Una pequeña presentación

Los Mínimos y Máximos de Félix Esteves es una casa, un hogar, construido con amor, esfuerzo, dedicación y hasta con aburrimiento. Tiene muchas puertas donde todos pueden entrar. Tiene muchas habitaciones, donde de seguro en algunas podrás sentirte cómodo, y en otras, tal vez contrariado y hasta… por qué no… molesto. Sin embargo su propósito no es agradar ni molestar, no es ganar amigos ni enemigos… de todas maneras ambos son bienvenidos; su fin es mostrar y demostrar lo variopinto de una mirada, la pluralidad de una cosmogonía a través de mi “micromundo”, de lo exterior visto y sentido desde mi interioridad… es un grito contra la discriminación, es un arrullo de amor a la diversidad, es mi tarjeta de presentación como ser humano, como hombre, como gay y miembro de la comunidad LGBT... tal vez es algo más… no lo sé… aún lo estoy averiguando.

Félix Esteves

Amigos de Los Mínimos y Máximos

sábado, 12 de mayo de 2012

GERMÁN GÓMEZ. La autobiografía metaforizada en el otro o la condena de la propia identidad a través del deseo ajeno.


El maravilloso trabajo de Germán Gómez llegó a mí gracias a la revista “Descubrir el Arte”[1], a partir de allí realice una investigación  por internet y conseguí su página web, no pudo ser mejor, sus imágenes poblaron mi cabeza, y es que su sensibilidad se refleja en cada ángulo, en cada toma, en cada costura, en cada composición y en cada descomposición. Si, porque Germán no sólo fotografía la realidad, la transforma, la transfigura, la transmuta, y esa realidad del otro o del fotografiado la hace suya, así el modelo se convierte en autor y el autor en fotografía, aunque Germán nunca se ha autorretratado, cada foto hecha por él es un fragmento de su vida, de sus sentimientos, así como el escritor reviste a sus personajes con sus propias vivencias, este joven fotógrafo logra vestir al modelo con su piel, con sus penas y agonías, con sus interrogantes y también sus alegrías.

Como el mismo declara:

“No puedo concebir – declara el artista – la fotografía sin que sea autobiográfica. Fotografío como si escribiera un diario, y mi lenguaje siempre ha sido el del retratado. Y en éste me interesa y me intimidad especialmente lo profundo del ojo. Apropiarme de la mirada ha sido y es el hilo que relaciona mi fotografía y mi vida.”[2]




Germán Gómez alea cuerpos, mezcla formas humanas, fusiona identidades, a través de la descomposición de varias fotografías que después va cosiendo, pegando, entrelazando, creando un nuevo ser que puede ser su propio yo o el deseo contenido de su inconsciente. Gérmán se hace así Dios y Adán, se hace Frankenstein y Monstruo a la vez, constructor y construcción. El artista a través de la realidad fotografiada erige o  funda una cosmogonía paralela de mutantes, híbridos, clones, y otros seres que son simplemente la modelación o la nueva concepción del “yo”.

La obra de Germán Gómez que es básicamente fotografía, deja de serlo, al coser y trasponer cada parte de las fotos sobre otras, al construir un cuerpo en base a otros elementos fotográficos, esa nueva fotografía se convierte en escultura, la foto además del medio para capturar el instante es una construcción de la imagen y al mismo tiempo es convertida espacio escultórico y escultura.





La fotografía de Germán Gómez no sólo se trasmuta en el registro real en el instante preciso que es intervenido o plasmados por intermedio de la luz  en un negativo o memoria digital  para ser impresos en papel y resaltar la experiencia espacial y el proceso temporal, después de todo esto, Gómez la desfasa, la corta, la pega, la sujeta, la cose, remienda para transformarla o crear una tridimensionalidad, una escultura.

Germán Gómez es un artista claramente de la belleza masculina, de lo homoerótico, de la sensualidad de lo varonil, pero al mismo tiempo, esos hombres que destellan energía viril, guardan entre líneas sentimientos e íntimas vivencias, que el autor supo desdoblar desde su mirada y su piel hacia el continente varonil fotografiado y al mismo tiempo hacer de ellos su propio lienzo, su propia forma, condenada a ser leída y releída como el deseo del otro.




Sí quieres conocer más de este fantástico artista ve a su página web, aquí te dejo el link:

Por Félix Esteves

[1] En el estudio de Germán Gómez: Retratos del Alma / Javier Díaz-Guardiola.—En:  Descubrir el Arte.—Madrid: Grupo Unidad Editorial, Revistas S.L.U.-- Año X, n° 117. Pags. 150-152.

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