, entre una mujer y otra
mujer; el Matrimonio debe incluir a todos y sin discriminaciones.
El amor, el compromiso y el respeto es lo que conduce naturalmente al
matrimonio, y todos los seres humanos independientemente de su género y su
preferencia sexual tienen el derecho de amar y unirse a la persona objeto de su
afecto, por lo tanto negar el matrimonio entre personas del mismo sexo no tiene
otro propósito que negarles a esos dos individuos y ciudadanos comprometidos y
que se aman el derecho a unirse en una relación marital mutuamente
fortalecedora.
El Estado debe ser neutral y por lo tanto eliminar la heteronormativa
imperante y asegurar a todos la igualdad de derechos estipulados por la Declaración
Universal de los Derechos Humanos.
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Estados o Países y sus leyes sobre el Matrimonio Homosexual y la Penalización de la homosexualidad. Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/matrimonio_entre_personas_del_mismo_sexo |
Homosexualidad legal
Matrimonios homosexuales
Uniones civiles
Reconocimiento de matrimonios homosexuales extranjeros
Sin uniones civiles
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Homosexualidad ilegal
Pena menor
Pena mayor
Cadena perpetua
Pena de muerte
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Por Félix Esteves
En España está pendiente de una decisión del Constitucional porque las derechas, tan católicas ellas, dijeron que la ley del matrimonio gay era anticonstitucional. Yo me fío poquísimo de los tribunales, porque las humanas decisiones siempre están mediatizadas. Lo más importante es que, suceda lo que suceda, estoy seguro de que esto es algo que resulta imparable. Puede que ocurra como en California, hoy sí, mañana no, pasado sí otra vez, estas vacilaciones son esperables. Pero la tendencia es global, afortunadamente.
ResponderEliminarYo ya he asistido a una boda gay, de un amigo. Me gusta poder decirlo.
Gracias Eastriver por comentar. Es cierto, en España están en "veremos". La ultraderecha insiste en eliminar lo que con tanto esfuerzo la comunidad LGBT ha logrado y que tiene como derecho universal. Yo sigo las noticias de tu país por TVE internacional y por la lectura de "El País".
EliminarUn fuerte abrazo desde Caracas
Félix Esteves
buenas tardes don felix, personalmente considero que antes de pensar en la aprovación de convivencia sexual o de pareja por parte de la iglesia, hay que evalur si realmente nos aceptamos, cabe recordar la cantidad de casi un 50 % de la comunidad gay que se dedico a impostar felicidad con una familia y pareja heterosexual,ahora tener en cuenta la cantidad de casi un 98 por ciento del 50% restante, que aunque ya asumimos nuestra condición sexual, no conciliamos una relación de estabilidad, con la persona inteligente, simpática que nos haga reir ...bla bla bla, que cada vez pareciera mas extinto este tipo de parejas, situación que nos hace analizar. quiza el amor, ya no es tan valorado como el sexo?.... mmmm depronto pienso de una forma egoísta, ya que no tengo en cuenta el 2 % que si concilio una relaciòn estable y que le brinda seguridad. en todo caso es tal mi punto de vista, Dios quiera y yo este equivocado, un abrazo y deseenme suerte.
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