EL YERMO PEDREGAL.
En el yermo
pedregal de la ofuscación estuve ayer, recogiendo venenosas flores, esas que
solo nacen en lo yermo, pensé en ti con la tranquilidad que me da la barrera
vencida, el camino andado y la certeza de que no existe el retorno, lo que no
mata endurece, siento un gran callo en el corazón, que me blinda e impide
volver a tropezar aunque sea con otra piedra, se que camino erguido, pero con
el dolor de la dura costra, en la que mi alma se parapeta, avanzar en el
abandono del devenir del río, es un dejarse llevar pero con la brújula
inflexible del no repetir el tormento vivido.
LIADO, ATADO,
ENAMORADO.
En el enredo de
cintas de colores que anuda tu blonda cabellera, se perdió liado y atado mi
corazón y en el acto de huida, más me he liado, atado en el nudo que me aturde
y embriaga y rendido en la maraña, solo siento la suave caricia de tu blonda y
larga melena, que fina y grata cadena, estar enredado con el dulce aroma del
hilo de tu pelo.
COMO BISUTERÍA DE
REINA DESGRACIADA.
Almas negras,
cuervos negros, piedad Dios mío, para atravesar este pantano de lágrimas, mar
bravo y loco, enredo de odios, mar de ira donde no tiene alivio los suspiros
del perdedor. Mar de vómitos satánicos con llamarones de corrosiva bilis. Le
arrancare los ojos a la Sibila tramposa que nos recomendó este camino. Engullirás
hasta el hartazgo tus inventadas pócimas, Sibila ornada con bisutería de reina
en desgracia. Desde la torre ultrajada, vislumbrare el horizonte de blanco níveo,
pisoteado, por botas de cieno, odioso días sin saber qué hacer en esta marcha
constante. Orinare en tus llagas para que el escozor te recuerde quien te
hirió. Alza la voz pordiosero sin discurso, es tu día, la recompensa a tu ineptitud
ha llegado. En el sueño aletargado de la serpiente derramare mi pesar como
impío tributo. Tortuosa tarea de afrentas. Forzando con hierro la caridad de tu
pueblo, en el largo y angosto espigón los deshonrare, me cobrare mis
desgracias, mi infortunio, me late desbocado en la cámara torácica el pétreo
corazón. Esta próxima la anhelada y mil veces pensada y mil veces imaginada vendetta.
Solo quiero beber vuestras lágrimas y embriagarme en ellas, y después del ruego
acertaros el golpe final, certero y agónico. Caridad de vil bribón. Mis
convulsos movimientos pélvicos serán la señal. No hay retorno, el final está ya
escrito, testare a beneficio de inventario, con la certeza de que nada
heredaras. Os aturdiré como en Babel impidiendo el consuelo de la palabra, agravio,
desagravio ese es mi lema, ojo por dos ojos, diente por dos dientes, mi ansia
es insaciable.
Pinturas y Cuentos de Ángel Sotomayor.
Sobre Ángel Sotomayor
Ángel Alvarez de Sotomayor Cochero nace en Cáceres, España el 11 de Diciembre de 1965. Estudia Historia del Arte, licenciándose
en las especialidades de Arte Antiguo y Medieval, Moderno y Contemporáneo.
En su
quehacer cubre casi todas las áreas del arte, dedicándose a la pintura desde su
primera juventud, logrando su primera exposición individual a los 20 años en
Canarias, lugar donde vivió por catorce años.
A los veintiséis
años regresa a su ciudad natal, Cáceres de la Provincia Autónoma de Extremadura
donde vive actualmente. Ángel Sotomayor se dedica en la actualidad al arte, las
antigüedades, la decoración y al oficio de la escritura.
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