ROSS WATSON: La Intemporalidad de las Vicisitudes del Hombre.

Sin Titulo, 2010. Oleo/Madera

El clavadista Matthew Mitcham y oro olímpico es retratado de manera espectacular sujetado a una vela suspendida sobre un oceado tempestusoso. Watson se inspiró en la naturaleza solitaria de muchos deportes y la intensa presión de tener éxito y la de ganar contra todo pronóstico. Aquí el pintor nos invita a pensar sobre lo que podría suceder después de un exito o una derrota, o la angustia o la soledad del hombre enfrentado al conflicto de ganar o perder en una competencia. Ross Watson ha hecho referencia a una obra de Willem van de Velde, que era el maestro indiscutible de la pintura marina de aquella época.

En el Arte como en la vida no hay nada nuevo, si vemos y estudiamos la historia de la pintura desde siempre estamos pintando lo mismo, y allí es donde reside la importancia de la creatividad del artista en mostrar con diferencias lo que ya se ha hecho y visto, ideando o resolviendo a partir de lo anterior una nueva obra de arte, desarrollando otra lectura u otra concepción de la obra precedente y superando tal vez a la obra maestra previa u original.

Sin Título. 2010. Oleo/Madera.

El pintor australiano Ross Watson en esta obra nos muestra a Francois Sagat, Pornostar gay, siendo crucificado como hace ya más de 400 años lo hiciera Caravaggio con su "Crucifixión de San Pedro".  En esta hermosísima pintura Watson protesta contra la homofobia vaticana y de la iglesia católica. En la obra maestra de Caravaggio es el apóstol Pedro, aquel sobre el que Jesucristo “edificó su iglesia”, el que es sacrificado, pero ahora el martirizado es el actor porno francés que no ha dudado en participar en campañas a favor de la prevención del VIH/sida enseñando a usar el preservativo. Así como San Pedro ayudo a "salvar vidas con virtiendolas al catolicismo", Francois Sagat salva vidas enseñando a la juventud de hoy en la profilaxia sexual y el uso del condón.

Ross Watson es un pintor que desarrolla gran parte de su obra o trabajo pictórico en recoger famosos lienzos del pasado y actualizarlo a la medida del hombre actual, al pensamiento y modos de vida de estos nuevos y modernos tiempos. Watson hábilmente ubica jóvenes deportistas consagrados, bailarines famosos, actores pornos y otros ejemplos de la cultura pop de hoy en día en espacios del pasado, en cuadros u obras de arte que han marcado hito en la historia del arte y por ende en la humanidad y que ya son parte del inconciente colectivo. Ross Watson toma la mirada de pintores consagrados como Bronzino, Jacques-Louis David, Bacon, Caravaggio o Rodchenko, coloca sus hermosos modelos y elabora una obra nueva a partir de la herencia dejada por estos maestros, pero su importancia reside en que a partir de esta unión nos relata o muestra una nueva historia u otra lectura de la realidad postmoderna.

Sin Título. 2004. Oleo/Tela.

Esta vez Watson toma al jugador de Rugby Brodie Holland para exponer con sutileza la vanagloria de los deportistas de hoy. El modelo y deportista es trasladado al cuadro de Jacques-Louis David "El Juramento de los Horacios" donde los soldados romanos juran cumplir con sus deberes por encima de cualquier sentimiento personal.

En esta transmutación de la carne o del tiempo vemos como por ejemplo los chicos o modelos de Watson viajan al pasado o ese pasado vuelve a nuestros días trayendo a colisión que el hombre a pesar de sus adelantos científicos o tecnológicos primariamente sigue siendo el mismo: La humanidad sigue padeciendo los mismos temores e incógnitas, los mismos gustos, los mismos fantasmas, las mismas aberraciones, las mismas aficiones.



Sin Título. 2009. Oleo/Tela.

El bailarín Marco Da Silva es imagen principal de este cuadro donde el fondo es un Caravagio "Los Músicos" donde los jovenes artistas de posturas amaneradas enmarcan la belleza masculina del artista pop gay, tal vez resaltando la existencia de la homosexualidad como hecho común, corriente y persistente en e el arte y en toda la historia de la humanidad.



En los espectaculares y hermosos cuadros los jóvenes de nuestra cultura pop son expuestos por Watson en su mayor belleza física pero muy en el fondo vienen a ser los protagonistas de esa humanidad que no ha cambiado nada, ese hombre que ha pesar de los siglos de los siglos y del “progreso” aún sigue siendo un primate con inteligencia y razón, pero que en su totalidad seguimos remando en las mismas aguas turbias del pasado y que nosotros mismos cada día enturbiamos más.

Por Félix Esteves