LOS ROQUES: El Paraíso Aquí... en Venezuela

Una de las bellas playas del Cayo Craskí.

En septiembre del año pasado viaje al Parque Nacional Los Roques gracias a la invitación de mi querida amiga la Chef Yuraima Natali Blanco. Era la primera vez que pisaba aquellas arenas blancas y me entregaba a las cristalinas aguas de un mar que aunque pertenece a Venezuela, son pocos los venezolanos que tienen la dicha de conocer. La primera visión que tuve de las pequeñas islas fue desde el avión cuando sobrevolaba sobre ellas, ¡Es impresionante! porque ya desde las alturas se divisa el hermoso paraíso que es.

Vista desde el avión de el Gran Roque.



Ya en Los Roques. Entrada del pueblo el Gran Roque.

 El archipiélago de Los Roques es un grupo de islas y cayos en las Antillas menores y poseen una superficie estimada en 40,61 km² y que están ubicados entre el archipiélago Las Aves (al oeste) y la isla de La Orchila (al este) a 176 km al norte de la ciudad de Caracas y que representa uno de los principales atractivos turísticos del país, no sólo para el turismo nacional, sino también para el turismo internacional, forma parte de las Dependencias Federales de Venezuela, es parque nacional y según estimaciones oficiales en el año 2007 contaba con 1.800 habitantes fijos. Tiene una superficie aproximada de 221.120 hectáreas entre espacios marítimos y terrestres, y es considerado el parque marino más grande de América Latina.

El viejo faro de el Gran Roque, desde allí se puede disfrutar hermosas vista y un panorama
excelente de la belleza del Parque Nacional de Los Roques.

Vista desde el viejo faro.

Vista del pueblo desde el viejo faro.

Como la mayoría de los turistas mi llegada fue al Gran Roque, que es la principal población del archipiélago y donde quedan las posadas. El Gran Roque es un poblado con calles de arenas, es la sede la autoridad única, hay además una comisaría, un puesto de la Guardia Nacional de Venezuela, un pequeño estadio, escuela primaria y una iglesia católica, un Comando de Guardacostas de la Armada de Venezuela, la Superintendencia de Instituto Nacional de Parques, y otros organismos públicos como un pequeño hospital. El aeropuerto está ubicado al borde del mar, a escasos metros de la playa, está separado del pueblo por una Laguna ubicada al este y norte del poblado.

El el centro del pueblo, las casas y posadas adornan el paisaje con sus coloridas fachadas, dándole
a su querido pueblo un halo de cordialidad y amabilidad.

Por favor, nunca olviden su protector solar y sus gafas de sol...

Aguas critalinas, puras y a temperaturas casi iguales a la de nuestro cuerpo junto con un sol envidiables
fueron ideales para relajarme y olvidarme del día a día de la gran ciudad.





Mi último día de playa.

Los Roques posee una estructura de atolón, muy poco frecuente en el Caribe (estas son estructuras geográficas más típicas del Océano Pacífico), con dos barreras externas de formaciones coralinas, las cuales protegen al archipiélago de las corrientes fuertes; también, una laguna interna de aguas superficiales y fondos arenosos. Este parque está constituido por 40,61 km² de superficie, 1500 km² de arrecifes coralinos, 42 cayos de origen coralino que rodean una laguna central de 400 km² y aguas poco profundas, 2 barreras de arrecifes (Este de 24 km y Sur de 32 km) y 300 bancos de arena, las islas y cayos van desde una considerable superficie, como Cayo Grande de 15,1 km² de extensión, hasta el Gran Roque que a pesar de ser el más poblado sólo tiene 1,7 km² de extensión.

El clima de estas hermosas islas es cálido y seco, con temperatura anual promedio de 27,3 °C,^{[ ]} y llega a un máximo de 34ºC, según me informaron los mismos pobladores. Debido a las condiciones ambientales extremas y la carencia de agua dulce, los animales terrestres no abundan y se limita a algunas especies de iguanas y lagartos, arañas e insectos. El murciélago pescador es el único mamífero terrestre autóctono y se les puede ver en el faro. No obstante los animales acuaticos son abundantes y se pueden observar crustáceos, moluscos y una gran variedad de corales y esponjas, erizos, estrellas de mar, abundantes peces de múltiples colores y antiguas tortugas que llevan en sus ojos los cientos de años de este paisaje paradisiaco. También abundan los delfínes, ballenas y mantarrayas. Y para los paladares más exquisitos la langosta esta siempre presente aunque a partir de noviembre es que es la temporada del singular animalito. Se aprecian de igual manera muchas aves, entre ellas las gaviotas, los pelícanos, alcatraces y flamencos.



Mi gran amiga la Chef Yuraima Natali Blanco y Gerson Ferrer compartiendo el divino viaje
a estas islas paradisíacas.



Cayo Franciskí.

 Ya descrito geográficamente el parque, es difícil imaginarse la cantidad de preciosas playas de aguas transparentes que en él existen, que da la impresión de estar nadando en agua potable, y el colorido que ellas reflejan es inusual y van desde la pureza, nitidez y deslumbramiento de los azules celestes, verdes aguamarinas hasta tornarse rojizas, naranjas y malvas en los bellos atardeceres cuando el refulgente sol parece bañarse en la profundidad del mar.

Arenas blancas, mucha paz  y aire fresco es lo que abunda en Los Roques

Ven a Los Roques, no te decepcionaras.



El azul del cielo parece confundirse con el celeste del mar.

 Mi estadía fue corta, sólo cuatro días, pero tuve la oportunidad de conocer las playas de Cayo Madriskí, Cayo Franciskí (donde existe una laguna especialmente para el buceo ¡Espectacular!), Cayo Craskí y por supuesto de el Gran Roque. En este último existe un antiguo faro en una de sus pocas elevaciones y donde se puede ver en su totalidad la pequeña isla y sus alrededores, el paisaje marino desde allí nos invita a la meditación y a la contemplación de la grandeza de nuestro planeta al regalarnos tan bellos parajes.

El atardecer en Los Roques se pinta de naranjas, violetas y malvas, mientras el sol se baña en sus aguas.



Altar dedicado a la Virgen del Valle en el centro del poblado  Gran Roque, Patrona y Virgen de Los Roques.



En la Posada "La Corsaria".

 Merece  mis más grandes consideraciones y agradecimientos a la Posada “La Corsaria” [Telef.:(58)(243) 242.09.66 / 242.52.66 / 808.55.24 / (414) 944.20.67] donde me aloje, al Señor Manuel, su esposa y todos los que allí laboran por su hospitalidad, cordialidad y bello servicio que me hicieron sentir como en mi casa. A todos los del pueblo que nos hicieron pasar a mi y a mis compañeros unos felices días inolvidables. Los Roques es un pueblo de gente buena y amigable y es una de las cosas que más rápidamente se nos queda en el corazón.

Otra vista hermosa desde el cielo de uno de los cayos que se divisan desde el avión

Los Roques es un Paraíso, uno se olvida de todo, de la computadora, del celular, de la televisión y toda la tecnología que nos puebla la existencia, y de los problemas de la vida diaria. Ir a este sueño marítimo es querer y volver a la naturaleza, a la belleza primaria, a la plenitud virgen de nuestra madre tierra… quizás lo único que uno lamenta estando en el Edén de Los Roques es que pronto se tiene que regresar a la realidad de la ciudad y a los pormenores que conlleva vivir en una selva de cemento.

Por Félix Esteves